La filtración de los documentos del pentágono es el hecho planificado que abrió las puertas, para lanzar a la atmósfera ideológica, el desesperado clamor por salvar al fascismo occidental de la derrota.
Declaraciones encubiertas con estatuillas de Óscares de la Academia Cinematográfica estadounidense prestada por Sean Penn a Zelensky. O también forrando el discurso electoral de los descendientes de Kennedy, "mi hijo (Conor Kennedy) estuvo en el frente de guerra (en Ucrania) defendiendo la democracia".
Cosas de la vida, en un reciente discurso para Marruecos, el socialista Pedro Sánchez no solamente mintió, sino que cínicamente tergiversó la historia de la guerra civil contra el gobierno fascista español de los años 30 del siglo XX. Negó que las brigadas internacionalistas y la Unión Soviética prestaron ayuda para luchar contra la dictadura fascista de Franco.
Y así, hasta Luke Skywalker, metió la pata apoyando las brigadas fascistas de Azov comparándolas con los rebeldes que luchan contra el imperio en la Guerra de las Galaxias.
Por su parte Suiza, Suecia, Finlandia, rompieron su cacareada neutralidad y se afiliaron a la OTAN. Su silencioso pasado de apoyo al fascismo, se rompió y se puso al descubierto.
Son más de 165,000 millones de dólares que Washington, Europa el FMI y el BM gastan en Ucrania para el mantenimiento de la guerra contra Rusia. También, son cantidades asombrosas de armas que han vendido a Ucrania, llevando la escalada de la guerra a estados peligrosos de un conflicto mundial nuclear.
Hollywood, el Pentágono, la Casa Blanca, la OTAN, la Unión Europea, el llamado Occidente Colectivo, incluidos Canadá, Japón, Australia y Corea del Sur también personajes como Sean Penn, Conor Kennedy, Luke Skywalker, Pedro Sánchez, Von der Leyen, Sholtz, Borrel y su Jardín y los izquierdistas socialdemócratas. Se decantaron al abismo fascista, tergiversando las realidades históricas de las causas, el origen y desarrollo, de la guerra contra Rusia en Ucrania.
Cuando se ve que los documentos del pentágono dieron carta abierta al pedido de ayuda mundial para salvar al fascismo que está siendo derrotado por Rusia; Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Brasil deciden otra posición: junto a Rusia se declaran a favor de la paz y el multilateralismo.