Una humanidad deshumanizada

Sábado, 11/11/2023 12:04 PM

Uno de los grandes logros de los homínidos fue la razón, es decir la capacidad del cerebro, antes primitivo, para establecer relaciones entre ideas o conceptos y obtener conclusiones o formar juicios. Es decir, se desarrolló la facultad de pensar, reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa. Quizás, tal disposición fue cuando aquellos seres primitivos se convirtieron en lo que hoy llamamos seres humanos. Paralelamente al desarrollo de aquellas capacidades y facultades, también fueron prosperando otras vinculadas, estrictamente a los seres humanos, autoconsiderados como "animales superiores". Entre estas se puede destacar la sensibilidad social la cual permitió a las nuevas generaciones desarrollar un especial interés por el conocimiento histórico, social y cultural. Alcanzado esto, el fin era procurar el bienestar de sus semejantes. Esto implicaba el respeto y la aceptación de la diversidad, que derivaría en la capacidad de entender las problemáticas humanas, las necesidades de la gente, ser sensibles frente al dolor, la pobreza, las injusticias, etc. Sin sensibilidad el diálogo no funciona bien, porque la gente desea sentir que se la entiende, se la comprende y hay empatía frente a sus problemas. Todo esto es lo que permitió que los humanos se convirtieran en seres humanizados.

El párrafo anterior pareciera estar tomado de un ensayo algo romántico de los que debía ser el ser humano para diferenciarlos de las bestias que tenían que compartir el espacio y el ambiente con otros de las misma o diferentes especies para poder subsistir. Este romanticismo es lo que nos hace desiguales de las alimañas. Sin embargo, pasado el tiempo, revisando los libros de historias, y mirando algunos videos que representan comportamientos históricos de los seres humanos y reflexionados sobre lo que el mundo está viviendo actualmente, el primer párrafo de este artículo es solo un concepto quimérico, algo ideal lo que se desearía pero que lamentablemente no es lo que ocurre. Penosamente la característica predominante de los humanos es su deshumanización, los humanos son insensibles al dolor, a la injusticia, a la pobreza y todo lo que concierne a la vida en paz de los habitantes del planeta. Y lo peor de todo, la hipocresía con la que se trata el tema, sobre todo los políticos, gobernantes y los vinculados al poder económico a través de los anales de la historia del mundo. Son estos los responsables de la deshumanización de los humanos y como prueba de esto son las guerras perennes entre los humanos; la esclavitud; el racismo; la exclusión; la pobreza; el terrorismo; la fabricación y el comercio de armas; la ciencia al servicio del crimen masivo; las invasiones; las sanciones económicas a otros países; la mala distribución de las riquezas del planeta; la contaminación ambiental; la destrucción de los bosques; la esclavitud infantil; la trata de personas; la medicina al servicio de los poderosos; la mercantilización de la salud y la educación; la prostitución infantil; la fabricación, la distribución y el comercio de las drogas; la tecnología al servicio de los acaudalados; la creación de las religiones; los medios de comunicación al servicio de los intereses de las corporaciones económicas y financiera; la publicidad nociva que atenta contra la vida de niños; jóvenes, adultos y ancianos; la creación de ideologías que desvirtúan la naturaleza de los seres humanos, entre tantas aciagas circunstancias en las cuales deben convivir los humanos, esto los convierte en una especie de mercancía prescindible en un escenario muy lejos de la humanidad.

Lo más palpable donde se evidencia la deshumanización de los humanos es en las guerras y lo más lamentable, la hipocresía con la que los responsables de esta iniquidad tratan el tema. Los grandes poderes económicos representados por algunos presidentes y primeros ministros quienes actúan como cancerberos y custodios de los intereses de los poderosos. Estos burócratas inventaron organismos internacionales como la ONU, OEA, FMI, BM, OMS, COI, OMC entre tantos, en un aparente entramado de organismos internacionales. Lo que verdaderamente impera es el mandato de una cantidad de funcionarios que representan sus naciones y solo defienden los beneficios de las corporaciones financieras y comerciales.

El resultado de la mayoría de las guerras, es decir la historia, la escriben los ganadores, si Hitler hubiese ganado los libros relataran otros episodios, por fortuna no sucedió. Pero para desgracias de las grandes potencias actualmente existe un dispositivo de moderna tecnología que le permite al mundo enterarse lo que sucede al momento. El celular y las redes sociales, con todo y sus detractores, cambió la historia de la comunicación y ya no son los medios de comunicación internacional los que monopolizan la noticia y la información. Cualquier poseedor de un artilugio de comunicación portátil le puede dar al planeta una información de interés. Esto es lo que sucede en Palestina con relación a la masacre en la franja de Gaza, propiciada por las fuerzas armadas sionistas de Israel contra la población civil y sobre todo, contra los niños palestinos. Todo el orbe está enterado de lo que está sucediendo en el Oriente Medio a través de reportajes realizados con móviles inteligentes.

