Clima uno, calentamiento global cero. Resultado contundente en una disputa que trasciende el simple marco jurídico y se inserta en el gran debate civilizatorio sobre la crisis global que atraviesa el Planeta.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo condenó el martes 9 de abril a Suiza por inacción ante el cambio climático. Por una mayoría de dieciséis votos contra uno, dicho órgano dictaminó que este país violó el derecho de los Mujeres Mayores por el Clima a gozar de una vida privada y familiar, que les permita el ejercicio pleno del derecho a la salud. Además, constató "graves deficiencias" en la aplicación de un marco normativo para limitar el calentamiento global. En concreto, Suiza nunca logró "cuantificar, mediante un presupuesto de carbono o de cualquier otra forma, los límites nacionales aplicables a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)". Tampoco ha alcanzado sus objetivos de reducción.
El Alto Tribunal dictaminó que también violó el derecho de la Asociación de Mujeres Mayores por el Clima de Suiza" (KlimaSeniorinnen, en alemán) a un juicio justo, al negarle la condición de "víctima". Los tribunales nacionales "no tuvieron en cuenta los datos científicos indiscutibles relativos al cambio climático y no se tomaron en serio las denuncias", argumentó el Tribunal Europeo.
Las promotoras de esta sentencia celebraron el resultado. En su sitio web afirman "¡Ganamos! Es una victoria histórica: el 9 de abril de 2024, la Gran Sala del Tribunal dictaminó en nuestro caso que Suiza está violando los derechos humanos de las mujeres mayores porque el país no está haciendo lo necesario para combatir el actual calentamiento global".
Un precedente significativo
Esta decisión, la primera de este tipo donde se falla contra un Estado del continente por no cumplir con sus promesas para confrontar el calentamiento global tiene, según analistas y medios de prensa, un significado especial. No solo representa una victoria para la sociedad civil suiza e internacional en su lucha por preservar el Planeta, sino también enjuicia la timidez oficial -- o la inoperancia-- para cumplir con sus compromisos y convenios internacionales.
El editorial del diario progresista suizo Le Courrier del miércoles 10 de abril es elocuente al afirmar que se trata de "un veredicto histórico. Ayer, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictó una sentencia extremadamente detallada que representa una buena noticia para el medio ambiente". La importancia de la misma, continúa el editorial, es considerable, ya que "establece el vínculo entre los derechos humanos y los derechos climáticos".
Por otra parte, evalúa el cotidiano helvético, detrás de la decisión en Estrasburgo, se constata un reconocimiento evidente: las asociaciones de protección del clima han sido reconocidas como competentes para presentar una demanda ante el Alto Tribunal. Lo que abre las puertas a otras potenciales futuras demandas sobre este mismo tema procedentes de uno u otro de los 46 Estados miembros del Consejo de Europa.
La querella en Estrasburgo, una larga marcha…
Fue en marzo de 2023 cuando la Asociación de Mujeres Mayores para la protección del Clima de Suiza, asumió formalmente el rol de parte acusadora en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El TEDH es el órgano responsable de procesar jurídicamente, bajo determinadas circunstancias, las posibles violaciones al Convenio Europeo de protección de los Derechos humanos y las Libertades Fundamentales (CEDH) y sus Protocolos acordados por 46 estados europeos (https://www.echr.coe.int/Pages/home.aspx?p=home).
La organización de Mujeres Mayores Suizas, que en el presente reúne cerca de 2.500 afiliadas mayores de 64 años, nació en 2016. La media de edad de sus componentes se ubica en los 73 años.
El proceso de esta querella ha sido largo y confrontó numerosos obstáculos y vericuetos antes de dirigirse al TEDH. En noviembre de 2016, la parte acusadora presentó en Suiza su primera demanda jurídica. La misma fue rechazada en primera instancia por el Ministerio del Medio Ambiente; en segunda instancia por el Tribunal Administrativo Federal, y en tercera instancia por el Tribunal Federal, máximo órgano nacional de apelaciones. Al constatar que todas las puertas jurídico-institucionales nacionales se habían cerrado, la Asociación de Mujeres Mayores decidió recurrir al marco legal europeo. Fue así como se encaminó a Estrasburgo.
