El glorioso 7 de octubre del 2023, pasará a la historia, todas las organizaciones de la resistencias de Gaza, saborearon por primera vez una victoria ofensiva de gran escala, confirmaron por sí mismos lo que siempre dice el comandante de Hezbollah sobre la debilidad del enemigo, traspasaron los muros y cercas, incursionaron dentro de sus territorio ocupados, asaltaron a bases militares y asentamientos. La quimera de libertad volvió a renacer y se estremeció el sueño de 7 millones de refugiados palestinos a regresar a su tierra y hogares. Pero el descalificado, sorprendido y muy muy asustadizo Bibi Netanyahu, por desesperación o con intención mintió públicamente, mientras el loro viejo Biden, cantinela con la misma inflexión, de sensibilidad y desconsolado.
La maquinaria mediáticas empezó con los constantes bombardeos, casi 1900 publicaciones, fueron primicias en todos los grandes medios internacionales, repetidamente por casi media hora, hasta que esta sangrienta y cruel masacre fue desmentido por el departamento de estado Green-Go, pero jamás instalaron las disculpas en ninguna primicia. La trasmisión del veneno funcionó, estremecieron la manipulable humanidad, que aun a sabiendas que era mentira, no lograban o querían reconocer que fueron engañados. Los días pasaban y el efecto de veneno dejó de funcionar con los pasos del sol. En 20 días, la opinión pública de los cautivos de Gaza, pasaron de olvidados, odiados e ignorados refugiados palestinos, luego a sanguinarios y asesinos terroristas y finalmente reconocidos en el ámbito mundial como legítima resistencias armadas, valerosos e invulnerables pobladores y heroicos y oprimidos palestinos.
Los violentos tratos de los rehenes palestinos, niños, mujeres y hombres en las cárceles israelíes, pasarían forzosamente por las prácticas y rituales sionistas, por más de medio siglo, cuando liberan a los rehenes emiten visiblemente maltratos físicos y constreñidos emocionalmente, pero como son rehenes repudiados y refugiados palestinos, el mundo no le interesa. Irónicamente, la resistencia de Gaza, imita a su invasor tomando inocentes rehenes israelíes, pero esta vez el hipócrita mundo, si le intereso.
Personalmente e islámica mente no aprobaría y rechazaron el secuestro de desarmados civiles, pero cuando empezaron liberar a los rehenes israelíes, sus expresiones con caras de admiraciones, exponían el buen trato de sus captores, asombradas ellas mismas, comunicó a sus semejantes esclavos israelíes, furtivamente se puede vivir en paz con los esclavos palestinos, los amos de ambos lados son los enemigos común. Decenas de rehenes israelíes fueron asesinados por las aviaciones israelíes, conjuntamente con su guardián. Los rehenes israelíes, corren las mismas suertes de sus captores, en el protocolo sionista, los esclavos son sacrificables, ningún cautivo judío e inclusive amo esta encima del interés sionista, solo si es un muy, muy pero muy importante amo.
Es posible una Palestina unificada, que pueden regresar al pasado, como lo hacían un día antes de la invasión. Vivir todos judíos, cristianos y musulmanes en paz como lo hicieron sus ancestros, ningún ciudadano será diferenciados por su creencia religiosa, todos serán iguales antes las leyes, NADIE es de una raza superior. En realidad no importaría quién sea el primer ministro, teniendo una constitución igualitaria, ya que todos los caimanes de todas las creencias e ideología política, conviven en el mismo pozo. La inmensa mayoría de todos los políticos bailan al ritmo de la élite mundial. Es difícil, si, es imposible no. Musulmanes, cristianos y judíos fuera de Palestina, son amigos, conviven juntos, comercializan normalmente, sobreviven con el apoyo de uno al otro. El problema no es y jamás fueron los esclavos, sino sus males nacidos y males necesarios políticos, que se encargaron, se encargan y se encargaran, en dividiros siempre para arrearlos placenteramente.