1. Nuestra dependencia comercial (venta y compra) se ha realizado en un 70 por ciento, por lo menos, con EEUU. En esta relación los que siempre ganan son los yanquis por el tipo de productos que se importante a México y lo que exporta a EEUU. Muchos piensan que es una situación desgraciada, que no se puede cambiar nunca, por nuestra natural vecindad. Pero si alguna vez hubiésemos tenido algún gobierno con dignidad, con conciencia, con fuerte apoyo de la población, hace mucho que nos habríamos plantado exigiendo nuestro derecho de país independiente. Pero dado que todos nuestros gobiernos se han portado como falderos, como arrastrados, ante los vecinos, pues no ha habido de otra que reconocer que somos "el patio trasero" de los yanquis.
2. Si investigas y reflexionas, probarás que ningún pinche presidente, ni candidato en México ha dejado de lamerles las botas a los presidentes y funcionarios yanquis. Nunca oirás a alguno de estos sujetos reflexionar y decir: "tenemos la obligación de analizar nuestra política económica exterior, la historia de su dependencia, incluyendo a México en el mundo, para encontrar los caminos que ayuden a una política mundial sin dependencias" y todo el análisis profundo que se requiere. Hoy Xóchitl Gálvez, la candidata que puede derrotar a los seis lacayos del presidente, acaba de declarar (ignorando en política hasta lo más elemental) que "tenemos que seguir como esclavos de los EEUU porque países dictatoriales como Cuba, Venezuela, no convienen".
3. Ninguno, por probada y evidente incapacidad, explica nada; simplemente memorizan: "seguiremos siendo falderos de los EEUU". ¿Y los seis arrastrados de López Obrador? No sólo tienen profundo terror a los yanquis, sino un enorme respeto al funesto empresario Salinas Pliego que se burla de AMLO y de ellos mismos untándoles los miles de millones de pesos que acumula cada año. No sólo nos aplasta el capitalismo, el imperialismo, sino que incluso los gobernantes –con el pretexto de la llamada vecindad- declaran que no queda más camino que ser "patio trasero" de los yanquis. La panista Xóchitl Gálvez dijo que el aliado debe ser sólo Estados Unidos, no China; pero la priista Beatriz Paredes consideró que México tiene que convenir con países de Asia, de América del Norte, de América Latina.
4. Dejen que Morena –el nuevo PRI- siga llamándose así; pero la Xóchitl Gálvez debe abandonar eso de "panista" y convertirse en Frentista o Aliancista. No se olvide que los panistas siguen cargando su cruz y de ninguna manera le conviene, no sólo que la liguen con Fox o Calderón, sino con ese religiosismo, clericalismo, que han llenado la historia de México de acciones retrógradas y muy reaccionarias. En México, a pesar de que también el PRI en el gobierno de Salinas de Gortari (1988-94) se corrió de la posición política de Centro a la Derecha para estrechar alianza con el PAN, la historia enseña que el primer PRI fue muy liberal y popular con algunas inclinaciones al llamado "nacionalismo revolucionario, sobre todo en los tiempos de Cárdenas y LEA.
5. El presidente López Mateos, buen orador del Estado de México, llegó a decir que su gobierno (1958-64) era de la "izquierda atinada". La realidad es que eran tiempos de la revolución cubana (1959) y de las grandes manifestaciones de apoyo a la revolución en todo el mundo y a su líder Fidel Castro. En esos años se fundó en México una Conferencia Latinoamérica encabezada por Lázaro Cárdenas, se empezó a publicar la gran revista de izquierda "Política", surgieron muchas guerrillas izquierdistas en América, etcétera. Fue cuando López Mateos dijo que era de la "izquierda atinada"; pero fuera de sus discursos López Mateos siempre estuvo subordinado a los gobiernos de los EEUU: Eisenhower y Kennedy. ¿Y la izquierda real? No avanzó nunca.