Una vez más, estas militantes se volcaron, ahora en el escenario europeo, a una batalla de argumentos y esfuerzos para impactar la opinión pública. Desde su nacimiento como asociación, insisten que sigue siendo válido el objetivo climático internacional de una reducción de un 50% de las emisiones para 2030.
En su sitio WEB explican que un calentamiento superior a 1,5 º C podría conducir a una "perturbación antropogénica peligrosa del sistema climático". Y que, por eso mismo, mientras que la Confederación Helvética no modifique su actual política climática, continuará violando su propia Constitución Federal (principio de prevención y derecho a la vida) y el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). En síntesis, sostienen que "Suiza no cumple suficientemente su deber de protección hacia nosotras y no garantiza nuestros derechos fundamentales" (https://ainees-climat.ch/notre-action-en-justice/).
Los argumentos acusatorios fueron simples y contundentes. Para ellas no cabe duda de que el calentamiento global está provocando olas de calor más frecuentes e intensas. Como consecuencia, la gente enferma y muere prematuramente. "Las personas mayores --y especialmente las mujeres-- somos el grupo de población más afectado por el aumento de las olas de calor; debido a nuestra edad, los daños a nuestra salud y la mortalidad son especialmente elevados", enfatizan.
Primera plana internacional, agudo debate en Suiza
Desde conocido el fallo del Tribunal Europeo, la noticia comenzó a ocupar las primeras planas de la prensa radial, televisiva, digital e impresa de muchos países europeos y de otros continentes.
El País de España en su portada del miércoles 10 de abril titula: "La justicia europea sienta un precedente al condenar a Suiza por inacción en la crisis climática". E incluye como subtítulo:" El Tribunal Europeo de Derechos Humanos da la razón a un grupo de mujeres por los riesgos del calentamiento global".
The New York Times de Estados Unidos, informa que "El Tribunal Europeo critica a Suiza en materia de clima en una sentencia histórica". Título casi idéntico en el servicio informativo de France 24. En tanto la británica BBC señala: "El grupo de mujeres mayores que logró una inédita victoria contra el gobierno de Suiza por el cambio climático".
Las repercusiones en Suiza fueron también numerosas, tanto en los medios de información como entre la dirigencia política. Mientras los partidos progresistas saludaron como una gran victoria la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, las fuerzas de derecha, en particular la Unión de Centro Democrática (la primera a nivel electoral del país), desconocieron el valor de la sentencia. Argumentaron que la misma no tiene incidencia alguna y que la decisión de los tribunales europeos no conlleva ninguna obligación para Suiza. Lanzaron una ofensiva política para que Suiza abandone el Consejo de Europa del cual forma parte.
¿Qué repercusiones concretas tendrá esta sentencia en el país mismo? Ingrid Ryser, responsable de Comunicación de la Oficina Federal de Justicia afirmó desde Estrasburgo haber tomado nota de la decisión del TEDH. Y reconoció que "Es una sentencia muy importante y nos la tomamos muy en serio. El Tribunal ha indicado que hay violaciones, y Suiza tendrá que tomar medidas". Ryser anticipó que las autoridades analizarán detalladamente las más de 300 páginas de la resolución para determinar qué medidas deben tomarse.
Una nueva victoria de la sociedad. En este caso en la lucha contra el calentamiento global. Y una vez más, el combate rima con género femenino. Las Mujeres Mayores Suizas, desde la simpleza de sus argumentos y la contundencia de su perseverancia, le demostraron a todas y todos (hombres, jóvenes etc.) que al Planeta lo salvamos entre toda-os, desde abajo, o no lo salva nadie.