¡Vaya!, pero qué buen acalorado saperoco viene formando el país que a pesar de patrocinarse como la guillotina (perdón, quise decir "la vitrina") de la libertad de expresión; ya se encuentra echando sapos y culebras a volar solo por la entrevista que Tucker Carlson le hiciera a Putin. Escándalo que no ha ocurrido cuando su presidente (más a menudo que a cada rato) dice hablar con personas muertas.
Siendo "traidor" lo más suavecito como se le viene escupiendo. Para nada raro fuera (y no estaría de más alertarlo) que le podrían estar aplicando una a lo Julián Assange, la cobarde estrategia con que lo mantienen muerto en vida en una cárcel de Londres, luchando desesperado por no ser extraditado a los EEUU. Torbellino que parece tan terrible como sí por esto Biden pudiera perder la reelección (O, ¿YES?).
El muy conocido periodista (EEUU) alega que el norteamericano "no tiene ni idea" de por qué Rusia lanzó su operación militar. Lo que parece corroborar que hoy en día el pueblo menos informado de todo el planeta es del país (EEUU) que más presume (pero no respeta) la libertad de expresión. La (tan apocalíptica) entrevista fue transmitida (a pesar de los tabardillos que pudo provocar) este mismo jueves.