"Amigo es ratón del queso y se lo come" (Frase coloquial utilizada en Venezuela).
Estamos en presencia de una guerra mundial fragmentada y cuya ubicuidad está relacionada con la época de la posverdad y las fake news en desarrollo. Para quienes dominan en los grandes medios de comunicación y en las redes sociales de Occidente, sólo existe una guerra, es la que ocurre en Ucrania y para nada hacen referencia a las otras guerras.
Digamos de entrada que razón le asiste al Papa Francisco cuando, el 15/04/2022, un viernes santo, dijo: "En este momento, en Europa, esta guerra nos golpea mucho. Pero miremos un poco más allá. El mundo está en guerra. Siria, Yemen, y luego piensa en los rohingya, expulsados, sin patria. En todas partes hay guerra". Agregamos: también está la guerra que desde hace décadas llevan a cabo los israelitas contra el pueblo palestino, pero además, la actual es una guerra que trascienden lo estrictamente militar, porque tiene presencia en la ecología, economía, las finanzas, las monedas y, sobre todo, en las mentes de los pobladores del mundo.
¿Qué son las RI?
Para el escritor ruso Alexander Dugin, las Relaciones Internacionales constituyen una disciplina que nació en Occidente, en el siglo XX, pero que se ha impuesto como universal, es decir, como negadora de otras formas de interpretar el mundo más allá de Occidente, que también existen y tienen su propia dinámica. En otras palabras, no ha se respetado la Otredad.
Esta disciplina estudia las relaciones y las interacciones entre los Estados-nación y eso ha sido así desde el fin de la Guerra de los Treinta Años con la Paz de Westfalia (referido a los dos tratados de paz de Osnabrück y Münster, firmados el 24 de octubre de 1648).
En el campo internacional existe una tipología de Estados: los grandes, los enormes y los pequeños, todos son supuestamente soberanos y todos tienen ciertamente un lugar dentro de las Naciones Unidas, pero: ¿Son iguales? ¿Es lo mismo un gran sol que un diminuto grano de arena? ¿Estaremos viviendo eso hoy?
Nos expresa el mismo Alexander Dugin que las teorías clásicas establecen como centrales las relaciones entre Estados Nacionales modernos, con lo que significa la modernidad como episteme: racionalidad egoísta, la idea del interés nacional y todo lo que implica, preponderancia del Estado Nación sobre otras formas de organización política y soberanía, y en ello hay una jerarquía implícita: los Estados Occidentales son "superiores", son "normales", "son desarrollados", "son Primer Mundo", "son los dueños de la ética y la estética", y todo lo que no sea Occidental es ‘subdesarrollado, Tercer Mundo e inferior" y "debe progresar para devenir Occidente". Mayor racismo imposible.
¿Cómo son las RI?
Como sabemos, en las Relaciones Internacionales existen muchas formas de establecer los vínculos, conflictos/diferencias, entre los países y las naciones.
Una, la hobessiana (de Thomas Hobbes), que partiendo de su visión negativa del ser humano, asume que todo conflicto debe resolverse a través de la fuerza y de la imposición del "más fuerte". Las únicas "reglas de juego" y de convivencia que se respeta es el de la "naturaleza" que vive de la guerra y de un juego de "suma cero", donde unos ganas -los poderosos-, y otros pierden -los débiles-. Eso ha existido y seguirá existiendo para siempre y es la que con frecuencia violenta las normas y/o leyes que deben regular el comportamiento de los Estados y gobiernos en el escenario internacional y levanta, según el escritor cubano Leyde Ernesto Rodríguez, la máxima de que cada "Estado es libre de perseguir sus fines en relación con otros, sin restricciones morales o legales superiores a las que quiera imponerse el propio Estado". Aquí se hablaría de enemigos.
Dos, existe otra forma de resolver los conflictos y las diferencias. Fue la se dieron todos los Estados al firmar, el 26/06/1945, la Carta de las Naciones Unidas. Allí, bajo la concepción liberal lockeana (de John Locke) o grociana (de Hugo Grocio), se podría decir que se estableció normativamente el respeto a la soberanía, independencia y autodeterminación de las naciones y se contempla que las controversias deben resolverse de forma pacífica y en correspondencia con los estatutos establecidos para tales efectos. Es decir, se establecieron las "reglas de juego" en el comportamiento internacional bajo los principios del Derecho Público Internacional (DIP). Aquí se hablaría de rivales.
