1, Después del golpe de Estado al presidente papanatas Francisco Madero, encabezado por militares y el embajador yanqui en febrero de 1913, han transcurrido 109 años sin ninguna amenaza; en México en esos años de "paz", alrededor de mil personajes, sus hijos y sus nietos –estrechamente asociados con los altos políticos de turno- han sometido al país (hoy de 134 millones de habitantes) a extensa pobreza, miseria y hambre.
2. Madero, fue el hijo burgués de hacendado que estudió en el extranjero. Encabezó una llamada revolución en 1910 que logró la renuncia y el autoexilio del viejo dictador después de gobernar 34 años. Sin embargo, Madero en vez de rodearse de revolucionarios magonistas, zapatistas, orozquistas, y resolver protestas, se dedicó a reprimirlas. Prefirió confirmar a funcionarios del gobierno anterior, incluso al mismo ejército. Era el gobierno de Porfirio Díaz sin "Don Porfirio".
3. Al presidente Carranza en 1920 le dieron un golpe de Estado por Álvaro Obregón y su grupo Agua Prieta, pero de otro estilo; lo obligaron a defender y huir, terminando asesinado. Así como también el "jefe máximo" Calles obligó al presidente Ortiz Rubio en 1932 a renunciar a la Presidencia. Pero esas experiencias de golpes de Estado o renuncias obligadas, enseñaron a los presidentes que todos deben subordinarse a los más poderosos empresarios.
4. Por ello el presidente actual, López Obrador dijo ayer: "Para 2023 habrá más inversión y más empleos", aseguró al concluir un encuentro con los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios (CMN). Por ello también Antonio Del Valle, líder del organismo, que agrupa a los más acaudalados del país, comentó que la iniciativa privada tiene confianza en que las consultas en materia energética solicitadas por Washington en el marco del T-MEC, así como la queja por la prohibición de maíz transgénico alcanzarán acuerdos benéficos.
5. Por esa unidad indisoluble de besos y abrazos, de grandes empresarios y altos políticos, se ha caracterizado a la revolución 1910-17, como burguesa; aunque en última instancia, a pesar que algunos de los altos dirigentes de una revolución se hayan autocalificados de marxistas, izquierdistas radicales (como en Rusia, China, Cuba) la realidad es que lo que han construido –muchas veces oponiéndose- son economías o sociedades burguesas, capitalistas.
6. Como dirigentes irreductibles pueden salvarse de la condena histórica, pero nada pudieron hacer, no alcanzaron escapar, del sistema mundial que se imponía a la fuerza; obviamente muchos oportunistas sin convicciones firmes, se acomodan a su gusto. Me imagino cuando los padres buscan afanosamente orientar a los hijos hacia un rumbo autónomo de reflexión, de lucha sin entender que la poderosa sociedad capitalista, con sus luces y colores, consumismo y entretenimientos, los envuelve hacia otro camino.