Si la OEA aprobó el 11 de noviembre 2022 la contratación de una compañía externa para que investigue si su secretario general Luis Almagro quebrantó reglas de la institución al involucrarse sentimentalmente con una subordinada, esta acción posiblemente penal además de política, defrauda a los escasos defensores de semejante individuo sin duda el peor en el ejercicio de dicho cargo, en la historia de la OEA se ha dependido mucho de obedientes disimulantes a las órdenes de la burocracia washingtoniana.
La resolución presentada por Antigua y Bermuda y Uruguay recibió el voto favorable de 30 delegaciones, solo dos se solidarizaron con Almagro y un delegado estuvo ausente. El interpelado que ha sido soez en numerosas oportunidades, aseguró que apoya la resolución y reconoció su relación con la funcionaria, alegando que era "prácticamente conocido de todos". No le queda más remedio a este esperpéntico que reconocer sus metidas de extremidades inferiores, un sujeto que se siente como en una novela defensor del amor y en sus estrechos argumentos dijo "Ella fue mi partner por tres años, aun cuando nuestra relación terminó hace meses".
La empresa que investigará a Almagro comunicó que esta responsabilidad recaerá en un grupo de trabajo integrado por los países miembros del Consejo Permanente y el secretario de Finanzas de la OEA. Resolución que contempla entregar un informe en tres meses, después que se haga efectivo el compromiso de adoptar medidas oportunas a partir de los hallazgos reportados, esencialmente si mientras Almagro estaba involucrado sentimentalmente con la funcionaria, infringió normas de supervisión, incrementó salarios sospechosos e hizo o permitió intimidaciones.
Se indagará la denuncia formulada por un informante anónimo según la cual una exempleada de la residencia oficial de la OEA fue maltratada física y verbalmente por la excompañera sentimental del secretario general, Almagro optó por despedir a la afectada por su "partner" y ahora los investigadores tendrán que establecer la causa del cese laboral, determinando si el alto funcionario estaba al tanto de los abusos de su amante.
La resolución para contratar una instancia externa y realizar las pesquisas se derivó de una sugerencia del inspector general de la OEA, quien ya realizó indagaciones preliminares sobre este caso. Una fuente española conocida adversaria de Venezuela como lo es la agencia de noticias EFE, indicó que la expareja de Almagro se incorporó a la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA en el 2013, con el cargo de "especialista" y en los últimos años en realidad ejercía de facto como asesora directa del secretario general.
Documentos internos referidos por la agencia española indican que al iniciar sus nexos directos con Almagro, la mujer recibió varios ascensos a instancias de su jefe y amante, a contrapelo de lo que establece el reglamento de la OEA, pues quienes tengan una relación íntima con algún miembro del personal o un proveedor de servicios estarán impedidos para supervisar o evaluar personal y no podrán participar en ningún proceso en el que se tome o examine una decisión administrativa, que afecte los intereses de la persona señalada.
Despido este comentario ácido sexual que en mí no es usual, pero considero necesario desenmascarar a este Almagro archi enemigo de Venezuela, reseñando que cuando estalló el escándalo aseguró que nunca había contravenido las normas y que tampoco ejerció como supervisor de ninguna persona relacionada con él, en otras palabras, quien llaman en la OEA "mono blanco", hace méritos para no concluir su segundo mandato que finaliza en 2025 y probablemente se verá forzado a renunciar, si alguna instancia en la OEA promueve su destitución. A Almagro lo pierde no solo el sexo sino su prepotencia sin pizca de vergüenza.