A lado de las dos anteriores se encontraría otra visión y sería la "idealista" o "universalista" representada por Immanuel Kant, que establece el desiderátum de lo que debería ser el comportamiento internacional entendido desde la cooperatividad y no desde la política del conflicto o del uso de la fuerza. En este sentido, se le dará importancia a los derechos y obligaciones legales internacionales (derecho internacional) y a la armonía natural del interés nacional como regulador de la paz internacional. Aquí se hablaría de amigos.
Estas tres concepciones consideran que los estados buscan el poder en un juego eterno y se inscriben dentro de lo que el escritor canadiense Robert Cox llamó "teorías de resolución de problemas", esto es, pretenden mantener el statu quo dominante. Pero Robert Cox también habla de la concepción que buscan el cambio y la transformación y en este sentido se encuentra la marxista que plantea la superación de la tradicional concepción estatocéntrica existente en esta disciplina. A partir de la noción de clase social como actor transnacional, de la noción de la lucha de clases y de la existencia de las contradicciones, se introduce una nueva manera de enfocar los asuntos en la arena internacional. El Estado como producto de las relaciones antagónicas entre las clase sociales, juega papel en la política internacional pero como actor secundario. El nivel de análisis sería el de Sociedad Mundial, es decir, se parte del concepto de totalidad como unidad de los fenómenos de la realidad social considerada globalmente. El marxismo ve a la sociedad en perpetuo cambio, en constante transformación.
Algunas conjeturas
A partir de esas concepciones se podría realizar muchas conjeturas en términos de la realidad internacional que prevalece hoy. Aquí haremos algunas referidas a las relaciones entre "amigos", todas formando parte del "dialogo de saberes" y, por tanto, sometidas a la discusión.
1. ¿Puede ser considerado Turquía un amigo del algún gobierno de izquierda o progresista cuando resulta que ese país ha realizado cualquier cantidad de operaciones militares en el norte de Siria desde 2016 y hecho lo imposible por derrocar a su presidente, Bashar al- Àsad, electo democráticamente?
2. ¿Puede ser considerado un amigo de Venezuela, un país como Cuba que es un aliado histórico de Georgetown desde la Guerra de Angola en los años setenta y cuyo corazoncito se inclina a su favor en la controversia sobre el Esequibo?
3. Sobre la misma controversia: ¿Pueden ser considerados amigos los países que forman parte de la Comunidad del Caribe (CARICOM), a la que pertenece Guyana?
4.Como es de conocimiento público, la empresa estadounidense Exxon Mobil se ha convertido en el principal actor que viene realizando descubrimientos costa afuera o de yacimientos marítimos en Guyana, pero junto a ella figura, según informaciones hasta ahora no desmentidas, como segundo socio comercial de Guyana, la China National OffShore Oil Company (CNOOC), que desarrolla proyectos de exploración de hidrocarburos en espacios acuáticos que podrían formar parte de la reclamación de Venezuela por el Esequibo.
Si así es la realidad, cabe la siguiente pregunta: ¿Un amigo hace eso?
Más allá de un hecho: la existencia de una relación directa y estrecha entre China y Venezuela, se encuentra lo que es real y concreto: al final lo que predomina son los intereses políticos y económicos que se puedan tener sobre un espacio sumamente rico y con una biodiversidad muy amplia.
De allí que, los amigos y el derecho internacional público, pasan, en las presentes situaciones, a convertirse en una ficción en tanto lo que existe realmente es el interés nacional de cada país, de cada nación. Algunos conciben su interés nacional en términos egoístas, otros en términos de rivales y muy pocos en términos de aliados. pero nunca de amigos.
Por eso, en las Relaciones Internacionales se impone, cada vez más, el realismo con el interés nacional de los países, unos fuertes y poderosos, y otros débiles y frágiles, en relaciones asimétricas, totalmente desiguales, pero también y por eso mismo, la lucha de clase existe aunque muchos busquen invisibilizarla.
*Sociólogo, Doctor en Ciencias Sociales, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y analista nacional e internacional.