El Medio Oriente es el universo del hervor y lo que se hace ahora justificará las guerras que vendrán por muchas décadas. Imposible que el mundo logre creer que judíos, cristianos y musulmanes los guie un ser espiritual como hasta ahora no los han hecho saber. Pudiéramos decir que las interpretaciones de diversas iglesias sean las causantes de tanta inconformidad espiritual y que estas facciones bajo la palabra religiosa justifican armarse, entrenarse y combatir entre judíos y musulmanes.
Cuando estas piezas religiosas modifican las creencias en sus posiciones esto llama a que los demás se ajusten. Los amigos de ayer hoy son enemigos. Un día víctima y otro día enemigos. Así como en 1973 Siria perdió Las Alturas del Golán hoy podría repetirse lo mismo con buena parte de Gaza. Los 1256 presos en cárceles de alta seguridad de Israel es lo que ha motivado el bárbaro ataque.
Un millar de comandos, armamento, datos de inteligencia, esto no se planificó de un momento a otro. A Israel lo mata su soberbia, superioridad, suprematismo y prepotencia, nadie puede hacerles daño y más teniendo como súper aliados a todo el poder estadounidense y más aún cuando este último ha retirado el apoyo militar a Arabia Saudita porque está renunció a la influencia Demócrata.
El cerebro de esta macabra obra comienza con el jefe de operación Hamás, Mohammad Daif,, aparecido después de dos largos años junto al vocero de esta organización Abou Obaida. Juntos ordenaron el envío de siete mil cohetes de los cuales el escudo misilístico de Israel apenas logró interceptar un poco más de la mitad.
Pero la peor locura la iniciaron las redes sociales y los canales de televisión donde aquello fue mostrado como el fin de Israel. Con esto Netanyahu perdía más de la mitad de una batalla que él mismo ha originado. Nadie olvidará a un Hamás apoderándose de blindados mientras destruía otros, hasta aviones de combate, cazas transportados sobre plataformas fueron a parar a Palestina.
Cómo entender que Tel—Aviv deje hacer una "Fiesta de delirio" un Rave Party en el desierto apenas a unos kilómetros de Palestina buscando presentar ante el mundo graves consecuencias las cuales pusieron como carne de cañón a jovencitas donde unas doscientos ochenta fueron violadas y otros sacrificados. Ese fatídico sábado los resultados en territorio israelí fueron de setecientos muertos y más de dos mil doscientos heridos y el ejército tardó cinco horas en reaccionar.
Estamos frente a otro falso positivo, este es otro 11 de septiembre de 2021. Esta es la operación más potente del lado palestino del último medio siglo. Setenta y cinco años de odio, asesinatos y cárcel fueron vengados. Palestina ha logrado llamar la atención de una comunidad internacional la cual los había abandonado a su suerte, hoy las calles del planeta estallan a favor de su causa. En esta primera parte lleva ganada la osadía de una guerra en la cual se han salido y que el mundo se va a comprometer a sacarlos.
La situación militarmente es incontrolable y ninguna de las partes pudiese contar con un saldo positivo. Israel ha sido un monstruo contra Palestina, no ha dejado desarrollarlos y por décadas se ha montado a destruirlos y hoy no hay salida, ambos están en tierra arrasada, suma cero.
El poder político de hoy en Israel es de los más radicales hasta ahora desde su constitución. Son los seguidores del sionismo negacionista, discípulos del ucraniano Zeev Jabotinsky (Odesa 1880—Nueva York 1940). Ellos son el supremacismo judío los cuales han tomado el poder en Tel—Aviv y su poder esta tras la pared por el rechazo popular y ha llegado la hora de perpetuarse en el poder y que más que casi dos mil israelitas asesinados. El más puro 11 de septiembre de las Torres Gemelas.
Pero ya no habrá otro líder histórico como Yaser Arafat al cual Israel asesinó. Otro ni parecido resucitará, ya no hay control sobre grupos y facciones. Hamás ganó las legislativas del 2007 y como Occidente los rechazó entonces los palestinos se autodestruyeron en una primera parte en medio de una guerra civil y una vez limpio el terreno acá están los resultados.
Como algunas consecuencias son buenas entonces Cisjordania ha sido dominada por un gobierno de Al—Fatah partido laico creado por Arafat. Lo es Cisjordania y no Palestina y mientras Mahmud Abbas y sus más cercanos colaboradores reciben remesas de varios países comprometidos en esta división: Unión Europea, EE.UU. y también de Israel. Entonces hay dos gobiernos pues la Franja de Gaza el origen de todo este conflicto es dominado por Hamás, rama Palestina de la Hermandad Musulmana, partido político que actúa en toda la región de los países árabes y algunos africanos, creación de Arabia Saudita.
En Gaza el Corán no es una forma de espiritualidad, más bien es un arma de guerra, asalariados desde el Reino Unido, Qatar, Turquía, Unión Europea, Israel e Irán. Mientras muchos dirigentes palestinos viven un exilio dorado su pueblo vive en la miseria y abandonados sin elecciones desde el 2007.
Esta parte de la resistencia Palestina ha sido penetrada por la inteligencia y el espionaje mundial y como era de esperarse los han puesto a luchar a favor de su más lucrativo negocio; la guerra y para montar el territorio del conflicto está uno de los mayores responsables: el gobierno de Ankara capital de Turquía presidido por un mandatario que actúa bajo lo más oscuro de las sombras: Recep Tayyip Erdogan, el gran conspirador.
Por eso el Reino Unido financió la creación de Hamás con el apoyo de la inteligencia israelí, todo para poder debilitar y asesinar a Yaser Arafat. Pero como las traiciones se saldaron de la misma manera entonces Israel asesinó a su líder espiritual, el Jeque Yasin. Controlada esta facción entonces Israel actuó macabramente como sabe hacerlo y por medio de Hamás asesinaron uno a uno a los dirigentes de la resistencia marxista de la OLP.
En el 2012 al inicio de la guerra en contra de Siria, Hamás junto al Mosad y yihadistas de Al—Qaeda atacaron al campamento palestino de Yarmut y los asesinaron. Ahora, 2023 es el nuevo escenario de la guerra de Hamás contra Israel y sus creadores.
Hasta más pronto…
Miguel A. Jaimes N.
22 octubre 2023