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Rusia busca diálogo con el Papa para avivar un escenario comercial que involucre a Grecia y Alemania

Miércoles, 06/07/2022 08:07 AM

Entre los pueblos oprimidos la Revolución Rusa, también desencadenó revoluciones nacionales. La más extensa territorialmente, la más violenta, la más dinámica y la más imprevisible de ellas fue la revolución ucraniana. Su explosión, y más todavía la dinámica que tomó, fueron inesperadas. Una nación campesina sin "sus" terratenientes y sin "sus" capitalistas, con una delgada capa de proletariado, pequeño burguesía e intelectualidad y una lengua prohibida, no parecía capaz de o destinada a realizarla. Desde que el ejército ruso aniquiló Sich de Zaporiyia, la fortaleza de los cosacos libres, en 1775, el pueblo ucraniano reivindicó por vez primera su independencia. Asustada por la revolución proletaria que llevó a los bolcheviques al poder en Petrogrado y Moscú, la Rada Central de los partidos pequeñoburgueses ucranianos proclamó en Kiev la independencia e inmediatamente se involucró en una guerra con ellos

Una parte de los bolcheviques ucranianos –aunque el porcentaje de ucranianos en el Partido Comunista (bolchevique) de Rusia en Ucrania fuera insignificante– también quería una Ucrania revolucionaria, soviética como en Rusia, pero independiente. Sin embargo, en la izquierda radical, él que aspiraba más decididamente a la independencia nacional era el Partido Comunista Ucraniano (borotbista), distinto del bolchevique y formado por el ala izquierda del Partido Socialista-Revolucionario Ucraniano, así como por un sector del ala izquierda de la socialdemocracia también ucraniana. Aliado a los bolcheviques, ese partido tenía una base social incomparablemente mayor que la de ellos, ante todo extensa entre las capas proletarizadas y pobres del campo, mientras que el radio de acción de los bolcheviques no trascendía el marco de las ciudades – rusas, rusificadas y judías.

Es una barbarie civilizada lo que ocurre en el Este asiático. La historia de los zares hay que leerlas con gusto porque no es solo literatura, es un racero épico. Nos llenamos de perplejidad y, el mundo no deja de ser enigmático y terrible, pero hay que ser sabios para entender el acontecer de los pueblos. Lo sucedido en Ucrania es una hojarasca inútil y las cosas escapan de una realidad.

El colapso de la maraña rusa del imperialismo "militar y feudal" con el imperialismo capitalista no fue obra de una única revolución, sino de varias revoluciones convergentes y divergentes que formaban alianzas o chocaban violentamente. La Revolución Rusa era una de ellas. En el centro del imperio, era obrera y campesina, pero en la periferia colonial se basaba en minorías urbanas y colonias de asentamiento rusas y rusificadas. Tenía un carácter colonialista, tal como el poder ruso de los consejos que estableció, como demostró el bolchevique Georgi Safarov en su obra otrora clásica en la URSS sobre la "revolución colonial" en Turquestán. "Pertenecer al proletariado industrial de la colonia zarista era un privilegio nacional de los rusos. Es por eso que, también aquí, la dictadura del proletariado asumió desde los primeros momentos una apariencia típicamente colonizadora"

La alianza de los borotbistas con los bolcheviques fue extremadamente difícil. El jefe del gobierno bolchevique establecido después de la segunda ocupación de Kiev por el Ejército Rojo en 1919, Christian Rakovski, originario de Bulgaria, proclamaba que "declarar la lengua ucraniana como lengua de Estado sería una medida reaccionaria que nadie necesita", porque en general "la cuestión ucraniana y Ucrania no son tanto un hecho real como una invención de la intelectualidad ucraniana". No era el único entre los marxistas: Rosa Luxemburgo afirmaba que el nacionalismo ucraniano era un "ridículo capricho", nada más que "una extravagancia, una imbecilidad de un par de docenas de intelectuales pequeñoburgueses". Al estimar que "Ucrania es para Rusia lo mismo que Irlanda es para Inglaterra", que se trataba de una colonia y que su pueblo oprimido debería obtener la independencia nacional, Lenin era en cambio una excepción, pero dijo eso en público solamente una vez

