Los 10 ecocidios del 2023 en Latinoamérica

Viernes, 29/12/2023 01:08 PM

Hoy recordaremos los mayores problemas ambientales del año 2023. Una serie de ecocidios que destruyeron los recursos naturales latinoamericanos, tras el paso devastador de doce meses llenos de sangre, dolor y lágrimas.

Cuando el dinero impone sus propias reglas de juego en el planeta Tierra, se establece un desequilibrio ecológico en nuestros territorios latinoamericanos, que se acrecienta con la inacción judicial de los organismos públicos, que son incapaces de aplicar las leyes ambientales vigentes, para castigar con celeridad los hechos delictivos presentados.

La gran delincuencia en contra de la Pachamama, es un problema multifacético dentro de las regiones latinoamericanas, ya que cada empresario, latifundista, guerrillero o político, tiene sus propias ambiciones económicas que deben ser rápidamente alcanzadas, violentando la santidad del Medio Ambiente y fructificando la ignorancia de sus decisiones.

Desde el Cerro Gordo en Puerto Rico, pasando por el Golfo de Guayaquil y llegando hasta el Cerro La Sepultura en Chile, existen terribles inconvenientes ambientales que se vienen ocultando en paquetes turísticos, en hoteles cinco estrellas y en enormes centros comerciales, que NO reflejan la realidad socio-ambiental de la geografía latinoamericana.

Por eso, explicaremos los 10 principales ecocidios visualizados en América Latina durante el año 2023, para NO quedarnos calladitos en el abismo de la impunidad, y para alzar la voz de protesta social junto a la ciudadanía.

En el puesto número diez, sufrimos las muertes de hermosos flamencos rosados, por culpa de las tareas mineras de exploración y explotación del litio en el Salar El Leoncito (Argentina), generando un desequilibrio ecológico que fatalmente se observó en el Golfito de Laguna Brava, a pocos kilómetros del mencionado salar argentino, donde fueron hallados los flamencos rosados intoxicados por la empresa minera Kallpa Sapem.

En el puesto número nueve, denunciamos los 12 árboles intencionalmente envenenados cerca del estero de Playa Tamarindo, ubicado en la provincia Guanacaste de Costa Rica. Se comprobó que los árboles recibieron la perversa técnica del corte "anillado" para afectar sus floemas, y generar el secamiento o pudrición de los árboles por pérdida de nutrientes e intoxicación química, lo cual perjudicó a diversas especies de fauna, especialmente a los monos aulladores que resguardan todo el ecosistema.

En el puesto número ocho, informamos la tala de 100 ejemplares de la palma de chit, para la construcción del Hotel Miranda en el municipio Isla Mujeres del estado Quintana Roo en México. Llamada científicamente Thrinax radiata, la palma de chit solo es nativa en la Península de Yucatán en México, siendo una especie amenazada debido a la gran infraestructura hotelera que sobreabunda en esa península azteca, por lo que la palma sagrada se sigue deforestando a cielo abierto o se usa para el comercio.

En el puesto número siete, denunciamos el derrame de pulpa de cianuro en el río Tungkih ubicado en el municipio Bonanza de Nicaragua, por la ruptura del acople de una tubería de carga en la planta de Hemco Mineros, generando una emergencia sanitaria en las comunidades indígenas y afrodescendientes cercanas al caño Bonancita que es afluente del río Tungkih, y debido a la toxicidad del agua contaminada en el río nicaragüense, las familias más humildes sufrieron pérdidas monetarias, tras la prohibición de usar el agua tanto para la pesca como para el consumo.

En el puesto número seis, lamentamos el vertido de aceite industrial en la Bahía Las Calderas, ubicada en la provincia Peravia de República Dominicana. Un remolcador próximo a los astilleros navales de la empresa Ciramar Shipyards, está contaminando gravemente la legendaria bahía caribeña, que presenta suelos calizos y depósitos de calizas arrecifales, pertenecientes a las épocas geológicas del Pleistoceno y del Mioceno.

En el puesto número cinco, resalta la máquina retroexcavadora que destruyó una duna en la faja costera de Punta Rubia (Uruguay), siendo un hecho repudiable ya que en su zona geológica se hallan las ancestrales Cárcavas de Punta Rubia, que pertenecen a la Formación Chuy uruguaya, y que albergan fósiles, vértebras de gliptodontes y rudimentos de pueblos originarios, por lo que usar maquinaria pesada para socavar una duna en Punta Rubia, influye negativamente en la preservación del frágil ecosistema.

En el puesto número cuatro, visualizamos el derrame de hidrocarburos en el río Paraná de la provincia de Corrientes (Argentina), por culpa de una decena de obsoletas embarcaciones ancladas en el muelle, que drenaron sus compuestos químicos en 500 metros de las aguas del río argentino, siendo un nuevo crimen cometido en las aguas del río Paraná, por la indiferencia ambiental de la Dirección Nacional de Vías Navegables, y por la mediocridad laboral de la Administración General de Puertos argentinos.

En el puesto número tres, señalamos los 257 árboles talados en el Bosque de Chapultepec ubicado en la ciudad de México, siendo el bosque urbano más grande de América Latina. Se comprobó que la deforestación ocurrió por las obras industriales para construir la Línea 3 del Cablebús, y la tala de árboles incluyó "El Brócoli", un bello árbol de eucalipto con más de 50 años de vida, que era considerado parte de la identidad cultural azteca.

