Higiene republicana

Viernes, 15/04/2022 06:48 PM

Las imágenes de la carnicería, 50 fallecidos, provocada por un nuevo bombardeo del ejército ruso, esta vez sobre población civil que huía de la guerra en la estación de tren de Kramastorsk (Donbás), se han sumado al hallazgo de 130 cadáveres cerca de Kiev y a la intervención del presidente Zelenski en el Congreso de los diputados denunciando, entre otras cosas, el negocio que mantienen empresas españolas en Rusia, como la de explosivos Maxsam. Una compañía que alterna en sus puestos directos a ex jefes del CNI, oficiales del ejército amigos del rey emérito y asesores de Vox. Es decir, gentes para las que no existe otro dios que el dólar, otra biblia que el contrato que plasma su concreta comisión, ni otra función que la de parasitar sobre el gasto público.

Comisiones y más comisiones así funcionan "los emprendedores". Nada producen, salvo desfalco legal. Personas con nombre largo y mano más larga aún que, junto algún arribista con tan pocos escrúpulos como los anteriores, hacen de sus posiciones de privilegio la base de su "éxito meritocrático". 100 mil personas fallecieron por la Covid-19, más de 8 mil en las residencias de Madrid, sin poder salir de ellas. Para tantos y tantos servicios esenciales, así como para la población encerrada en casa resultó muy duro. Para la minoría ultra rica, esos meses fueron, como señala Caritas, una manera de hacerse todavía más ricos. En medio del atracón de millones que se están dando las grandes empresas, gracias al dinero público y chupar la sangre a base de comisiones y especulación con los precios, descubrimos ahora que la ristra de los comisionistas es ya interminable. Eso sí, con una importante querencia hacia el PP y su feudo madrileño. Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad, Luis Medina, hijo del duque de Feria, Alberto Luceño y sus Rolex, o la Gürtel que ya colecciona 81 sentenciados a penas de prisión representan una máquina de sumar millones a base de la "comisión".

Por su parte, Feijóo se reunió con Sánchez. El presidente le propuso un pacto de 11 puntos para "poner orden" en el descuajeringue institucional. Nada sobre subir los sueldos, menos aún sobre bajar el precio de la luz o evitar desahucios. El centro de las 11 medidas se centra en engrasar el funcionamiento del desvencijado aparato institucional del régimen del 78. Sánchez espera que el "nuevo PP", eso sí, con su fardo de siempre, dé la espalda a un Vox que el lunes 11 se entronizó, gracias a Mañueco y al PP, entrando en el gobierno de Castilla y León y presidiendo su parlamento.

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