Breves notas sobre el alzamiento del Grupo Wagner

Domingo, 25/06/2023 11:05 AM

Los hechos en Rusia el 23 y 24 de junio tiene un impacto mundial. Creemos que es relevante precisar unas primeras impresiones sobre lo sucedido. Para ello no contamos con información de primera mano, salvo lo que llega a través de las redes y medios. Además, no somos especialistas en el estudio de la sociedad rusa. Pero aún así, es un tema muy relevante, incluso para Venezuela, porque el gobierno de Nicolás Maduro es un estrecho aliado del gobierno de Putin. Colocamos aquí un primer análisis de lo ocurrido.

1) El alzamiento del grupo Wagner, encabezado por Prigozhin, implica un revés significativo a la autoridad de Putin sobre las fuerzas militares que ha desplegado en su invasión a Ucrania. No es una simple insubordinación, ni un "alzamiento" en general. Se convirtió en un intento real de sacar del poder a Putin, desarrollando una ofensiva militar que recorrió mil kilómetros, y que ya se aproximaba a Moscú cuando se detuvo debido a la negociación promovida por el presidente de Bielorrusia, Lukashenko. Obviamente, la unidad de mando en el frente de guerra ucraniano ha quedado tocada por esta insubordinación.

2) Ese recorrido de las columnas militares del grupo Wagner, desde la frontera entre Ucrania y Rusia, hasta muy cerca de la capital Moscú, no encontró fuerzas militares que se les opusieran (por lo menos no parecen haber ocurrido combates de relevancia, más allá de escaramuzas). Esta circunstancia implica también un quiebre en la cadena de mando de las fuerzas armadas rusas, sobre todo después del discurso de Putin donde llamó a enfrentar a los traidores, con medidas "decisivas" y "castigos innombrables". Pues esas columnas de tanques y camiones no sufrieron mayores ataques durante centenares de kilómetros dentro de Rusia. Incluso se vio un video donde Prigozhin se reúne de manera amigable con el que se supone es el principal comandante militar de Rostov, la primera ciudad tomada por el grupo Wagner. También resalta la ausencia casi absoluta de la aviación rusa en esta situación. Las columnas del Wagner no fueron atacadas por la aviación, a pesar de que se dirigían directamente hacia el centro del poder político del país. Sin dudas hubo órdenes que no se cumplieron, pues no concuerda la imagen de gran potencia militar que presenta Rusia ante el mundo, con la conducta de sus fuerzas militares para controlar este alzamiento de un grupo mercenario a su servicio.

3) A los mercenarios del grupo Wagner se les ha dado plenas garantías para su regreso al frente de guerra ucraniano. En el caso de Prigozhin, su destino sería Bielorrusia. Pero con impunidad garantizada para todos los alzados. De manera que no se puede hablar de que el alzamiento "haya sido derrotado", como sugieren algunos, incluyendo al presidente Maduro. En todo caso se podría hablar de "empate técnico".

4) Incluso, si se cumplen los rumores de que entre los acuerdos se incluyen cambios en los mandos del ministerio de defensa ruso, más que derrota o empate, se podría hablar de victoria para Prigozhin, quien inicialmente solicitaba precisamente el relevo del ministro de la defensa y del jefe de las fuerzas rusas dentro de Ucrania. Pero esto está por verse. Es lógico pensar que deben haberse producido acuerdos que por ahora no se conocen, pero que deben haber sido muy favorables para los objetivos del grupo Wagner, para que hayan detenido tan repentinamente su ofensiva hacia Moscú y hayan regresado a la ciudad ocupada de Rostov.

5) La reincorporación de los mercenarios de Wagner al frente de batalla en Ucrania va a implicar situaciones de descontrol en cuanto a la estrategia unificada de las fuerzas rusas. El mal ejemplo de esta insubordinación y alzamiento general contra Putin, tiene necesariamente que repercutir sobre el terreno específico del campo de batalla contra Ucrania. Los efectos concretos están por verse. Para Putin, pudiera ser una salida el rescindir el contrato con Wagner y prescindir de sus miles de mercenarios, para evitar nuevos alzamientos futuros. Pero en este caso, la salida del grupo Wagner del frente de guerra ucraniano puede debilitar considerablemente la capacidad de combate de las fuerzas militares rusas. No existe ningún escenario positivo para Putin en este caso, todas las opciones son malas. Si deja a los mercenarios, deja con ellos el mal ejemplo de que la insubordinación tiene impunidad. Si los retira, debilita su frente de guerra y queda expuesto ante la "contraofensiva" ucraniana.

6) Finalmente, Vladimir Putin ha salido muy debilitado de esta corta pero profunda crisis militar que ha vivido Rusia. Se le ha insubordinado un ejercito privado de mercenarios que había utilizado por años en distintas guerras en las que Rusia ha intervenido. Un grupo mercenario dirigido además por un viejo y estrecho aliado personal del mismo Putin. La pretendida segunda potencia militar del mundo se ha enredado hoy ante un pequeño grupo paramilitar que la ha atacado y casi llega a la propia capital. Las consecuencias de esto también están por verse. De lo que no nos queda ninguna duda es que Putin ha pasado el susto de su vida, que le ha ocurrido un revés político no previsto, y que su liderazgo se ha visto muy resquebrajado, de manera pública y notoria. Probablemente deberá recomponer sus alianzas y acuerdos políticos internos, cediendo espacios de poder a determinados grupos de interés civiles y militares, para aspirar a seguir al mando de Rusia, que sin duda es una de las principales potencias militares del mundo y una protagonista del llamado "mundo multipolar" que emerge poco a poco ante el debilitamiento de la hegemonía occidental que ya tiene más de 500 años de existencia. Mundo multipolar que sigue siendo tan capitalista y neoliberal como el bloque occidental encabezado por los Estados Unidos.

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