La historia universal juzgará a los políticos, quienes bajo una constelación de partidos buscan una dimensión global distinta a los intereses del pueblo, sin saber quiénes representan. Es que, existen más alianzas que manejan modernos instrumentos de poder y, algunos vienen fracasando en determinados proyectos que simbolizan una burocracia poderosa a cuesta del pueblo que, en ciertas ocasiones es subyugado por otros continentes no afines a su cultura.
En tal caso, se busca organizar Estados totalitarios, cuyos presidentes duren más tiempo del debido, teniendo posesión de un parlamento. De allí se pasa al Estado popular con un proceso de selección en la lucha competitiva. Es un patronazgo de control personal, supervisadas bajo un ideario hostil.
Occidente ha vivido una asistencia monacal y, donde algunos se atreven hablar de puritanismo, es la racionalización de la piedad, bajo la interpretación de una ética análoga.
No es, pues, un azar que se diese el nombre de metodista a los adeptos del último gran renacimiento de las ideas puritanas en el siglo XVIII, es el discurso de una vida que viene desde la antigüedad y se viene desarrollando mediante las distintas dispensaciones, ya vamos por la sexta y penúltima. Hoy, nos encontramos bajo una concepción reformada de la realidad y tiene un carácter ascético, porque es una oposición al catolicismo y resulta que la mayoría que ocupan cargos institucionales, ahora son evangélicos pentecostales y para asegurarse, en nuestro caso acordaron en Miraflores una lealtad oscurecida en los partidos políticos que en nuestro caso es el G4, Guaidó y Henry Ramos Allup, más allá están Bernabé Gutiérrez y Alfredo Fermín.
Entonces, estamos en medio del hombre anárquico y asistemático, sustituido ahora, mediante un discurso y un sentido vergonzoso de la existencia.
Sartre, mando bien lejos a todos los izquierdistas, después que lo quebraron y Beauvoir Simone se refugiaba en la habitación del hotel donde fijo su residencia para que los árabes no la invitasen a conocer Arabia Saudita, sin olvidar la invitación de los judíos para visitar Tel- Aviv. Bueno, Sartre adopto una niña judía que la vio crecer bajo su manto.
Es la crisis de las religiones, alrededor de una gran estrella nocturna vista del Sahara. De verdad, Sartre que era un maoísta se confundió con los hombres de tendencia comunista y al final, tuvo que decir que era imperialista, en Venezuela, los socialistas se dicen de izquierda y les gusta el dólar y tener un Boeing que los trasladen a Nueva York a tomarse una foto. Es una disputa que se ve a legua y la ministra Santaella ya fue y entro en el círculo de la gente importante del bolivarianismo, mientras el pueblo viene soportando los criterios para manejar el dólar y la devaluación del bolívar.
Se necesita una reconciliación con una copa y tener invitado a los evangélicos en la mesa para que los bañen con aceite de oliva virgen y los curas con agua bendita.
Hay indignación, porque de nuevo estamos colonizados y se está produciendo cierta sensación que nuestro presidente Maduro se está encarnando en una figura Iraq uí
Es el tiempo de las encarnaciones. Krishnamurti, señalo que, "¿Hay un espejo así en el cual podamos ver con exactitud y precisó, lo que realmente somos?
Hay una total confusión en el mundo y, la guerra esta en marcha y, Europa se deconstruye para vivir la muerte, como lo viene haciendo Chile y Venezuela, Cuba y Nicaragua. Se necesita una gran libertad y amor por la patria y, el mundo, necesitamos holística y dejar el cinismo atrás. Hay que tener pasión para cumplirle a Venezuela y el mundo.