Crítica ácida

Dilema del PCV y un film del actor azteca Resortes

Viernes, 14/07/2023 04:31 AM

El Partido Comunista de Venezuela PCV, fue el primero fundado en el país como organización política de izquierda siglo XX, es historia. He admirado siempre la valentía de quienes en funciones activistas, fueron perseguidos, apresados, torturados y asesinados, por la dictadura militar de derecha de Marcos Pérez Jiménez y por la dictablanda dizque demócrata representativa, conformada por social demócratas y sus socios social cristianos, estos últimos disfrazados de "católicos", empedernidos derechistas surgidos de un pisa pasito hipocritón, Rafael Antonio Caldera Rodríguez, fundador del tal COPEI Comité Organizador de Políticos Independientes COPEI.

No he sido militante ni nunca estuve cerca de inscribirme en el PCV, pero en mi extensa vida de comunicador social y articulista, iniciada en 1964, me han tildado de comunista cientos de veces, pretendiendo estigmatizarme o aterrorizarme en los tiempos del poder adecopeyano. En el primer semestre 2023 entre lecturas y frente a la TV y el internet, encontré "Dicen que soy comunista" película de comedia mexicana filmada en 1951, protagonizada por Adalberto Martínez Chávez, humorista azteca conocido como "RESORTES", extraordinario bailarín y en honor a la verdad no tan buen actor, provenía de familia muy pobre en Ciudad de México, nacido en 1916, se atrevió a filmar burlándose de la petulancia estadounidense.

En el film "Dicen que soy comunista" RESORTES representa un obrero viudo que vive con su hijo pequeño y lee por casualidad un folleto que promociona al partido comunista local, lleno de esperanza y buenas intenciones decide unirse, pero con el tiempo descubre que los líderes del partido están más preocupados por sus propios intereses y sus bolsillos que, por las necesidades reales de los pobres.

Traslado esta crítica ácida de RESORTES a nuestros actuales directivos del PCV, porque con excepciones le dan puntapiés a la trayectoria del partido y están a punto de adherirse a una candidata de la ultra derecha. Finalizarían su carrera esos "camaradas", respondiendo a la razón del film de RESORTES en la película "Dicen que soy comunista".

Cada uno con su responsabilidad o su oportunismo, conozco militantes sencillos a quienes les molesta la conducta siglo XXI de sus "camaradas" que, ni se llaman así entre ellos porque el PSUV con su penetración de izquierda les arropó lo de "camaradas", en política y en muchas actitudes la fórmula de llamarse entre sí a quienes luchan por una misma causa, es decirse camaradas.

Esta llamada de atención a no dudarlo recibirá explicaciones para contradecirme, las leeré con la paciencia de la tercera edad, sobretodo si como mi persona paso de los 82 con seis meses, al momento de escribir la presente. Vendrán mensajes exentos de vulgaridades porque los camaradas comunistas no utilizan ese verbo infamante, su preparación ideológica no ampara esa conducta contrarrevolucionaria.

Afirman que el término camarada, fue utilizado en la guerra civil española para identificar de comunistas a los republicanos que, a la postre fueron encarcelados, torturados y fusilados por las huestes de Francisco Franco, este bárbaro dio comienzo a la entrega española siglos XX y XXI, todavía sin arrepentirse de haberle entregado a los gringos territorios para bases militares. Ahí están los españoles del PSOE y el PP, haciendo falsos debates cara a cara, que son un face to face pitiyanqui vergonzante.

En nuestra amada Venezuela siglo XXI, sabemos quién es quien, las estructuras partidistas funcionan sin ser estorbadas, la paz se apodera de nuestras actuaciones, no necesitamos falsos cara a cara sin embargo, los opositores llamados escuálidos, demostraron excesiva pobreza y ausencia de fortaleza, desorganizando un supuesto debate entre sus candidatos cayéndose a insultos y descalificaciones, no solo dan pena ajena a la oposición, auto impedidos de hablar buscando una lógica razón, por lo menos una que sea sincera de corazón.

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