Recelosos donde quiera que accedan al poder político, pseudo dirigentes de la derecha cada día peor de maltrecha y con alianzas excesivamente mal hechas, las ejecutorias de presidentes o primeros ministros del capital voraz nos permiten verles las costuras, a la desazón que los atormenta. Guillermo Lasso el ecuatoriano, ha provocado a los habitantes de mayoría étnica originaria y se hunde aceleradamente, los diestros se derrumban frente a la siniestra victoria global que viene y seguirá sucediendo.
Se hacen llamar diestros manejadores de los presupuestos e incurren en ejecutorias corruptas, por encima de cualquier vestigio de moral y patriotismo, se inspiran en el engaño y la delincuencia politiquera impune. Así como en Ucrania partidarios nazifascistas han vendido armas enviadas por países desde dentro y fuera de la Unión Europea, en nuestra Latinoamérica lo del ecuatoriano Guillermo Lasso se une a las inutilidades practicadas por Macri, Piñera, y varios más, a quienes les ciegan ambiciones personales y grupales.
Apela el siniestro Lasso a vocear un presunto intento de golpe de Estado por los líderes de las protestas contra su Gobierno, acude al llamado internacional porque el Parlamento en Quito asoma un proceso para destituirlo, en las mismas condiciones que reviraron los del Grupo de Lima, que hoy dan grima al caer sus intentos de poner gobernantes a la diestra, mientras el pueblo vota por la fórmula siniestra, aclaro que hablo de derecha e izquierda, para nada de las acepciones suficiente y efectivo o maligno y falaz.
Es repetitivo que, si la violencia policial y militar de represión brutal la origina un gobernante apegado a Washington y el capitalismo voraz, tiene la bendición financiera y se aplauden los ataques a las manifestaciones, pero si ocurren bajo gobernantes de izquierda montan de inmediato como lo han hecho, campañas mundiales de falsos positivos mezclados con reacciones de gendarmes lerdos, que se atrevan a golpear manifestantes. Aparentemente las revoluciones lucen flojas sin tomar en cuenta la condena que la izquierda hace contra la violencia oficialista, libre Dios que la cometa un solo infractor si el presidente es de izquierda, será presentado cual gángster ante la opinión pública.
Cuando Lasso en mensaje a Ecuador difundido por televisión y redes sociales, llama a la comunidad internacional para advertir desestabilización de la democracia, en forma hipócrita inmediata salen respaldos automáticos a fórmulas que ayuden a destrozar al gobierno socialista venezolano, diciendo que está detrás de los hechos, copiando falsos positivos, sucesos no ocurridos en Venezuela y cualquier matriz de opinión engañosa con videos y fotos que no son en territorio venezolano. Confiado en seguir la farsa, Lasso enlaza el paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador Conaie, al que se han sumado más colectivos, entonces en intención no dialogante, Lasso emula los timos contra la Venezuela bolivariana y socialista.
Afortunadamente los pueblos no son tontos, se han dado cuenta de los intereses ya nada ocultos que no esconden ahora figuras de la política a lo Jeanine Añez en Bolivia o Mireya Moscoso en Panamá, títeres como Micheletti sucesor temporal de José Manuel Zelaya en Honduras, o varios derechistas sombríos e incapaces respaldados por el mercantilismo del bipartidismo estadounidense y sus émulos, actitud nada efectiva y muy oscura tanto en intenciones como en acciones sádico-criminales supuestamente "democráticas".