Lo primero que se debe comprender es que la historia es un campo de batalla política y tanto la maniobra táctica y estratégica son elementos que sirven a los planes geopolíticos y geoestratégicos del Poder trazado por un Estado como nación política.
Teniéndose en cuenta que la -idea de nación política- nace de la inspiración de la Revolución francesa. En tanto que la URSS de la que se hizo bandera desde sus cimientos Rusia, se concibe asimismo de forma parcial como una nación política pero al mismo tiempo como un conjunto de naciones étnicas que tendieron a construirse como repúblicas socialistas.
Estás pre-concepciones históricas de nación son extraordinariamente presentadas en la que actualmente y seguramente será para este siglo la entrevista política más importante de cara al estudio y al análisis de las ciencias políticas, la geopolítica y la geoestrategia.
Se trata de la entrevista de Tucker Carlson realizada al presidente Vladimir Putin, quien explica en gran parte los orígenes históricos del nacimiento de la Federación Rusa y su desarrollo como nación político que luego procedió a convertirse en la conformación de lo que fue la URSS donde se cristalizarían un choque de contradicciones ideológicas ante la propia idea de nación política construida por Stalin y la idea de derecho de autodeterminación construye una teoría de la nación que es oscura y confusa e idealista que al final como lo constata la historia en su cauce termina balcanizando, es decir, seccionando, separando en pedacitos a la Unión Soviética y ucranizando étnicamente un espacio territorial que había sido naturalmente ruso.
En fin de cuentas, Putin, fundamenta dicha explicación histórica sobre las razones del por qué su avance sobre Ucrania, indicando que desde el siglo IX al XVI, pasando por la Gran Guerra Patria y la formación del bloque de la URSS, todo ello, constituye y define a Rusia como Estado-nación que en sus grandes dimensiones, como sabemos, la hace un Estado-continente del mundo que posee inmensas riquezas naturales y reservas energéticas de toda índole que cubre todo su vasto territorio cuales sin duda concentra un excepcional desarrollo científico, tecnológico, industrial, militar y nuclear que la hacen una de las principales potencias de hoy junto al sitial potencial principal de la República Popular China.
De tal modo que Putin, actualmente ejerce su reclamo sobre Ucrania, en provecho del portento de fuerzas que ha ido recuperando e incrementado a partir de la extinción de la URSS y de su llegada al poder en el Kremlin. Por tanto, Putin hace llegar un mensaje tanto a los rusos como a los ucranianos que es fundamental para justificar la guerra por la recuperación de Ucrania más allá de la seguridad del Estado y contra el cerco de la OTAN impuesto por la bestia herida del hegemón imperialista norteamericano.
En ese sentido, la base fundamental de la justificación expuesta por Putin durante la entrevista, se asienta en dejar claro, que no se puede hacer buena política sin no conocer de historia. Entregando razones dentro de su planteamiento estratégico y táctico que sus movimientos en el tablero se posiciona en una guerra de desgaste sobre Ucrania que lo llevara en definitiva a la victoria sobre la OTAN, es decir, sobre el propio imperialismo estadounidense y lo expresa directamente frente al entrevistador Tucker Carlson, representante del partido republicano, conservador de EEUU que lidera Donald Trump, quien es un burgués, proteccionista, no liberal y anticomunista. Dimensiona a través de su perspectiva estratégico del poder que el gran error de EEUU, es no tener de su lado a Putin y con ello al Estado de la Federación Rusa con el objetivo de promover y determinar la política exterior estadounidense tanto demócrata como también republicana para lograr obtener que Rusia jugará sus cartas ante el acercamiento con China, sirviéndose de aliado para los propósitos imperialistas de EEUU.
Considerando que entre sus planes y programas el enemigo real de EEUU no es Rusia sino China y los republicanos como Tucker Carlson intentan a como dé lugar ganarse políticamente a Putin. Cuyos intereses políticos estratégicos por parte de los republicanos que abandera Trump, es ganarse a Rusia contra China, contra Xi Jinping y contra la verdadera amenaza del hegemón estadounidense que son los BRICS y más aún el comunismo chino de la izquierda asiática.
Entre tanto, el desarrollo de la agudización actual de la situación internacional se presenta bajo un contexto de una segunda Guerra Fría. En la que EEUU afina toda su artillería del poder mediático, vendiendo la imagen que China no es un país socialista haciéndolo ver lo inverso, además de hacerlo ver unas veces totalitario y otras dictatorial, etc. Con el fin de destruir fundamentalmente su geopolítica de la Franja y la Ruta, y los BRICS.
Por otro lado, los demócratas estadounidenses (Partido Demócrata), trazarían una estrategia distinta pero de igual forma buscando destruir los mismos objetivos geopolíticos que los republicanos. Realizándolo de otra manera, que sería balcanizando a Rusia o colocando en Moscú a un ventrílocuo que diga y haga lo que se le dicte para el cumplimiento de los intereses políticos del poder estadounidense y los de la burguesía financiera que representa al Partido Demócrata y en parte al republicano.
No obstante, Carlson quien se encuentra absolutamente alineado a la política exterior que defiende Trump, está entrevistando a determinados líderes políticos en el mundo como Javier Milei, Viktor Orbán, Santiago Abascal que se encuentran en el epicentro medular de la política exterior estadounidense y a su vez por su puesto son afines a los programas ideológicos y de intereses de dominación y control mundial geoestratégico.
Es por ello, que en el actual ciclo de elecciones presidenciales que se están llevando a cabo en los diferentes continentes del mundo. La elección más importante y crucial es la que se definirá en noviembre, en EEUU. Sin duda alguna, es la que dictara la pauta de la disputa del poder mundial que se encuentra en declive por parte del bloque hegemónico unipolar de EEUU y sus acólitos de la UE y la OTAN fundamentalmente contra el bloque multipolar y pluricéntrico en la yunta liderada por China y Rusia junto a los BRICS.