77 años de la derrota del fascismo y la nueva ultraderecha

Viernes, 29/04/2022 07:50 AM

El 9 de mayo de 1945 capitula la Alemania nazi, sin desmérito a otros pueblos, fue la Unión Soviética quien llevo la mayor carga en este esfuerzo, así lo testimonian sus 27 millones de muertes, y la mas de 7 millones de bajas alemanas en el frente oriental.

Si contamos los aproximadamente 20 millones de chinos muerto en la guerra, Holliwood nos ha mentido un poco sobre lo que fue la Segunda Guerra Mundial, pues el metraje cinematográfico dedicado al frente ruso, o chino, en “La Meca “del cine es mínimo. Fue la Unión Soviética quien llevo la mayor la carga en la derrota del fascismo y la liberación de Europa.

Ahora ¾ de siglo después que Hitler decidiera volarse la cabeza y no ser capturado por el Ejército Rojo, vemos un “florecimiento” en el mundo de agrupaciones ultraderechistas que reivindican el lenguaje y la simbología del fascista.

Parafraseando al Viejo Topo, a veces la historia se repite unas veces como tragedia y otras como comedia, pero en este caso, estos neofascistas son comedia y tragedia al mismo tiempo; el fascismo original era profundamente estatista y centralizador en lo económico, los nuevos ultraderechistas son hoy en día “liberales económicos”, el fascismo logro movilizar a amplias masas de las capas medias y el proletariado disputándoselas a los partidos comunistas. Hay que siempre diferenciar muy bien a los clásicos reaccionarios de los fascistas, la reacción clásica busca volver a un pasado previo a la revolución francesa o la Bolchevique, los fascistas en ese sentido se desmarcan de las derechas clásicas, ellos no buscan volver al viejo orden, buscan un nuevo orden, por supuesto anticomunista, de conciliación de clases, y de culto al nacionalismo extremo, con hondas raíces en el irracionalismo de filósofos como Scheeling, Nietzsche y HS Chamberlain (no confundir con Neville Chamberlain)
Hoy los neonazis no logran esa capacidad e movilización de masas y son más bien la fuerzas de choque de gobiernos burgueses. Nunca olvidemos la alianza de los Socialdemócratas alemanes de Friederich Ebert con los Freikorps y el ejército alemán para matar a Rosa Luxemburgo y los espartaquistas.

El fascismo fue un movimiento que recompuso a los debilitados estados burgueses de buena parte de Europa, amenazados por la Revolución Bolchevique, hoy estos grupos neonazis, mas “tribus urbana ultraderechista” no tienen que recomponer ningún debilitado estado burgués, son más bien la fuerza de choque, y asi se ve en el caso Ucraniano, de las ambiciones expansionistas de la OTAN al este de Europa; recordemos el caso del General Reinhard Gehlen, jefe de la contrainteligencia germana en el frente ruso, quien con armas y bagajes al final de la Guerra se paso al bando Norteamericano y puso toda la red de espionaje nazi en Europa oriental al servicio de la OTAN, en la famosa operación “paperclip” , además de ser fundador y jefe por muchos años del servicio de espionaje de la República Federal Alemana , la BND.

Mucho del repunte de estos nuevos fascismos y ultraderechismo, es la responsabilidad de muchos partidos obreros, comunistas y revolucionarios de Europa, que ante la contrarrevolución en la URSS, abandonaron toda política revolucionaria y cayeron en el reinvindicativismo identitario, en los ecologismos y movimientismo; renunciaron a cambiar el mundo, a luchar por las necesidades fundamentales de la clase obrera; adoptaron el programa y lenguaje del liberalismo individualista burgués. En vez de cambiar el mundo, el mundo burgués los cambio , y ese hueco fue llenado por las derechas en todas sus presentaciones .

Hoy la guerra en Ucrania es otro eslabón mas del ciclo inaugurado por la caída del campo socialista, que reactivo la luchas por los espacios geopolíticos y económicos, a la promesa hecha al inepto Gorbachov en 1991 de no expandir la OTAN al este , si se permitía la reunificación alemana, división provocada no por la URSS sino por los occidentales; esta ha avanzado 2.400 kilómetros en línea recta hacia las fronteras rusas y era obvio que el capitalismo ruso, ya con más fuerzas, no iba a permitir que esto siguiera avanzando, pues es un secreto a voces la intención de la OTAN de usar el carácter multiétnico de Rusia para lograr su implosión interna, así como se hizo con Yugoeslavia.
Si Zelensky hubiera sido un burgués con neuronas, con garantizar a Rusia su no intención de ingresar a la OTAN, el conflicto no hubiera estallado, y esto no es un disparate, pues es lo que ha hecho Finlandia desde 1945.

Pero su aval a grupos neonazis declarados, su torpeza, su función de peón de las ambiciones otanistas, dejan a Zelensky pese a la propaganda de la OTAN, como un demagogo irresponsable. Los payasos en política, no son más que payasos en política, aunque en el proceso de sus payadas provocan tragedias y también beneficios.



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