México: fideicomisos son secundarios; lo importante es enterrar para siempre, la demagogia y la manipulación

Viernes, 20/10/2023 01:46 PM

1. El presidente López Obrador recibió el doctorado en manipulación. Todos los políticos hábiles son manipuladores; los demás sólo se acomodan –de manera oportunista- a lo que les impone su pastor. Obrador creó de manera directa su partido Morena, impuso a su dirigente o capataz –el tal Delgado- para que actúe en su nombre. Después de escoger AMLO a los seis más arrastrados, nombrándolos "corcholatas" (donde por cierto faltó el tal Encinas), se los entregó al capataz para vigilarlos. No olvidó imponerles: 1. Hacer campaña por su gobierno; 2. No discutir o contradecirse entre ellos y 3. Aceptar los resultados como sean.

2. Ebrard, el más creyente –que quiso olvidar que la Sheinbaum fue seleccionada por AMLO desde hace cinco años- se inconformó contra la "porquería de encuestas"- pero Obrador lo ha puesto quieto haciéndole pensar que tendría otras oportunidades. ¿Qué dirán los hijos ante el vergonzoso comportamiento político de los padres? Nada malo, al contrario: "me llenaron de regalos, de besos y con una herencia económica envidiable". Todos los seguidores de Salinas, Zedillo, Calderón, vivieron sus mejores años al lado de esos expresidentes, como los incondicionales de AMLO, por ello en vez de ser críticos de quien les dio todo, lo adoran.

3. Son otra cosa, muy diferente, lo críticos, los estudiosos de todo el contexto sociopolítico, porque no se van con la inmediatez, con los "dimes y diretes" que dominan la política burguesa. El presidente denuncia con mucha razón que jueces y magistrados cobran cada mes 600 mil pesos, pero silencia que él, además de muchos de sus seguidores cobra, 170 mil más prestaciones, mientras el salario mínimo de los obreros es de 6 mil pesos al mes, un salario mínimo que no alcanza para que viva una familia. Con los salarios y mucho más, continúan las acusaciones personales contra los robos, los despojos, la acumulación de riquezas, en ambos bandos.

4. ¿Qué significa enterrar para siempre la demagogia y la manipulación? La demagogia es una acción política con claro interés de manipular o agradar a las masas, usando una ideología tramposa de concesiones, halagos y promesas que casi nunca se cumplen o realizan, con omisiones e información incompleta, pretendiendo sólo la conquista del poder político a través de conseguir el apoyo y el favor del llamado pueblo. Pienso que, con Calles, con Cárdenas, Salinas y Calderón, así como con AMLO, hubo mucha demagogia que puede medirse por la cantidad de promesa incumplidas a partir de lo mucho que se prometió.

5. Las declaraciones, los discursos demagógicos, las frases en campañas electorales, se preparan por equipos de asesores utilizando potentes habilidades de comunicación para dar al público lo que ellos quieren oír, con el único objetivo de ganar votos. Por ello se dice que un demagogo es una persona, un hábil político, que dice cosas solo para agradar a las personas porque las promesas no son cumplidas. Con habilidades muy estudiadas manipulan los sentimientos, las emociones y la voluntad de la gente con falacias y mentiras, por ello se dan títulos de "doctor en manipulación", que es la profesión donde se obtienen más millones.

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