"Hay quien en nombre de caridad cristiana mata,
quien para salvar al prójimo te lleva al quemadero.
cualquier idea sirve al fanático, y
en nombre de todas se han cometido crímenes."
Unamuno
Estaba parado en una de las esquinas de la plaza Bolívar de Acarigua, cuando se me acercó un amigo de muchos años, quien no esconde su posición totalmente contraria al gobierno del presidente Maduro y su manifiesta simpatía hacia los gringos, como si le aseguraran la tan anhelada felicidad de cualquier ser humano; parece algo de nacimiento, ya que no respeta ni siquiera el fortuito encuentro, después de varios meses sin vernos y prácticamente sin saludarme dejó muy clara su posición sobre el conflicto entre Israel y Palestina, coincidiendo de manera automática, con los fascistas algo propio de la derecha, cuando se presentan estos casos, sin conocer a profundidad el problema y cuando lo conocen buscan todos los argumentos para solidarizarse, con todo lo que tenga alguna relación con el gobierno de los Estados Unidos y su etapa tenebrosa imperialista.
Después de haber caminado algunas cuadras me consigo un señor, quien debe andar rondando mi edad, lo conozco de vista hace muchos años, pero nunca había intercambiado palabras. Casi, me detuvo para preguntarme sobre este episodio muy triste de la humanidad, en el cual, desde hace muchos años ha llevado la peor parte los palestinos, a pesar de todas las muestras de solidaridad y de buscar la solución por la vía de la paz, pero el imperialismo se las ingenia para crear los motivos para fomentar las guerras y las ventas de armas. Por la otra parte la mediática imperialista se adelanta, como si tuvieran en la mano el botón para activar una inundación informativa alrededor del mundo, con sus noticias mentirosas, presentando a los palestinos, como unos ogros y terroristas capaces de destrozar todo, lo que consiguen a su paso, cuando la realidad está del otro lado.
El historial de lucha y resistencia del pueblo palestino parece un cuento de ciencia ficción, porque ha enfrentado a un ejército genocida el israelí, constantemente alimentado, tanto físico, como mentalmente por la poderosa maquinaria yanqui. Han tratado de pisotearlo, hasta despojar de su tierra a millones de personas de la franja de Gaza y hasta los momentos se encuentran en un eterno peregrinar y cuando toman la valiente decisión de la defensa, entonces reciben el calificativo de terroristas y para esto utilizan el poderoso aparato mediático, desde los Estados Unidos, para luego facilitarles sofisticados armamentos, a quienes vienen masacrando a un pueblo de la manera más criminal y descarada.
Nada de lo que viene pasando había sido noticia para ningún medio al servicio del gran capital. Ahora, cuando Hamás le ha propiciado un certero golpe al ejército israelí, se desataron las alarmas y el gobierno de los Estados Unidos no haya de donde agarrarse para defender sus intereses en el propio Israel y por eso los anuncios son de movilizar la ayuda posible para apoyar a los verdaderos terroristas muy bien entrenados por el ejército gringo, con su cuota de mercenarios exclusivamente utilizados para matar. Parece, que el agredido y pisoteado es precisamente el agresor, por el poder de la maquinaria mediática, manejada en el momento de producirse los hechos, como parte de la maquinaria bélica del imperialismo, con la ayuda de los títeres y vende patria, que no faltan en ningún país del mundo, como quedó demostrado en Venezuela, cuando María Corina Machado y su combo desafinado salieron por la calle del medio a solidarizarse con Israel de manera automática, cuando han venido callando antes todas las tropelías, contra el noble pueblo palestino.
Lo cierto es que el conflicto está en plena efervescencia y las bajas no se cuentan de un solo lado: Palestina. En momentos, se agudizan las contradicciones en el propio Israel, hasta convertir las calles en sitios de protestas permanentes en rechazado a una ley que, según los manifestantes socavará gravemente la democracia del país al debilitar el sistema judicial. Un reto para el primer ministro genocida israelí, Benjamín Netanyahu, todo este panorama se presenta en un país, donde la democracia es una verdadera caricatura, pero el pueblo ha venido despertando al verse acorralado por el poder imperial, el cual aprovecha cualquier coyuntura para hacerse presente, como los salvadores de la humanidad.