Cuando escribí la edición anterior de esta columna, una lectora amiga me expresó y llamo su atención de que yo no hubiese escrito sobre la reciente masacre de la que es víctima el pueblo de Palestina. Brevemente le expliqué mis razones.
Para el momento en que escribí mis reflexiones sobre los jubilados y pensionados que fue el tema de la entrega anterior, había poca o ninguna información sobre la Operación "Diluvio de Al Aqsa" como tituló el movimiento político y militar Hamas en contra de Israel. Y no quería de manera irresponsable opinar sobre el tema.
Además, analistas de la talla de Basem Tajeldine, Hindu Anderi, Olga Álvarez, Thiery Meysan, Alfredo Jalife Rahme han opinado con mayor conocimiento y propiedad que este servidor sobre el tema. Eso sin contar el recuento histórico del conflicto palestino-israelí que hemos visto por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI).
Sin embargo, como militante de la causa de los pueblos y por la lectora amiga, acá estoy fijando posición respecto al tema de Palestina.
El conflicto palestino- israelí tiene más de 75 años, a través de los cuales obviamente se ha hecho más complejo y muchos de los actores involucrados han ido radicalizando sus posiciones al punto que, para muchos analistas, pareciera que el mismo fuese más administrable que resoluble. Es imposible que a través de estas líneas relatar todo lo que ha pasado en esos años. "No hay muerto que duela, no hay un bando ganador" señaló Jorge Drexler.
Ya son seis días en que la resistencia palestina tomó la ofensiva contra los ocupantes invasores y colonialistas.
El sionismo israelí y sus aliados yanquis y europeos continúan en su empeño de reducir a la nada y exterminar a este glorioso pueblo.
Por esta razón, los bolivarianos y bolivarianas, revolucionarios y revolucionarias, chavistas y antiimperialistas de este lado del mundo, no podemos permanecer de brazos cruzados. En ese sentido, tenemos que activar la solidaridad en todos los espacios y con todas las formas de comunicación, información, difusión, organización y de lucha posibles que nos permita la movilización y acción rápida para dar las respuestas solidarias adecuadas.
Me sumo como uno más a las iniciativas para apoyar a la causa Palestina. Pero en especial me sumo a la planteada por el compañero Edgar Andrade del estado Lara, quien propone la elaboración de una agenda concreta de acción para esta causa, además de una concentración- movilización, la cual en el caso concreto de Caracas, la misma se materializará el día de mañana, 12 de octubre, que coincide con los 531 años de la conmemoración del Día de la Resistencia Indígena.
Esto es lo que tengo que escribir y referirme a los recientes sucesos y a la reciente ejecución de genocidio continuado contra los hermanos de Palestina.
Hay otros temas en el tintero que seguiremos desarrollando en las ediciones siguientes de esta columna, que se va a poner candente. Estén bien pendientes.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!