1. Perú tiene 33 millones de habitantes, pero como en casi todo el continente, ha sido gobernado por puro sátrapa, comenzando por el ladrón y asesino Fujimori, hoy justamente en la cárcel. Éste gobernó Perú -después de derrotar en elecciones al escritor derechista y proyanqui Vargas Llosa- de 1993 al 2000. Buscó "el chino" japonés gobernar un tercer periodo, pero en 2005 fue apresado y luego condenado a 25 años de prisión. Sus hijos y seguidores han promovido varios indultos sin resultados positivos.
2. En Perú, como en México y otros países, existe un poderosa clase política y empresarial, que ha reprimido con brutalidad cualquier movimiento de los trabajadores. Admiro, como en ningún otro país, la historia del movimiento guerrillero en Perú que en los años sesenta tuvo una guerrilla llamada el MIR dirigida por Puente Uceda; luego esta misma dio lugar a otras tres guerrillas, entre ellas al histórico Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que luego empató con el movimiento trotskista dirigido por Hugo Blanco y más tarde con el maoísta Sendero Luminoso del comandante Gonzalo.
3. Ello me hace pensar que el campesinado y las clases medias deben estar muy politizados en el campo de las luchas sociales y que hay que esperar en Perú transformaciones profundas si llegaran a colocar a gobiernos comunitarios anticapitalistas. Sin embargo, conociendo el imperio y las clases poderosas el potencial revolucionario del pueblo peruano, han fortalecido a su ejército, marina, aviación, cuerpos policiacos, para perseguir y asesinar a la población.
4. El problema de los pueblos aguerridos es la falta de dirigentes con el mismo carácter. Muchos sólo están esperanzados en negociaciones con la misma burguesía, con el imperio, a fin de que las cosas sólo vuelvan a como estaban antes. Por el contrario, los dirigentes radicales buscan realizar cambios profundos que beneficien de manera directa a los trabajadores. Estas elementales ideas son tergiversadas en los medios de información con el fin de confundir y desanimar la lucha.
5. Tengo la esperanza de que el Perú del gran dirigente y pensador Mariátegui vuelva a brillar con sus "Siete ensayos" en ese gran país. Con sus relativamente pocos habitantes con respecto a Brasil y México, Perú por su historia de luchas, puede convertirse en país vanguardia de la izquierda radical. Quiero que en menos de un mes la usurpadora y traidora presidenta y todos sus cómplices estén en la cárcel; que el nuevo gobierno convoque a organizar comunidades libres e igualitarias que le den otro rumbo al país.