Postrecitos de Huevos Chimbos
1.- El covid-19… Me preocupa que, en algunos estados de Venezuela, principalmente Zulia, se incrementaron los casos de coronavirus. Sé que hubo mucho tiempo de confinamiento, y la gente se ha volcado a la calle como buscando recuperar el tiempo perdido, influenciado por la necesidad de trabajar, de recrearse, divertirse, pero no debemos perder el control, porque la pandemia no se ha ido. Sigue presente contagiando desprevenidos.
Debemos continuar cumpliendo las normas de prevención, por encima de los detractores, de aquellos que nos pronosticaban a nosotros una mortandad que, para dolor de ellos, no se produjo en nuestro país sino en otros, entre los que destacaron los denominados desarrollados, civilizados, del primer mundo...
Así que les hago el llamado de siempre. Vamos a cuidarnos, evitemos regresar al inicio de la contingencia. Pensemos en nuestros hijos e hijas, en la mamá, en el papá, la familia toda, en los amigos y amigas. Ese es y seguirá siendo el mejor tratamiento contra el covid-19, posiblemente hasta más efectivo que las vacunas.
2.- Venezuela productiva… Qué emoción escuchar decir a nuestra vicepresidenta Delcy Rodríguez, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo que, a pesar de las 502 medidas unilaterales y coercitivas que nos impusieron los gringos en su afán de acabar con la revolución bolivariana, actualmente el país pasó de importar 80 por ciento de los alimentos a producir 93 por ciento de lo que consume.
3-. La felicitación del subpresidente Iván Duque… Hablamos de un mafioso, de un narcoparamilitar, de un cruel asesino, sin embargo, tan pronto como supo del triunfo de Gustavo Petro, lo llamó para felicitarlo, ahora, imagínense ustedes, camarada lector, camarada lectora, la condición criminal y apátrida de un ser despreciable como Henrique Capriles Radonski, quien, al perder las elecciones presidenciales frente a Nicolás Maduro Moros, sin importarle las consecuencias, desconoció su derrota e hizo un llamado de arrechera en la que más de 10 incautos perdieron la vida en el acto, y mantuvo la violencia hasta que surgió el otro homicida fugitivo Leopoldo López, con la operación denominada "La Salida", la cual provocó más de cien muertes.
4.- Los serviles al imperio gringo... De allí mi pánico a las personas que se le arrastran a los genocidas del norte. Estoy seguro que el Gobierno de Uruguay está más preocupado por la caída del presidente Joe Biden de una bicicleta, que por la tragedia que estuvo a punto de provocar evitando el aterrizaje del avión de la empresa venezolana Emtrasur, que salió legalmente de Argentina, para abastecerse de combustible en Montevideo.
Creo que pretendieron entregarle semejante siniestro como trofeo a los gringos, aprovechando que la aeronave iba ocupada por iraníes y venezolanos que bien sabemos no son del agrado de los norteamericanos, por fortuna, al avión le alcanzó la gasolina para regresar a Buenos Aires.
5.- Orlando Figuera… El gobierno de España extraditará a Rolando Figueroa, un estafador poco conocido que tiene en su haber ser militante de la banda terrorista Voluntad Popular, y nada más y nada menos que estar entre las amistades del prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López. Ya esto lo dice todo.
Figueroa fue acusado en 2012 por Mayerling Rojas Villasmil de robarse 230.000 dólares, que le entregó para la adquisición de filtros utilizados en la medicación del cáncer; tramal, carboplatino y otros fármacos e insumos que requería el tratamiento de quimioterapia y radioterapia de su mamá, la paciente oncológica María Villasmil.
Por supuesto, ante semejante situación, la señora falleció. Algo similar a lo que hace actualmente el narcotraficante Juan Guaidó. Se roba el dinero de la Fundación Simón Bolívar de Citgo, con el que se les paga el tratamiento a las niñas y niños con cáncer. Muchos han muerto por esa causa y lo peor es que ese homicida quiere ser presidente. ¡Dios nos agarre confesa’os!
