El 15/02/23 en la revista electrónica "ALAI" Claudio Katz publicó un extenso artículo intitulado "Discusiones en la izquierda latinoamericana" (ver https://www.alai.info/discusiones-en-la-izquierda-latinoamericana/). Allí aborda, entre otras, la situación de Brasil y se pronuncia acerca de la actitud actual asumida ante Lula por el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) salido de una escisión del Partido de los Trabajadores ocurrida hace dos décadas. Y lo hace a la luz de lo que considera que la izquierda (de intención poscapitalsita) debe hacer ante lo que caracteriza como insuficiencias de los gobiernos llamados progresistas. Un punto central de la posición de Katz consiste en afirmar que la izquierda de intención poscapitalista debe exponer y discutir más esas insuficiencias.
Aquí me propongo problematizar dos puntos de la tesis de Katz. En primer lugar, que no dice en relación a qué propuesta concreta de superación del capitalismo considera insuficientes a los gobiernos progresistas (como los tres encabezados por Lula). Y en segundo lugar debatiré el rol y alcance de la discusión de tales insuficiencias por parte de la izquierda que defienda esa propuesta superadora del capitalismo.
La primera cuestión cobra toda su relevancia a la luz de las enormes dificultades que enfrenta desde hace seis décadas, y especialmente agravadas hoy, la única experiencia latinoamericana concreta que se propuso avanzar hacia el socialismo: Cuba.
La segunda cuestión me remite a la posición acerca del debate en la izquierda adoptada por el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, de Uruguay, cuando nació en la década de 1960.
1. ¿Qué se puede proponer hoy para intentar superar el capitalismo en perspectiva ecomunitarista?
En lo económico defendemos una economía ecológica y sin patrones, que en lo inmediato se apoye en un fuerte sector estatal de empresas estratégicas controladas/corregidas por sus trabajadores y la comunidad, y en una multitud de cooperativas para el restante de la actividad económica. El carácter ecológico de la misma incluye el uso progresivamente exclusivo de energías limpias y renovables (como la solar y la eólica), la adopción de la reducción-reciclaje-reutilización de insumos y residuos, y la renuncia a los transgénicos y agrotóxicos para practicar una agricultura enteramente orgánica. Esa economía debe orientarse a hacer realidad el principio "de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad".
En lo político defendemos una política de tod@s, de más en más basada en el predominio de la democracia directa (en especial a través de asambleas, plebiscitos y referendos, desde lo local hasta lo nacional, aspirando a llegar a lo continental y lo planetario), facilitada hoy por los recursos que ofrece internet. El salto hacia una democracia directa planetaria incluye necesariamente la integración soberana y la cooperación mutuamente solidaria entre los pueblos de A. Latina
En lo educativo proponemos una educación ambiental socialmente generalizada que abarque tanto a toda la educación formal (desde la escuela maternal hasta la Universidad) como a todos los espacios de educación no formal (redes sociales, medios de comunicación, comunidades indígenas, asociación de vecinos, cooperativas, sindicatos, gremios, clubes deportivos, etc,). Esa educación transformadora aborda y encara la solución de los problemas socioambientales que se presenten en cada comunidad (desde lo local hasta lo planetario). Esa educación combate-supera el racismo y la xenofobia, e incluye una educación física cooperativa y formativa (que renuncia al deporte competitivo y contaminado por el dinero), y una educación sexual superadora del machismo y la homofobia.
En lo comunicacional proponemos la expropiación de los actuales monopolios y oligopolios mediáticos en beneficio de los medios comunitarios (en manos de asociaciones de ciudadan@s, como las citadas antes) y de medios públicos controlados comunitariamente.
2. Ahora bien, ante la evidencia de que los gobiernos llamados progresistas no asumen en su práctica esa plataforma con rumbo ecomunitarista, ¿qué papel y alcance tiene la discusión de esa insuficiencia?
La experiencia nos dice (y aquí pienso concretamente en Uruguay) que no fue ni es por falta de exposición y discusión de esa insuficiencia que la izquierda que se propone superar el capitalismo con intención socialista logró encaminar a sus respectivos países hacia ese horizonte. Por el contrario, desde el surgimiento mismo del llamado progresismo esa izquierda no ha dejado de llevar adelante esa exposición y discusión en innumerables panfletos, periódicos, medios de audio o audiovisuales, actos públicos, manifestaciones, pintadas, coloquios, etc. No obstante, a pesar de usar todos esos métodos de la discusión, las opciones políticas de izquierda que critican desde hace 40 años al llamado progresismo uruguayo, nunca han llegado al dos por ciento de los votos en las elecciones.
Ahora bien, ya en los años 60 el MLN sostuvo que era en vano esperar que la hegemonía de la izquierda reformista en el movimiento popular cayera como castillo de naipes ante las incesantes andanadas verbales de sus críticos con intención socialista (en la época fuertemente inspirados por la Revolución cubana). Y propuso que el pueblo sería ganado para la causa de la liberación nacional y el socialismo por una nueva metodología de lucha no practicada por la izquierda reformista: la lucha armada. El MLN comenzó a practicar la propaganda armada y rápidamente creció entre la juventud (en especial estudiantil, pero también en sectores asalariados urbanos y rurales), alcanzando una influencia en el panorama político del Uruguay que nunca había tenido ni por asomo la supuesta izquierda revolucionaria verbalista. En sus acciones de propaganda armada (que incluían las arengas orales y la distribución de panfletos) el MLN divulgaba sus ideas por la liberación nacional y el socialismo, sin nunca criticar a las fuerzas de la izquierda (que, en su mayoría, consideraba no consecuentemente revolucionarias).
Mi hipótesis es que esa gran influencia conquistada rápidamente derivó de la admiración que despertó entre la juventud (y otros segmentos sociales) la conducta y mensajes de personas que se jugaban la vida y la libertad en nombre de sus ideas; o sea, que surgió por un factor afectivo que no se encuentra en el universo de las discusiones.
Luego el MLN será militarmente derrotado al proponerse pasar al ataque directo de las fuerzas militares defensoras el capitalismo, pero esa es otra historia que no cabe abordar aquí. Lo notable es que tras la dictadura que se instala explícitamente en 1973 y cesa formalmente en 1985, toda la acción previa a la derrota dio como fruto tardío en 2009 nada menos que la elección a la presidencia del país de alguien que fue votado precisamente por la condición de tupamaro (que sufrió más de una década de la más dura prisión): José Mujica.
Que en su actuación legal éste haya renunciado a las banderas del MLN es otra historia que tampoco cabe analizar aquí. Pues lo que queremos traer a colación en relación a las tesis de Katz es la pregunta sobre si en vez de más exposición y discusión de las insuficiencias de los gobiernos llamados progresistas, no es indispensable que la izquierda que quiera avanzar hacia el socialismo (ojalá que en perspectiva ecomunitarista) invente nuevas metodologías (como lo hizo el MLN en su momento, y distintas a las de las fuerzas que dan origen y sustento a aquellos gobiernos) para disputar la hegemonía en el movimiento popular y en la ciudadanía en su conjunto.
Bibliografía mínima
Sirio López Velasco, Ética ecomunitarista (2009); disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774
y en https://www.scribd.com/document/557262193/Etica-ecomunitarista
" ", Contribuição á Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista" (2017), disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio