Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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*/Rusia y sus aliados celebran el 9 de Mayo con la vívida convicción de derrotar al Nazismo y la agresión imperialista./*
Rusia celebra el Día de la Victoria el día Lunes 9 de Mayo conmemoración anual de la derrota de la Alemania Nazi. Esta fecha, marca la rendición oficial del Tercer Reich ante las fuerzas aliadas.
Sin embargo, es verdaderamente notable que de los tres principales aliados durante la Segunda Guerra Mundial –Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética—es Rusia quien está sola continuando la celebración de la histórica victoria con semejante brillantez y profunda y emotiva reverencia.
Durante los últimos 77 años desde el original Día de la Victoria ha habido una notoria disminución en los estados occidentales en la importancia de la ocasión. A diferencia de Rusia donde toda la nación se reúne en procesiones, actos y celebraciones –que culminan en la imponente parada militar en la Plaza Roja –en duro contraste, en los estados Occidentales la ocasión a penas se saluda.
Esto en parte se debe al hecho que muy pocos veteranos de guerra están vivos. Pero también y más aún quizás dentro de la población rusa existe un perdurable y apasionado sentido de qué significa el histórico evento. Después de todo, cerca de 30 millones de ciudadanos soviéticos perdieron la vida durante la horrible guerra y su recuerdo es llevado adelante con orgullo por las familias y las generaciones venideras. La memoria colectiva de semejante e inmenso sacrificio por la seguridad de otros es indeleble.
Existe un factor más profundo y más políticamente estructural que pertenece a la naturaleza del estado imperialista occidental. Esa naturaleza ha estado escondida durante muchos años por un cuidadoso control de los medios de prensa y una mitología de auto engrandecimiento de las supuestas virtudes occidentales.
Este año el Día de la Victoria adquiere una renovada importancia y una asombrosa relevancia. Rusia ha asestado un golpe fatal a los herederos del nazismo del Tercer Reich mediante el lanzamiento de una intervención militar de carácter defensivo el día 24 de febrero en Ucrania. Durante ocho años la población de habla rusa de Ucrania ha soportado perversas ofensivas de parte del régimen de Kiev apoyado por la OTAN.
Un pacto internacional de paz planteado por Moscú el año 2015 (apoyado por Francia y Alemania) fue descaradamente ignorado y eventualmente repudiado por el régimen de Kiev, una inadmisible traición de un deber legalmente obligatorio ante el cual las potencias occidentales y sus medios de prensa hicieron una cínica vista gorda. Encima de todo eso, el régimen de Kiev y sus autoproclamados regimientos nazistas Azov estaban sigilosamente planificando lanzar una agresión en grande contra el pueblo étnico ruso en el Donbass cosa que fue frustrada por la intervención de Rusia. El régimen de Kiev fue instalado mediante un golpe de estado apoyado por la CIA el año 2014 que violentamente derrocó al presidente elegido. El evidente propósito del régimen fue la desestabilización de Rusia y adelantar una amenaza de toda la OTAN contra Rusia. Tal amenaza estuvo siendo organizada todo el tiempo con la instalación de misiles estratégicos norteamericanos en Europa y el patrocinio de laboratorios de guerra bacteriológica en Ucrania por parte del Pentágono.
Resulta obvio que el actual conflicto en Ucrania es el resultado de un largo proceso de agresión diseñado contra Rusia por la OTAN. Incluso el Papa Francisco, Católico Romano, ha reconocido este hecho, solo para que él fuera arremetido….
por los medios de prensa occidentales tildándolo como un teórico pro ruso de la conspiración.
En tanto las fuerzas rusas lograron liberar el Donbass luego de ocho años de ser constantemente sitiado por parte de las brigadas nazis, los habitantes ahora cuentan…
los horrores bajo los cuales ellos vivían. Los regimientos Azov y otros batallones entrenados y armados por la OTAN quienes de manera desembozada glorificaban a los escuadrones de la muerte de las SS Nazis, impusieron el terror en el Donbass desde donde también disparaban contra las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. Aproximadamente catorce mil personas fueron asesinadas durante los ocho años de violencia de la OTAN apoyada por la Unión Europea. No hubo una sola palabra de condena que fuera emitida por los medios de presa occidentales durante todo ese tiempo.
El régimen de Kiev continúa empleando armamento de la OTAN para atacar áreas civiles en el Donbass cada vez que tienen la oportunidad. Es totalmente evidente que los medios de prensa occidentales no informan nada crítico acerca de los regimientos nazis, sobre sus criminales tácticas genocidas o sus vínculos con la OTAN.
En realidad actualmente los medios de prensa occidentales alaban a los "valientes" defensores en contra de la "agresión" rusa. Estados Unidos, sus aliados de la OTAN y la dirección política de la Unión Europea siguen hoy en día enviando armamento hacia el régimen que es la moderna encarnación del Tercer Reich en Europa (a pesar que la figura presidencial es judía) y por supuesto que los medios occidentales ocultan esa nefaria configuración. El hecho fatal es que los patrocinadores occidentales de este régimen están creando las condiciones para una Tercera Guerra Mundial.
Los eventos en Ucrania y la agresión de la OTAN que creó el conflicto y lo mantiene, sirve para poner en evidencia que el militarismo y la violación del derecho internacional constituyen una perdurable amenaza contra la paz mundial a pesar de la derrota de la Alemania Nazi hace setenta y siete años. Rusia es consecuente con su conmemoración del Día de la Victoria. Las potencias occidentales solo lo mencionan pero, de manera despreciable, su conducta acerca de Ucrania es clara evidencia que ellos ahora están empíricamente más cerca del derrotado Tercer Reich que de los supuestos aliados victoriosos.
Esta podría ser una conclusión desorientadora e incluso increíble. Décadas de alardes occidentales y mitología mediática han reclamado la victoria de los aliados contra la Alemania Nazi casi a mano limpia. En especial Estados Unidos que gusta de acicalarse y auto congratularse acerca de la "liberación" de Europa del fascismo. El histórico y central papel de la Unión Soviética hace tiempo que ha sido soterrado y devaluado.
Pero, como lo explica el historiador y filósofo, Werner Rugemer….
https://www.strategic-culture.org/news/2022/05/01/nato-the-founding-lie/
esta semana en un detallado artículo para Strategic Culture Foundation, el fin de la Segunda Guerra Mundial fue en realidad solo unos puntos suspensivos para una continua expansión imperialista de Estados Unidos. Este país y la OTAN, su vehículo militar establecido el año 1949 propagó la mentira de la Guerra Fría y la "defensa de Europa contra la Unión Soviética" como una cobertura para el imperialismo norteamericano. Como Rugemer lo señala, la expansión de la OTAN hacia el Este desde el fin de la Guerra Fría es la continuación de un proceso hegemónico de conquista y de violación de la Carta de Naciones Unidas desde el fin de la Guerra Fría. Las guerras iniciadas por Estados Unidos en cada rincón del planeta durante los últimos setenta y siete años constituyen el corolario del hecho que Estados Unidos y sus subalternos imperialistas de la OTAN y de la Unión Europea son los herederos de la agresión Nazi. Prueba de ello es el apoyo político, financiero y militar que ellos están abundantemente aportando al régimen de Kiev mientras sus propias poblaciones y su presionada clase trabajadora sufren el impacto de la guerra económica contra Rusia.
Las celebraciones del Día de la Victoria este año son hoy más importantes que nunca.
Hoy en día son igualmente relevantes. Pero es significativo que este año sea más evidente que nunca lo fraudulento de los reclamos históricos de Occidente acerca de la derrota del nazismo y del fascismo.
Rusia y sus aliados celebran el 9 de Mayo con la vívida convicción de derrotar al nazismo y a la agresión imperial y mantener en alto los principios legales y morales de Naciones Unidas. Resulta obvio y vergonzosamente impactante y de manera evidente, donde se encuentran Estados Unidos y sus aliados.
Y lo que es aún más preocupante: su trayectoria histórica no es una desviación, se trata de un continuum orgánico del Imperialismo Occidental. Lo único que ha cambiado a través de los años es el camuflaje ideológico promotor de mitos que ocultan su malévola naturaleza; y ese camuflaje se está deshilachando crecientemente a tal punto que ya está siendo desechado del todo.
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