Cumbres Las Américas y la OTAN: síndrome de potencias frustradas

Lunes, 18/07/2022 01:31 AM

Entre el 22 de junio y el 15 de julio de 1826 se reunió en Panamá el Congreso Anfictiónico, el cual tenía como objetivo crear una confederación de los pueblos iberoamericanos, desde México hasta Chile y Argentina. Era el momento cumbre de las revoluciones independentistas hispanoamericanas para consolidar y cimentar sobre bases firmes la decena de jóvenes repúblicas que acaban de nacer. Había que unirse y reforzarse, ya que la anarquía interior, la posibilidad de invasiones de reconquista por parte de Fernando VII, apoyado por la Santa Alianza Europea, la voracidad comercial del imperio británico y de los temibles Estados Unidos, acechaban a los inexpertos nuevos estados. Este congreso convocado por Simón Bolívar, fue la culminación del máximo sueño y el comienzo de su fracaso. Esta magna asamblea debía fundamentar una gran nación, en virtud de su extensión, población y riquezas naturales de primer orden para el mundo. Ciento treinta años después (julio de 1956), la Declaración de Panamá contempló cinco puntos: el destino de América es desarrollar una civilización que haga reales y efectivos el concepto de la libertad humana, el principio de que el Estado existe para servir y no para dominar al hombre, el anhelo de que la humanidad alcance niveles superiores en la evolución espiritual y material, y el postulado de que todas las naciones pueden vivir en paz. Fue la única cumbre en la que los mandatarios de EE.UU. y Cuba se vieron las caras y donde la frase de Bolívar "una sola debe ser la patria de todos los americanos" hizo revivir el sueño bolivariano. En el año 2005, en Mar del Plata (Argentina), se produjo una declaración final con los presidentes latinos, liderado por Chávez, para desaprobar la ALCA de Bush por atentar contra los principios de aquel hecho histórico y marcó el inicio de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos (ALBA).

En junio de este año se realizó la IX Cumbre en EE.UU., con la particularidad de un debilitamiento internacional del gobierno de Biden, que arrastra desde Trump; el arraigo del ascenso de China; el resurgimiento agresivo de la geopolítica es evidente después de la guerra en Ucrania, propiciada por el eje del mal; la situación ambiental es delicada; el continente suramericano impulsa transformaciones en sus sistemas de gobierno (como Colombia con el triunfo de Gustavo Petro); con una voz casi unilateral de rechazo a las políticas injerencistas contra los que se creen los dueños del mundo; es decir, se impone una agenda global que exige un grado de gobernabilidad donde ningún país puede imponer su hegemonía. La gran estrategia de EE.UU. vive hoy un franco disenso bipartidista y enfrenta a una China que no promueve una ideología alternativa para aumentar su proyección en la región. EE.UU. pretende dividir a la región por ideología, por ello excluyó a países con tendencia progresista en esta cumbre. El hecho de que algunos líderes de la región no asistieran a esta refleja el continuo declive del control de Biden sobre el hemisferio y este desafío ha sido el principio de la sentencia de muerte por dividir al mundo. El imperio busca, además, su amplio apoyo en la región contra Rusia y en su ampliación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como su gravitación de los recursos energéticos y la multiplicación de hotsposts (o puntos calientes de biodiversidad) en el mundo, ha reforzado su política y su expansión de esferas de influencia, por ello abrió su antesala a la Cumbre de la OTAN enviando a Barack Obama a España para afinar sus detalles para la cumbre borrascosa de la OTAN, la cual aconteció a finales del mes de junio.

Los representantes del NOM y también de la Tríada del Poder Oscuro hicieron gala de presencia en Madrid, les hicieron la venia a los reyes, para afinar tres estrategias claves para enfrentar a Rusia y a China: mayor gasto para apoyar a Ucrania y más presencia militar ante la "amenaza" rusa, comprometiéndose EE.UU. en aumentar su presencia militar en toda Europa; la segunda estrategia, según el concepto de la OTAN, Rusia es "la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los aliados, para la paz y estabilidad de Occidente", por ello se prepararían ante un ataque contra alguno de los aliados; mientras que el tercer concepto estratégico se identifica a China, por primera vez, como un "desafío sistémico para la seguridad euroatlántico". Según el secretario de la OTAN, Stoltenberg, esta organización se enfrenta a una era de competencia estratégica. La fuerza militar de China, sus armas nucleares y su defensa hacia su territorio taiwanés colocan los ojos de los oscuros sobre el país más poblado del mundo. Los países que llevan destacados en la carrera armamentística desde hace décadas son Rusia y EE.UU.; sin embargo, en los últimos años China ha comenzado a crecer en este ámbito, desde el año 2013 ha apostado por desarrollar sus armas de alta tecnología y renovar su ejército, de modo que se ha convertido en una gran fuerza militar que, de unirse a Rusia, podría poner en la cuerda floja al imperio. No se trató en esta cumbre las armas biológicas halladas en Ucrania, de los pájaros numerados, entre otros experimentos biológicos en la frontera rusa dentro de Ucrania. Rusia presentó varios documentos y pruebas que evidencian el financiamiento oficial del Pentágono, nombres de personas y empresas estadounidenses, así como la ubicación de 36 laboratorios, que entre otras cosas confirman los experimentos del COVID19, lo que ratifica que este virus fue creado por el NOM, el poder oscuro, por los asesinos de este planeta.

Las cumbres de las Américas y de la OTAN no son más que el síndrome de las potencias frustradas. La primera se niega a recibir órdenes del imperio y paradójicamente la segunda se rinde al imperio, lo cual debilita el poderío de la U.E., lo cual pone en duda en realidad de quien gobierna en este otro lado del mundo. El imperio ha sometido a Europa a favor de su política armamentista, exponiendo a sus ciudadanos al incremento del costo de los servicios básicos de energía y de alimentos. Pareciera que los europeos olvidan lo vivido con Hitler quien quiso ser el dueño del mundo, y con su verbo conquistó una serie de naciones haciéndoles creer que su sangre era de raza pura, acabando con una humanidad que fue víctima no solo de él sino de quienes le siguieron, hoy están reflejados en la misma Alemania, el Reino Unido, España, Francia y Ucrania. Los hipócritas de esta cumbre, sus líderes oscuros, se muestran como los salvadores del mundo, apoyados por los medios y un conglomerado de redes que están a merced del poder oscuro. Los ciudadanos europeos ya sufren las consecuencias de esta guerra, están en una crisis de emergencia creada por Biden, por iniciar el proceso de sanciones contra aquellos países que apoyan a Rusia y contra la misma Rusia. Los efectos serán terribles sobre todo en la temporada de invierno, los lamentos y protestas serán de topo tipo, a pesar de la tecnología desarrollada por la OTAN hay mucho temor respecto del poder armamentístico que Rusia ha desarrollado. Putin ya advirtió a la U.E. y al imperio que si continúan apoyando a los nazistas ucranianos se puede estallar una guerra mundial, sería la hecatombe para todos los habitantes de este planeta. No hay diferencias en estas cumbres con la de aquel 1826: el imperio atentando y los despiertos haciendo posible el concepto de la libertad humana. El destino de los hombres de bien es desarrollar una civilización que haga tangible el ese concepto en función de que este alcance un nivel superior espiritual. La humanidad no puede seguir en este letargo de imposición del imperio y sus aliados. El NOM nos gobierna, nos dirige y controla. Ante el fracaso que se avecina en todos los ámbitos para el imperio, la humanidad debe estar despierta y unida, porque los desafíos a enfrentar son muy duros, pero también de libertad.

Fecha: 18/07/2022

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