Diario de una Cuarentena: Capítulo Cuatrocientos Cincuenta y Cinco

Datos adicionales arrojados en las elecciones generales en Brasil del pasado domingo 2 de octubre

Martes, 04/10/2022 12:52 PM

A 933 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el incio de la semana 134 de esta contingencia, y siendo el martes 04 de octubre de 2022,como lo señalé en la entrega anterior, me he topado con datos adicionales respecto a los resultados de los comicios generales celebrados el día domingo en la República Federativa de Brasil.

Por ejemplo, en el caso de las gobernaciones de los 27 estados que conforman la geografía brasilera, se definieron 15 de esas 27 en primera vuelta. De esas 15, partidarios y aliados de Bolsonaro obtuvieron 10 gobernaciones y los partidarios y aliados de Luis Inácio "Lula" Da Silva obtuvieron 5. Quedan todavía 12 por definir en segunda vuelta, para poder tener el panorama completo de la gobernanza de Brasil para los próximos 4 años.

Por ello, señalé oportunamente que no solamente debíamos ver el triunfo de las presidenciales entre Lula y Bolsonaro, sino la correlación de fuerzas en el parlamento nacional y la correlación de fuerzas a nivel regional, donde se observa que la ultraderecha tiene ciertos bastiones y fortalezas que no pueden ser despreciados de buenas a primeras.

Por otro lado, ya indiqué que todas las encuestadoras serias en Brasil le daban a Lula un 48% de los votos válidos emitidos, cosa que ocurrió el pasado domingo, más se equivocaron al darle al actual Primer Mandatario de Brasil un 36%, obteniendo este cerca del 44% de la votación, lo cual constituiría una sorpresa, pero ya aportaré el dato que demuestra que no es tal sorpresa lo que algunos analistas pregonan.

Seguramente en las apreciaciones de estas encuestadoras obviaron la fuerza que representan sectores de la iglesia evangélica (fe que abraza el Presidente Bolsonaro, pese a su pensamiento retrógrado y profundamente fascista) y del catolicismo, a favor del actual Jefe de Estado de Brasil. Y ni hablar de las Fuerzas Armadas en ese país, cuya concepción es mayoritariamente de derecha.

He ahí una de las claves del sorpresivo resultado que obtuvo Bolsonaro en esta elección del pasado domingo, que de hecho las dos Cámaras del Congreso Federal de Brasil son de mayoría afectos y partidarios de él.

De ahí que coincida con Miguel Jaimes, analista petrolero y de la geopolítica internacional, que en su artículo titulado: "Lula, un día después…" señale que estas sean las elecciones más reñidas de la historia de Brasil en muchísimos años, y que estos resultados fuesen tan implacables debido al afán o estrategia triunfalista de los sectores progresistas en la región y a los mismos seguidores de Lula.

La estrategia de polarización trabajada por Bolsonaro fue trabajada para un final extremo, que es lo que estamos observando en estos momentos, como lo indica Jaimes en su artículo. Y ya lo hemos señalado algunos y algunas, que las heridas y la posibilidad real de un nuevo Golpe de Estado en Brasil, sea éste parlamentario o la clásica asonada militar están latentes, dadas las opiniones del alto mando militar de Brasil que denotan un afán ultraderechista y radical, lo cual como ya he indicado, es amparado por líderes de la iglesia evangélica y católica en ese país.

Incluso esto fue advertido en su momento y en programas del año 2019 de Walter Martínez y su "Dossier" por Venezolana de Televisión, y el General González Cárdenas (cuanta falta hace ese programa y entrevistados como ése en nuestra Tv en estos momentos) así que esto no es nada nuevo oculto bajo el sol, sólo que nuestra memoria está muy frágil.

Igualmente advierte Jaimes que la autonomía del Tribunal Supremo Electoral de Brasil ha quedado a punto de ser rota por el presidente Bolsonaro. La barra ha sido doblada al punto que pudiera hablarse de zurcir el telonazo forzado desde los palacios de la Alvorada y Planalto.