A la política del gobierno de Rakovski en la cuestión nacional se sumó una política ultraizquierdista en la cuestión agraria que, al contrario que el decreto bolchevique sobre la tierra, no apuntaba al parcelamiento de las grandes propiedades de la tierra en beneficio de los campesinos, sino a la transformación de esas grandes propiedades en explotaciones colectivas. Las requisas estatales de granos y el "comunismo de guerra" en general agregaron leña a la hoguera. Todo eso resultó en 1919 en una fuerte ola expansiva de revueltas campesinas antibolcheviques (fueron unas 660 grandes y pequeñas). Una gran paradoja era que muchos caudillos insurgentes se declaraban "bolcheviques, pero no comunistas" y reclamaban el "poder de los soviets, pero libremente elegidos y sin dictadura de un partido". Estas rebeliones impidieron que el Ejército Rojo socorriera a la República Húngara de los Consejos, lo que para ella era la última esperanza de supervivencia. Además, abrieron camino a la ofensiva de las tropas de la Guardia Blanca del general Antón Denikin en dirección a Moscú. Es verdad que el mismo Rakovski rápidamente sacó serias conclusiones de las desastrosas políticas de su gobierno, pero lo hizo sólo después de su colapso.

Alejandro Rossi, determinó en un momento que, la verdad debe ser extraída de un mundo primitivo y los signos políticos se reflejan en sus símbolos, donde, por razones ideológicas alentamos la simplicidad para llegar a las masas y organizarlas

En este mes de mayo de 2022 tenemos numerosos y diversos reportes internacionales que nos revelan cómo han continuado complicándose las graves consecuencias internacionales derivadas de la aplicación de las más variadas, extensas e intensas sanciones contra la Federación Rusa, así como también contra otros países que se relacionan comercial, financiera y diplomáticamente con esta nación confederada. La disponibilidad y precios de las energías como el petróleo, gas y sus inmensas listas de productos derivados y encadenados, los fertilizantes, semillas y en consecuencia la producción y comercialización internacional de alimentos, ya comienzan a ocasionar graves problemas de suministros/distribución/precios. Por cierto, es importante tener presente que tanto Rusia como Ucrania son grandes productores y exportadores de energías y fertilizantes (caso de Rusia) y de importantes cantidades de productos alimenticios como los granos y semillas (Rusia y Ucrania) tanto naturales como procesados. Además, Rusia exporta muchos productos minerales y tierras raras que garantizan la producción y mantenimiento de las más diversas tecnologías de motores, telecomunicaciones, tecnologías aeroespaciales y las industrias militares.

Ante esta dura realidad mundial que avanza hacia escenarios más dramáticos, es pertinente que desde diversos países como Venezuela, los políticos y funcionarios que ejercen responsabilidades de Gobierno y Estado en los espacios nacionales, regionales y municipales, se orienten a impulsar/promover/difundir la siembra/cosecha, en las más diversas escalas espaciales, de alimentos con altos contenidos de nutrientes como el maíz, la soya, la quinua/quinoa, lentejas, chía/salvia hispánica, judías/Judiones, jengibre, cúrcuma, limones, ajíes dulces y picantes, perejil, cilantro, orégano, papas, guayabas, tomates, ajos, entre otros muy diversos productos que puedan sembrarse y cosecharse con ciertas facilidades, siendo además portadores de grandes nutrientes y protectores celulares.

Entonces, Alemania es la meta final en el gran acuerdo con El Vaticano- Roma para asentar con otras seis naciones el frente único adverso a Europa, es la nueva burbuja que se levantará por tres años y medio.

El Socialismo como la Democracia son plataformas del quehacer científico, no son meros conceptos de una sociedad que busca su propio crecimiento estructural e industrial.

Putin hizo hasta el último esfuerzo para entenderlo y ayudarnos, lo desoímos y buscamos la ayuda a China, pero, hoy, esta presionada por Turquía y El Tíbet

Es cuestión de territorios y se espera una reunión en Moscú con el Papa para concordar una nueva forma de gobierno con siete países europeos.

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