De los "laboratorios de ideas" manejados por "grupos de expertos" al servicio del Capital ha salido una enorme cantidad de artículos de opinión, artículos académicos, documentales, panfletos y libros de diversos géneros literarios argumentando que los problemas que sufren las y los trabajadores en los países capitalistas, avanzados, intermedios y atrasados, se deben a cuestiones de género, "raza", cultura, lenguaje y etnia, por mencionar algunos. De esta manera se busca distraer la atención de la clase trabajadora y enfocarla en asuntos que si bien son relevantes no son determinantes de las condiciones de explotación que esta clase vive bajo el capitalismo. La campaña de distracción ha sido sumamente efectiva, el Capital cuenta con un enorme poder mediático y educativo que le permite moldear tanto la forma como el contenido de nuestro pensamiento. Pero siempre se abre una brecha, siempre se le van las costuras por algún lado al sistema. Su control de la realidad y de las ideas acerca de ésta no es total. La mayoría de las veces la realidad muestra la falsedad de las ideas que buscan justificar el estado de desigualdad e injusticia en el capitalismo por la "raza", el género, el sexo, la etnia, etc. Un incidente reciente de brutalidad policial, que no fue posible ocultar por los medios al servicio del Capital, sacó a flote una vez más uno de los males de la sociedad estadounidense y lo reveló en su verdadera dimensión.
Una vez más, la víctima fue un hombre joven negro de 27 años, su nombre Tyre Nichols. Una vez más, la furia policial fue desatada por un incidente menor de tránsito. Una vez más, por temor a la policía Tyre Nichols corrió y trató de buscar protección. Cinco policías arremetieron contra un hombre desarmado y que no significada ningún peligro para sus vidas. Lo dominaron en el piso, una vez allí lo golpearon salvajemente con bastones y patadas, y por último uno de los policías lo levanto y lo lanzó contra una de las patrullas. Tyre estuvo en el suelo por más de veinte minutos sin recibir ningún tipo de ayuda de parte de los policías. Personal paramédico llegó al lugar en una ambulancia y lo trasladó a un hospital donde murió dos días después. Esta historia tampoco es exclusividad de la cortesía policial estadounidense, esto ocurre con mucha frecuencia en todos los países capitalistas. Los cinco policías involucrados en este incidente que le costó la vida a Tyre Nichols son negros.
Este trágico y lamentable incidente nos revela que la represión que sufre la clase trabajadora bajo el capitalismo no tiene su origen en la "raza" ni en ninguna otra condición humana, sino es propio de la naturaleza del capitalismo. Los policías negros, latinos, amarillos, rojos, blancos, verdes y de cualquier otro color son eso, policías, su trabajo es reprimir a la clase trabajadora, mantenerla a raya, recordarle a diario quien está realmente a cargo. El origen de la brutalidad policial no hay que buscarlo en el racismo, es un problema de clases sociales.