1. Hace muchos años releí al revolucionario marxista Plejanov en su pequeño libro: "El papel del individuo en la historia" en el que me reafirmó que no eran los poderosos quienes transformaban al mundo sino el trabajo de las masas. A partir de entonces fue mi gran idea para rebatir a quienes pensaban que eran los reyes, los grandes guerreros, los multimillonarios o los gobiernos inteligentes. Hoy, revisando a grandes pensadores de muchos siglos antes, Maquiavelo, Locke, Espinoza y Hume –los analistas del nacimiento y consolidación del Estado- me convenzo que fueron los acuerdos –muchos acuerdos- entre quienes dominaban el poder económico y políticos, los que impusieron obligaciones y leyes,
2. Viendo una de las muchas manifestaciones de protesta que se han desarrollado, sobre todo después de la muerte de Fidel Castro en Cuba en 2016, pienso, me pregunto: ¿Por qué si Cuba tuvo en Fidel al líder revolucionario más grande del mundo, 64 años después como si nada importante hubiera pasado en ese país de 11 millones de habitantes? Yo, siendo enemigo de héroes y homenajes, puedo demostrar con creces que Fidel Castro –por sus expropiaciones, enfrentamientos, solidaridades, sacrificios- ha sido con mucho el más valioso en América y el mundo. Otra cosa fue que desde 1962 el imperio yanquis y 25 países de la OEA hayan acordado expulsar a Cuba y aislarla en tu economía y relaciones.
3. Castro hizo lo que ningún gobernante en la historia del mundo (ni Lenin, ni Mao): encabezar una revolución armada, triunfar y expropiar todas las grandes propiedades para entregárselas a los trabajadores mismos: todo los cabaretes y centros de diversión, todos los centros azucareros, todos los hoteles y enormes edificios, los bancos. Todos los magnates del capital exigieron la intervención yanqui para expulsar a Fidel, pero éste, convocando al pueblo, derrotó al ejército invasor en Playa Girón. Luego vino lo terrible: los yanquis obligaron a todos los países de la OEA a romper relaciones y no comerciar nada con Cuba. Este fue el bloqueo de 64 años.
4. México, con el presidente López Mateos, fue el único país que no rompió relaciones, pero éstas fueron muy limitadas. ¿Has visto que los coches en Cuba son de los años 50 y, sin refacciones, están reparados con maderas, cables, etcétera y así están todas las fábricas y motores? La URSS buscó ayudar a Cuba, pero fue insuficiente y difícil. Yo estuve en Cuba, en los tiempos de la caída de la URSS y su ayuda y me dio una tristeza infinita al pensar en la revolución. Hoy sigo indignado cuando veo al pueblo movilizados por reclamos justa de comida, aunque no de libertad porque se olvida injustamente el bloqueo yanqui. ¿Cuántos viejos como yo están buscando explicar las grandes batallas de Fidel sin que los jóvenes le hagan caso porque no vivieron el principio?
5. Vivo aún los bellos recuerdos de aquel Fidel, que, junto a varios de la dirigencia cubana, realizaron más de 10 grandes mítines en 23 días de noviembre-diciembre de 1971, con la asistencia de unos cinco mil asistentes en cada ciudad chilena. Fidel ayudaba así a Allende a orientar al pueblo y a construir su economía; lo mismo no podré olvidar la solidaridad cubana en Angola (África) ni la solidaridad del Che a los guerrilleros en Bolivia. Incluso los miles de médicos cubanos que hoy se distribuyen en el mundo no son negocios cubanos, sino solidaridad. Estos son puros acuerdos –que evitan confrontaciones- como aconsejó Locke, Espinosa y Hume hace 500 años.