Ahora, esta nota que recojo del diario Ultimas Noticias, a propósito de ese caso, trae a colación el vil asesinato de Orlando Figuera, quemado vivo en Caracas durante las guarimbas de Leopoldo López por el homicida Enzo Franchini, quien también se encuentra fugitivo en España argumentando que es un perseguido político, cuando en realidad es un criminal que cometió uno de los asesinatos más atroces que la oposición violenta haya cometido en sus actos terrorista… Ojalá también agilicen y procedan con su extradición.
6.- Los drones de "El Puma" José Luis Rodríguez… Recuerdo las declaraciones en contra de Venezuela de este lacayo, nada más para que la gente siempre tenga presente de quien se trata, por cuanto, ¿qué se puede esperar de un sujeto al que no quieren ni las hijas?
Uno lo ve en conversación con Jaime Bayly y se da cuenta que cuando ese servil (me refiero a Rodríguez), habla, lo hace claramente para congraciarse con los gringos. Era evidente que deseaba expresar algo pretendiendo ganarse los aplausos de los mayores genocidas del norte. Si quieren comprobar lo que digo, vuelvan a ver la nauseabunda entrevista.
Porque es que esa basura ni siquiera tiene criterio propio. Los arrastrados como José Luis Rodríguez desearian tener una bola de cristal o tener la facultad de leerle la mente a las demás personas, para decir únicamente lo que los estadounidenses quieren que diga. Una cuestión pasmosa. No les importa caer en lo más bajo, con tal de agradar a los norteamericanos.
Esperemos que, en el Teresa Carreño, no pida los cuatro drones que pidió que cayeran en Venezuela, tan solo porque la Patria de Bolívar se niega a ponerse de rodilla ante los gringos como él lo hace.
7.- Las fechorías de Lorenzo Mendoza… El CEO de Polar cuando no está conspirando en contra del Gobierno bolivariano, anda en alguna marramuncia jurídica en contra de su personal.
Leo en una nota del periódico digital Aporrea firmada por TatuyTv, que, a esta fecha, 2 mil trabajadores y trabajadoras de esa empresa en el estado Anzoátegui, quedaron sin empleo. El pillo argumenta la falta de materia prima y con ese subterfugio ejecuta simuladamente los despidos masivos.
Dice la nota que Mendoza suspendió alrededor de 10 mil empleados y empleadas del grupo empresarial (Pepsi, Cervecería Polar, Alimentos Harina Pan) asentado en varias partes del país, a pesar de que el 7 de agosto de 2017 en reunión con Maikel Moreno, expresidente del Tribunal Supremo de Justicia, aceptó reengancharlos, sin embargo, en 2018 comenzó a desacatar la medida judicial.
A quienes lo conocemos por sus andanzas delictivas, no nos asombra la criminal actitud de ese banido; era evidente que todo se trataba de una maniobra para ganar tiempo, y buscar que la gente se cansara y desistiera.
Los trabajadores y trabajadoras perjudicados nunca han dejado de protestar, pero no es cualquier cosa enfrentar a un forajido de esa talla. Lorenzo Mendoza tiene el poder del billete verde, recordemos que, a su fortuna, se sumaron los dólares preferenciales que le entregó la revolución, para que beneficiara al pueblo venezolano, y lo que hizo fue montar empresas en otros países.
La perversión de ese hampón es tan grande, que hasta extorsionaba a los comerciantes. En la época más dura de la guerra económica contra Venezuela, en la que él participaba generando una inflación ficticia, los obligaba a que les compraran su mercancía, de lo contrario, les quitaba el código, para no despacharles más sus productos. De esa forma, vendieran o no vendieran, los obligaba a que le siguieran comprando. Una dictadura comercial.
Hablamos, pues, de un delincuente en potencia, por eso me uno a la petición de justicia que las empleadas y empleados afectados hacen al presidente Nicolás Maduro, al fiscal general de la República, Tarek William Saab; al ministro del Poder Popular para el Trabajo, Francisco Torrealba; y por qué no, al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez; y al Primer Vicepresidente del Psuv, Diosdado cabello.
Debemos tomar en cuenta que las trabajadoras y trabajadores de empresas Polar están indefensos ante semejante golpista. Mendoza, desde el punto de vista delictivo, es un criminal de la estatura hamponil de los cabecillas de las pandillas de Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y la Acción Democrática del malandro Henry Ramos Allup.