Ya no cuadra el apelativo de terrorista contra Hamas, cuando en realidad este grupo lo que está haciendo es reclamar el despojo de las tierras propiciado por UK, Francia, EEUU y la ONU desde hace 75 años. Lo que los palestinos están haciendo es defender sus derechos humanos que desde hace décadas vienen violando los sionistas de Israel. Derechos como el derecho a la vida, a la libertad, a no estar sometido a la esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación y al trabajo, además de otros que los sionistas le han conculcado a los palestinos desde hace más de siete décadas. Como se le puede negar a un palestino el derecho de recobrar su casa que le fue despojada por un colono sionista quien de forma arbitraria lo desalojó a la fuerza de su propiedad, junto con sus bártulos y la familia. ¿Es terrorismo reclamar el derecho a la vivienda de la que le fue despojada con violencia a su propietario?

Si alguna organización conoce de terrorismo son los judíos sionistas. Fueron estos, un grupo formado por los jóvenes Stern. Un grupo terrorista sionista quienes en mayo de 1946 volaron con cargas de dinamita el hotel Rey David en Jerusalén. En este atentado murieron más de 60 ingleses, entre ellos todo el Estado Mayor Británico. El nombre del grupo se debió a Abrahan Stern, un estudiante y poeta que murió combatiendo. Estos grupos de acción estaban integrados por 5000 combatientes y saboteadores, animados por una determinación implacable, por un desprecio absoluto por la muerte, por una técnica terrorista perfecta. Así mismo, las democracias occidentales parecen olvidar los nombres de El Palmash y Haganah, verdaderos escuadrones de la muerte, terroristas, que mataban palestinos e ingleses para edificar el estado de Israel en territorio palestino. Este se fue formando con los judíos emigrados de la Segunda Guerra Mundial quienes se refugiaron en Palestina, para después desalojar de su propio territorio y con violencia, hasta el asesinato de sus moradores originarios (palestinos). Se incumplía el quinto mandamiento "no matarás", muertes que daban con técnicas apropiadas. Esta es la verdadera historia, el sueño del millonario Edmond Rothshchild, quien financió el viaje de los primeros colonos hacia la mal llamada Tierra Santa y de Theodor Herzel, el cual se hizo realidad a costa del crimen de miles de ingleses, árabes y palestinos. Estos últimos defendieron con arrojo y heroísmo el derecho a vivir en la tierra de sus ancestros. Esta fue una cruenta guerra que ocurrió entre 1945 y 1947 y que todavía no ha terminado.

Los palestinos hoy no cuentan con su tierra, les fue cercenada y de lo que les entregó la ONU (1948) los sionistas les robaron el 70 % y a tres millones de ellos los ubicaron en 3655 km cuadrados en la franja de Gaza. Esta porción de tierra se convirtió en una especie de campo de concentración inhumano, hoy en día transformada en un lúgubre cementerio ya que fue arrasada por bombardeos perpetrados por la fuerza armada sionista de Israel. Más de 10 mil palestinos han sido asesinados y en su mayoría niños, sin embargo la Democracias Occidentales no se han percatado de la violación de los derechos humanos de los palestinos, a quienes se les vienen vulnerando sus derechos humanos desde hace 75 años. A los hijos de Alá se le despoja de sus tierras, le arrebatan sus casas, les asesinan a sus hijos y mujeres, pero el mundo occidental le niega el derecho a la defensa. Solo les duele y se conmueven por los niños judíos fallecidos. Ciertamente, esto no debió suceder, pero la responsabilidad de esto la tiene el mundo occidental que propició tal aberración en el Medio Oriente. Una vez establecido el estado de Israel, el mundo occidental, sobre todo EEUU, los dotó de las armas más modernas y mortales del planeta para que asegure la estabilidad de las compañías petroleras occidentales que operan en Oriente Medio.

No hay guerra buena, solo benefician a los productores y a los comerciantes de armas. Este conflicto israelí-palestino fue propiciado por el mundo occidental y tiene una data de muchos años sin que se vislumbre una solución. Lo único cierto es que a quien le robaron su tierra, su casa, su familia fue desalojada del hogar y se le viola constantemente sus derechos nunca parará de reclamar lo que le pertenece. Por esto el conflicto parece que nunca acabará a menos que a los palestinos se les devuelvan lo que les corresponde. Hay que retroceder un poco el almanaque para descubrir cuando los humanos perdimos la humanidad y hacer todo lo posible para que el los humanos nos volvamos a humanizar y esto deje de ser un romanticismo utópico. Por eso se debe reflexionar sobre las palabras del escritor español y humanista José Luis Sampedro: "Cuando digo Humanidad exagero, porque creo que Humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, casi inverosímil pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo vivir juntos en este planeta. El hombre no ha madurado bastante." Lee que algo queda.

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