Un fenómeno curioso que señala Jaimes en su escrito es que la mayoría de las capitales de Suramérica, con honrosas excepciones (Por ejemplo Caracas) son gravemente opositoras y no dudaran en apoyar a la ultraderecha.

En estos momentos, Brasil y Lula se juegan el liderazgo suramericano y los comicios a escenificarse dentro de tres semanas, lo reitero, tienen una importancia geopolítica estratégica y vital dentro de la correlación de fuerzas no sólo de América Latina sino del mundo. Tan es así que desde el día de ayer Anthony Blinken, Secretario de Estado de EEUU durante el gobierno de Joe Biden ha iniciado desde el día de ayer una gira por Colombia, Chile y Perú. ¿Qué lectura darle a esta gira en estos momentos?

El actual liderazgo suplantado por México ha dejado resquemores en sectores económicos y políticos ahora han depositado su confianza de recuperación en Lula, pues Bolsonaro aisló al país, se autobloqueo y por eso a los mismos gringos le resultan una amenaza su intransparente relación —entre otras cosas— con Rusia.

Hay una clara definición de derecha y de ultraderecha en la sociedad brasileña y los actuales resultados lo han demostrado. También queda demostrado que Bolsonaro no es su líder y que su estupor y ataque reaccionó en todo su mandato queriendo alejar a Lula, lo que hizo fue tenerlo vivo en la palestra diaria de la política, y esto lo llevó a cometer muchos errores.

Ese error fue reconocer a un contrincante el cual aprovechaba todos los escenarios para estar siempre en la palestra noticiosa. Bolsonaro hizo crecer a Lula, nunca dejó morir su presencia siendo muy torpe y a la vez muy hábil en conquistar un electorado de ultraderecha.

En estas elecciones queda muy claro el alto porcentaje de electorado acomodado hacia la ultraderecha. Por eso en Brasil la pelea de aquí a la segunda vuelta será con ese radical sector y ya esto fue sentenciado por su actual mandatario.

Como señala Jaimes, Lula debe tener mucho cuidado en esta nueva pelea. Cuidarse en las respuestas, sin utilizar las acostumbradas en estos casos. Como fenómeno político Sudamérica y en este caso Brasil puede representar la consolidación de una nueva ultraderecha.

Pero en este caso la liebre no debe cuidarse de la serpiente. Tampoco debe desafiarla, pero mucho menos esconderse. Tampoco en que deba caminar a su lado. Lula debe moverse en un electorado organizado más allá de las grandes ciudades y debe dar la pelea en las grandes urbes.

Por eso Lula en su discurso posterior a la divulgación de los resultados de las elecciones por parte del Tribunal Supremo Electoral de Brasil, señaló que para ganar la elección, Sao Paulo es clave. Y está muy claro en eso.

El voto progresista de las favelas debe impedir que se voltee a favor de Bolsonaro.

Muchos entienden el reciente giro de la política como el camino planteado desde Donald Trump, hay que aceptarlo, es el escenario político—sudamericanos surge un crecimiento de ultraderecha. Ciertamente este camino dejó muchos adeptos, veamos el caso de la pérdida del referéndum chileno. Nadie quiere parecerse a otro sector ni con máscara prestada momentáneamente, cada quien desea manejar su propio destino y es allí donde debe estar estratégicamente la pelea de Lula.

No es la pelea contra Lula. Es la pelea de Lula un día después. Justo esa pelea está en las grandes ciudades más pobladas de Brasil que son los lugares donde se debatirán el poder de los votos representado en la manipulación de la famosa segunda vuelta y la cual ninguno hasta ahora ha decidido enfrentar y cambiar esa arma de la ultraderecha heredera de las corrientes militares en la región.

Así están planteadas las cosas en Brasil, a 20 días del balotaje presidencial.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y patria socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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