Ucravirus

Sábado, 16/04/2022 09:44 AM

Si en algún caso geopolítico habían existido lecturas son todas las desprendidas en esta fobia que Ucrania y sus seguidores han desatado en contra de la Federación Rusa. Y creyendo en su odio contra Rusia mas bien han desatado más división y terror en el mundo.

Han llevado la rivalidad ocasionada desde el 2014 cuando derrocaron al presidente constitucional Victor Yanukóvich en contra de la Federación de Rusia y esto ha llegado a un nivel fuera de lo político. Han puesto al mundo a vivir un infeliz centimetraje comunicacional desde meses atrás con la pandemización del coronavirus. Han potenciado una permanente gripalización de guerra cuya nueva cepa ahora es el Ucravirus.

Esta nueva cepa tiene su origen en los mal llamados países occidentales cuya nueva tarea es imponer la bandera de Ucrania como lo ha hecho de manera abusiva el llamado Telediario español. Ya era inocultable su conspiración soterrada en contra de Rusia. Esto no es no más que la prueba del odio histórico en contra del progreso y liderazgo ruso.

Esa misma vía va en contra de China pues los estridentes sonidos de occidente suponen nuevas ondas en los casos específicos de Taiwán y Hong Kong. Regiones con las cuales Jon Biden desea negociar la posibilidad de bajarle el tono a Rusia. Pero ya es imposible la aplicación de su poder en contra de esta nación y que la misma mire hacia otro lado. Mientras, EE.UU. planifica como apoderarse de una de estas dos regiones chinas las cuales les resultan geopolíticamente estratégicas.

El plan de la guerra es claro y está trazado con sus objetivos en esta guerra la cual se proyecta con un carácter planetario. Tratan de buscar bajo cualquier manera oxigenar el debilitado dólar, igualmente como salir del zanjón energético y que esa sea la ganancia en esta confrontación, por eso Jon Biden se mueve como un canciller, por supuesto como lo hacía la hoy defenestrada Angela Merkel cuyo espacio ya no está.

Mientras los viajes van y vienen el tema energético está afectando enormemente a occidente pues los precios del petróleo en este momento no ayudan a nadie en Europa y menos en Norteamérica. Lo que hace un sorprendido habitante de Alemania al equipar su vehículo con un precio de gasolina exorbitante: ciento veinte euros, es lo mismo que hace un norteamericano por ciento cincuenta dólares. Y ambos dicen: estos precios son cosa de locos.

Mientras desde El Pentágono se van jugando la carta del armamento. Pero del armamento con el cual cuenta Rusia. Armamento hipersónico que sacarán mientras desde EE.UU. van estudiando su ofensiva militar, se trata de medir la guerra, sus respuestas, velocidad, acciones, toma de ciudades, es decir el nivel de superioridad militar ruso. En este momento la guerra se concentra en el estudio de los armamentos rusos.

Y la carta de la debilitada Unión Europea esta fracturada pues nunca ha existido ni en su integración ha logrado desarrollarse bien, todo ha sido el juego de una falsa publicidad de resultados rotos desde su creación.

Donald Trump se quedó como un bebe de pecho frente al carnicero del Joe Biden el cual ha montado personalmente todos los pasos del arsenal para llevar con su anunciado discurso a la confrontación más grande de este siglo.

Mientras todo esto pasa se va debelando que no hay ni primero ni tercer mundo, todo esto es solo la distracción de las mentes de los globalistas. Hay una ucranización del conflicto la cual se expande como un virus por todo el planeta.

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