En el puesto número dos, subrayamos las 30 hectáreas de bosque seco tropical quemadas en El Guásimo, departamento Risaralda en Colombia. Por venganza a las medidas de desalojo tras posesión ilegal de tierras, los invasores decidieron incendiar la delicada capa vegetal del bosque colombiano, malogrando especies nativas de árboles, incluyendo guásimos, robles, acacias y guayacanes. Aunque el Bosque de Guásimo es considerado un Distrito de Manejo Integrado en el territorio colombiano, su vegetación ha sido violentada por mafiosos, paramilitares y guerrilleros.

En el puesto número uno, denunciamos la tala masiva de árboles en el campo central de la Universidad de El Salvador (UES), para construir la infraestructura de los edificios y dormitorios que albergaron a los atletas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, siendo la mencionada universidad salvadoreña sede de la Villa Deportiva.

Las cosas mundanas del Dios Dinero, siempre vencen a las cosas ambientales de la Madre Tierra. No hay salvador ni salvadora que nos salve de nuestros eternos pecados, y por desgracia, todos somos hijos del pecado.

Lo más triste, es que el Maquilíshuat, árbol nacional de El Salvador, fue voluntariamente talado y asesinado para construir la internacional Villa Deportiva, lo cual demuestra la completa ausencia de Educación Ambiental en la mente capitalista de la Universidad de El Salvador, y también se demuestra el total irrespeto al legado autóctono, pues fueron los indígenas centroamericanos quienes llamaron Maquilíshuat a su bello árbol de vida.

Y lo más preocupante, es que jóvenes estudiantes salvadoreños de la Universidad de El Salvador, fueron testigos y cómplices de la tala de su árbol nacional Maquilíshuat, lo cual es muy lamentable, ya que esos muchachos crecerán sin sentido de pertenencia, sin respeto cultural, sin sensibilidad ambiental, y en el futuro, ellos también talarán el corazón del Maquilíshuat, así como hoy sus padres atentaron contra sus propias raíces.

En relación a la tala masiva de árboles, Juan Rosa Quintanilla, quien es Rector de la Universidad de El Salvador, consideró necesaria la deforestación del campo central universitario, incluso, se atrevió a defender la tala del árbol nacional salvadoreño Maquilíshuat, y afirmó textualmente lo siguiente: "Al igual que en nuestras viviendas, cuando vamos a hacer una remodelación de nuestras casas, hay árboles que afectan el espacio y hay que eliminarlos, quitarlos. Eso es lo que ha ocurrido en la universidad".

Gracias a Dios, el rector Juan Rosa tiene su propia vivienda, y puede decir cualquier cosa que quiera decir en una entrevista, sabiendo que siempre tendrá una casa, un refugio donde puede vivir, comer, dormir, amar y odiar.

Pero por desgracia, todos los seres vivos que vivían en los árboles talados, en la misma universidad salvadoreña donde trabaja el ignorante rector Juan Rosa, pues todos esos angelitos de Dios, se quedaron sin viviendas, sin refugios, sin techos, sin comidas, sin clases y sin sueños, porque sus árboles universitarios fueron talados para construir la maldita infraestructura de los juegos deportivos capitalistas.

No solo se talaron ejemplares nativos del Maquilíshuat, también se talaron árboles de pinos, mangos, cafetos y eucaliptos, lo cual afectó a especies de fauna silvestre como al colorido Torogoz, ave nacional de El Salvador, y a mapaches, cotuzas y zarigüeyas, que apreciaban los refugios naturales presentes en esos extintos árboles de la Universidad de El Salvador.

¿A quién le importó las vidas de esos seres vivos?

A nadie le importó las vidas de esos seres muertos.

Al final, El Salvador no obtuvo el primer lugar en el medallero de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023. Tampoco obtuvo el segundo lugar del medallero. Ni siquiera obtuvo el tercer lugar del medallero, porque a Dios no le gusta que se destruyan sus recursos naturales, y por eso el fracaso de El Salvador demuestra que no debemos jugar con la Tierra.

Y es que no hay oro, ni plata, ni bronce, que pueda comprar la divina belleza natural del Maquilíshuat, y a pesar de su rosada hermosura, sigue llorando el negro ecocidio de su amada y traicionera tierra salvadoreña.

Recorrimos la hermosa geografía de América Latina, y sufrimos el dolor de una cicatriz en Abya Yala, que arde con la sal enrojecida del planeta Tierra.

Es imposible soñar con la sustentabilidad de un Mundo claramente insostenible.

Vimos que el capitalismo salvaje compra las mejores licencias ambientales, compra el silencio de los corruptos entes gubernamentales, y compra la desenfrenada barbarie genocida que impera en el siglo XXI.

Usted y yo conocemos muchísimos más ecocidios perpetrados en el año 2023, pero si nos quedamos callados y no denunciamos los problemas ambientales de nuestras comunidades, pues estaremos siendo cómplices de las corporaciones nacionales y extranjeras, que se dedican a polucionar los territorios latinoamericanos que habitamos a diario.

Con el poder de las redes sociales en nuestras manos, ya NO hay excusas para evadir el compromiso ecológico a favor del planeta. Denunciemos los delitos en Facebook, en Instagram, en Reddit y en WhatsApp. Utilicemos las herramientas tecnológicas para el bienestar del Medio Ambiente, olvidando la eterna indiferencia y despertando una nueva conciencia.

De enero a diciembre y de lunes a domingo, la Madre Tierra exige respeto, amor y voluntad de cambio en los Seres Humanos, para convertir la amarga pesadilla ambiental del año 2023, en una luz de esperanza positiva que ilumine los caminos del 2024.

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