Quizás nunca ha lanzado una bomba incendiaria, ni ha rociado a otra persona con gasolina, ni tampoco ha disparado un arma de fuego, pero, así como era un bandolero activo en la guerra económica, no se descarta que bajo cuerda ayudara a financiar esas acciones criminales.
No olvidemos que las guarimbas que intentaron deponer al presidente Maduro costaron un dineral. Y los empresarios como Mendoza son capaces de utilizar su plata para acciones delictivas como esas y no darle un centavo a las personas que despide.
De hecho, muchos extrabajadores y extrabajadoras que han quedado cesantes de las empresas Polar, han muerto esperando el pago de sus liquidaciones. Nunca encontraron manera de que ese granuja les cancelara lo que por ley les pertenecía.
8.- Chao Uribe ¡perdón!, chao Duque… Disculpen el desliz del epígrafe, me traicionó el subconsciente, pero la realidad es que en Colombia nunca gobernó el narcoparaco Iván Duque.
Ese bandolero fue el quinto en la línea de mando. Primero, el imperio norteamericano; segundo, el narcoparaco Alvaro Uribe Vélez; tercero, el narcotráfico; cuarto, el paramilitarismo; y quinto él. Una cuestión vergonzosa, frustrante, para una persona con dignidad, por supuesto. Asumir un cargo de tanta importancia como la presidencia de un país y no ejercerla.
Pero bueno, bien sabemos que la dignidad de ese narcotraficante se la comió un burro por paja. Yo ingenuamente pensé que en algún momento de su mandato ese arrastrado iba a zafarse de la dependencia de Uribe Vélez, pero no, fue tanto su apocamiento ante ese otro criminal, que se dejó derrotar por no asumir sus funciones como primer mandatario de Colombia.
Siempre fue un subpresidente. El muchacho de mandado del Palacio de Nariño. Y nunca le dio pena, vergüenza, por el contrario, entre más lo azotaba Uribe, más feliz se veía. Por suerte, de tal situación derivó su derrota.
No fue nada fácil para el pueblo colombiano calarse primero a Uribe Vélez, un narcoparaco famosos por ser pionero en la práctica de descuartizar victimas con la motosierra, un vigoroso ejecutor de los falsos positivos con arraigadas relaciones narcotraficantes; amigo de mafiosos como el legendario Pablo Escobar Gaviria, jefe del Cartel de Medellín. Y después tener que lidiar con Duque, quien llegó al poder por los votos que le compraron los capos de la droga.
Desde entonces, Uribe lo asumió como una mascota, aunque por debajo de su perrito "Mao Referendo".
Desconozco si Duque cuidándole el travieso animalito, tuvo alguna iniciativa propia, porque hasta los ataques contra Venezuela y más específicamente contra el presidente Nicolás Maduro, eran órdenes que le impartían el imperio norteamericano y Alvaro Uribe Vélez.
Otra verdad es que Uribe y Duque nunca ejercieron como respetables presidentes de un país, sino como temibles mafiosos. Uribe se mantuvo asesinando a todo el que consideraba enemigo y, a través de Duque, continuó sus matanzas hasta que el pueblo se cansó.
Por eso, las causas reales de las protestas en Colombia contra Duque fueron sus vinculaciones con el paramilitarismo y el narcotráfico. La reforma tributaria, el incremento de los impuestos que planeaba, ciertamente se acumularon al hambre, a la miseria de Colombia y al asesinato de líderes y lideresas campesinas, pero el núcleo del asunto estuvo en su condición narcoparamilitar.
Duque y Uribe se convirtieron, además, en el hazmerreír de su país en el mundo haciendo de títeres de los gringos, en otras palabras, Colombia vivió una penosa degradación diplomática con ese par de bandoleros diciendo mentiras para justificar sus fechorías y complacer a sus amos, cuestión que ocasionó mucha vergüenza en los colombianos y colombianas nobles que aman a su patria, que llevan en el alma un profundo sentimiento de amor y respeto por la tierra que los vio nacer y que, como era de esperarse, en las votaciones presidenciales se pronunciaron en contra de ese par de matones.