Que nadie se llame a engaño, ni desconozca la diplomacia de los Gobiernos estadounidense, no es incoherente la política seguida por el Gobierno estadounidense hacia Venezuela, visto que por un lado la administración Joe Biden, envió una comisión de alto nivel a Caracas, para reunirse con el presidente Nicolás Maduro y por otro, Washington insiste en reconocer al exdiputado rastrojo Juan Guaidó, como presidente interino. No hay incoherencia, así es la diplomacia gringa, son sus intereses, así actúa en la política, la primera potencia militar del mundo, además lo hace con arrogancia. EL encuentro de representantes de Joe Biden con Nicolás Maduro, supone un reconocimiento quien está gobernando a Venezuela, algo que valoró como positivo de cara a la potencial reducción de las medidas coercitivas unilaterales que se han impuesto en contra de pueblo venezolano.
La arrogancia y el poder que concentra el imperialismo en la Casa Blanca. Le permite cambiar las reglas de juegos en el campo de la geopolítica. No es incoherencia para el Gobierno de los EE.UU, el comportamiento desarrollado en la IX cumbre de las Americas, donde según información de prensa, el Presidente Joe Biden llama vía telefónica al exdiputado rastrojo Juan Guiado, a los fines de informarle sobre el desarrollo de la cumbre de la exclusión de las Américas, reconocimiento al opositor sin Patria: como jefe de la oposición venezolana o presidente autoproclamado interino, alguien podría pensar y opinar que se desdice con el hecho de querer establecer relaciones sinceras y transparentes con Venezuela. Dudo que las relaciones puedan ser sinceras las que supuestamente busca la Casa Blanca, con el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Siempre es bueno recordar que los EE.UU, no tienen amigos solo tienen intereses.
La política seguidos por el inquilino de la Casa Blanca, podrían ser contrarios al restablecimiento de las relaciones entre ambos países, como es el caso de la exclusión de Venezuela, junto a Cuba y Nicaragua de la Cumbre de las Américas realizada recientemente en los Ángeles, California, que al haber sido convocada sobre un rasero ideológico, no contribuye a la solución de los problemas en América Latina, una de las razones por la cual creemos que este evento fue un verdadero fracaso. Según sus resultado.
Según reveló en días pasados el subsecretario de Defensa para Asuntos Políticos de EEUU, Colín Kahl. Que los Estados Unidos proporcionan a Ucrania misiles guiados pesados con un alcance de 70 km para su uso con los lanzadores de cohetes múltiples HIMARS. El subsecretario de defensa para asuntos político, también ha señalado de manera soberbia y prepotente: Proporcionaremos a los ucranianos, lo que necesitan para atacar los objetivos en territorio ucraniano, que ellos elijan, a los fines de garantizar la derrota del pueblo ruso, indicó el funcionario durante su intervención en una conferencia del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense. Estas acciones y amenazas guerreristas para hacer la guerra en territorio externo de los Estados Unidos, para garantizar intereses y beneficios, para la industria militar y los aliados de la Casa Blanca. Tampoco esto es una incoherencia de los Gobiernos de los EE.UU, tan solo es la máxima gringa, no tenemos amigos solo tenemos intereses.
Una expresión más de soberbia y prepotencia de la Casa Blanca, Según Anatoli Antónov, embajador de la Federación Rusa, en Washington, está tan cegado por la idea de derrotar al pueblo ruso, en el campo de batalla a manos de los ucranianos que prefiere no darse cuenta de la masacre de los nacionalistas Ucranianos, contra el pueblo de Donetsk con la ayuda de la artillería occidental. No hay incoherencia, es la forma de actuar EE.UU Y sus aliados.