1. En vez de concentrar políticamente las medicinas en un solo lugar del Estado de México, éstas deben estar –sin que falte ninguna- en los 32 estados de la República, en los lugares más cercanos a la gente. ¿Se les atrofió la mente a los consejeros cercanos al presidente? O simplemente le repitieron: "si quieres seguir haciendo campaña haz algo apantallante, grande, para destacar en el mundo".
2. Después de destruir los pocos y deficientes servicios de salud para convertirlos en nada en los cinco años de gobierno, ahora con la llamada "mega farmacia" se busca tapar el enorme fracaso, así como miles de muertes que ocasionaron el desplome de los servicios. Por ello la implantación de esa bodega de medicinas en una población del Estado de México es una medida política, no otra cosa.
3. Espero que ahora todas las medicinas que se adquieran sean las necesarias, con puntualidad y gratuidad. Personalmente sufrí una operación de cateterismo y para que me dieran medicinas en el ISSSTE, durante años competí con mil pacientes para lograr una cita médica mensual y recibir tres o cuatro medicamentos en farmacia de los seis de la dosis correspondiente. Preferí retirarme y comprar.
4.Quizá nunca estuvo tan mal el servicio médico y de medicinas de carácter público en México, que en los últimos dos gobiernos de Peña Nieto y de López Obrador (2012-23). Por ello el número de hospitales, clínicas, médicos y farmacias de carácter privado han crecido mucho. Obvio, nada o casi nada, puede culparse al personal, sino directamente a los gobernantes que son los directos responsables.
5. El presidente López Obrador está de retirada y si pudiera hablarse de su victoria es haber logrado imponer a su candidata presidencial, así como a su equipo de 50 seguidores que han demostrado sumisión absoluta. Pero la evaluación de su sexenio será negativa, igual a los gobiernos que le precedieron. La miseria se hizo mayor en la mayoría de la población, así como el sistema de salud, de educación y de seguridad, crecieron.