1. No te rías, en el sistema capitalista manda el dinero; quien lo posea puede comprar y hacer lo que quiera: comprar voluntades, rebeldías, todo. Carlos Slim, el multimillonario mexicano, puede sentar a AMLO en una pierna y a la Sheinbaum en la otra, ofreciéndoles un centenar de millones para regalar a cambio de votos en la campaña. Si los viejos delincuentes de cuello blanco aportan millones, ¿dónde se colocará la aportación de la llamada delincuencia organizada? Yo aplaudiría que la gente no votara, pero, ¿qué haría la gente con los regalos con que vendió su voto?
2. Obvio, si junto a Slim, Larrea, Salinas Pliego, Bailleres, le ponen 100 millones a la candidata de AMLO, tendrán que repartir dinero a los candidatos de oposición como Xóchitl y otros que aparezcan. ¿Cuántos de esos millones se depositan a la cuenta del presidente "para que no sufra privaciones"? Los millonarios invierten en todo para asegurar sus contratos y negocios. ¿Y qué gana la delincuencia "perseguida" en repartir dinero en campaña política? Pues reconquista apoyo de gobernadores, legisladores, introduce sus gentes al gobierno y frena en parte la persecución.
3. El presidente AMLO durante sus cinco años de gobierno repartió muchos millones de pesos en los periodistas de las llamadas redes sociales de Campeche, Tabasco, Hidalgo, CDMX, EEUU, en La Jornada y entre todas aquellas publicaciones dispuestas a servirlo. Desde hace algunas semanas hemos descubierto cambios en el Universal y Reforma, así como en algunos articulistas que han dejado de criticar. Es realmente vergonzoso que quienes piensan un poco se vendan por unos pesos al poder político y empresarial. ¿Qué pasará con los López Dóriga, Loret, Ciro?
4. Entiendo que las "corcholatas" y cercanos seguidores hayan o estén actuando como reptiles de AMLO, dado que andan desesperados por más dinero y más poder; pero que los que gozan de márgenes de autonomía estén entregándose, sólo me lleva a confirmar que en el capitalismo no hay ninguna posibilidad de vencer sino es mediante una gran revolución de los de abajo que tiene que ser muy violenta. ¿O alguien piensa que, por propia voluntad, por conciencia, los multimillonarios y sus gobiernos van a devolver, entregar lo robado, a la población que reclama y lucha?
5. En México nunca el pueblo, es decir, los trabajadores pobres y desempleados, han derrocado a sus gobiernos ladrones y asesinos. Hubo una revolución que le quitó el gobierno a Díaz (1911) e inmediatamente (1913) su segunda etapa que puso en el gobierno a Carranza. Ambos levantamientos armados fueron controlados por líderes de ideología burguesa/capitalista que sólo buscaban dinero y poder. ¿Podrá registrarse otra revolución sin líderes burgueses cuyo fin sea organizar a la población en comunas por centro de trabajo, así como gobiernos comunitarios en todo el país?