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A 50 años del golpe de estado, chile, está en una gran encrucijada, ninguno de los gobiernos posteriores ha reivindicado la voluntad progresista del pueblo chileno, por el contrario, sus errores e indecisiones, llevan a un crecimiento exponencial de la derecha que amenaza ahora con privatizarlo todo y evitará a toda costa la refundación del país con una nueva constitución de avanzada.
Luego del vara palo que se le propinó a indeciso Boris, la Derecha Chilena, viuda de Pinochet, está envalentonada y propone llevar al texto constitucional, con grandes posibilidades de aprobarse, privatizar a toda Chile, sus ríos, sus playas, el Cobre, el Litio, en fin, todos sus recursos naturales y hasta la nacionalidad. Parece una subasta pública, donde solo se esperara a quien más y mejor oferte.
Esta especie de subasta pública de un país, no sé, debo investigar, si tiene algún precedente en nuestros países, pero a primera vista pienso que incluso, ni siquiera el Criminal y Ladrón Pinochet se atrevió a tanto, porque tengo que información, que por ejemplo el Cobre, recurso importante de este país fue nacionalizado en acuerdo con todas las fuerzas políticas.
Luego de esta aprobación en Cámara, nos preguntamos y los intereses supremos de Chile ¿Dónde quedan? La Soberanía Chilena ¿Dónde está? Será posible me pregunto, que la falta de brújula por parte del actual presidente de Chile, su conducta indecisa y la falta de una orientación nacionalista, llevará a ese país, al extremo de colocar a la venta, hasta la esperanza, de un pueblo que votó por él, creyendo en sus propuestas progresistas ¡vaya fiasco¡, el que está viviendo un electorado que pensó en algún momento que con ese nuevo gobierno no sólo se fortalecería la izquierda en Chile, sino, que representaba un apoyo a la correlación de fuerzas que en nuestra región apuntaba hacia el progresismo y la izquierda.
Ya lo habíamos advertido en artículos anteriores, que este nuevo presidente de Chile, asomó desde su investidura, el camino que recorrería a futuro. Durante sus primeras declaraciones a la prensa nacional e internacional, ni siquiera se refirió a los temas relacionados con Chile y a las promesas electorales que ofreció, por el contrario comenzó a diferenciarse y criticar a otros gobiernos de la región, cuando la elemental lógica, lo inducía a tender la mano, comenzar un diálogo, aunque con postura crítica y a construir un frente continental contra las agresiones imperialistas contra nuestros países.
No, el optó por hacerle carantoñas al imperialismo norteamericano y ya está viendo los resultados. La población rechazó en forma mayoritaria el proyecto de constitución que presentó, también el Congreso echo por tierra su reforma tributaria y lo más avanzado en su gobierno, hasta ahora, fue visitar a otro, presidente el de Argentina, que tampoco sabemos el rumbo que lleva y la Argentina, está que arde y punto de explotar.
Explotando las debilidades y desaciertos del gobierno Argentino, también, allí la ultra derecha se encabrita y surge un fantasma del pasado, que reconoce las dictaduras militares, que amenaza también con la privatización, y las masas desesperadas y desorientadas le dan la primera opción para la candidatura presidencial.
De ambos gobiernos, tanto del Chileno como el de Argentina, tenemos ya una buena lección, buena en el sentido de lo que no se debe hacer, indecisión frente al imperio, la falta de atención a las promesas electorales y una visión miope sobre el rumbo que deben tener nuestra naciones en el actual contexto político mundial.
Ya en Chile, había una experiencia previa de privatización de un bien fundamental para la vida como el agua y que hoy los organismos internacionales, consideran que el acceso a ese bien es un derecho humano. Pero a un dictador como Pinochet, le sabía a casabe, el tema de los derechos humanos por eso: En Chile, el Código de Aguas que se formuló durante la dictadura en 1981 –y que sigue absolutamente vigente–, considera a las aguas como un bien social, pero también como un bien económico. Separa la propiedad del agua del dominio de la tierra y le transfiere la prerrogativa al Estado de que sea éste quien concede los derechos de aprovechamiento de aguas a privados de forma gratuita y a perpetuidad, dando origen al mercado de las aguas.
No tengo, en estos momentos la información exacta, pero me parece que es el único o entre los poquísimos países del mundo que han llegado al extremo de privatizar un bien como el agua, vital para la vida de todo ser sobre el planeta
Ahora, los viudos del dictador, aprovechándose de la desideologización del actual presidente, de su falta de rumbo y de la falta de apoyo popular manifiesto, se envalentona y propone llevar a la Constitución de Chile, la privatización de todo cuanto hay a lo interno de sus fronteras.
Viendo el panorama y observando lo que pareciera, que las fuerzas de izquierda en Chile parecen disminuidas, nos preguntamos ¿Hasta dónde el pueblo chileno puede soportar este avance retrógrado que amenaza la propia soberanía del país?, ¿Será que las Grandes Alamedas, de las que hablaba el Presidente Allende, no se colmaran nuevamente de patriotas que hagan respetar la soberanía y la independencia chilena?
Cerramos, con esta reflexión del Presidente Allende: "Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor". Con estas palabras retransmitidas por Radio Magallanes, Salvador Allende se dirigía por última vez al pueblo chileno. Era el 11 de septiembre de 1973, día en que una irrupción golpista puso fin al Gobierno popular y a su propia vida.