La Abstención NO es una Opción
Maduro es Derrotable si se concentra el Voto Opositor
La Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución al Pueblo de Venezuela
La grave situación de emergencia nacional sobre la que alertábamos en nuestro último pronunciamiento del 7 de marzo (http://www.aporrea.org/ddhh/a329105.html) pasado no ha hecho sino profundizarse y complejizarse.
Del 21 al 25 de marzo pasado, dentro del lapso para la postulación de candidaturas, el Gobierno/PSUV a través del CNE exhibió con cinismo el autoritarismo necesario y suficiente para rechazar candidaturas que, como la de Corina Yoris y Manuel Isidro Molina no le convenían y punto, todo ello sin más argumentación que la exhibición impúdica del poder, por más violatorio de la Constitución Nacional que esto fuera.
La inscripción a última hora de la candidatura de Manuel Rosales Guerrero, gobernador del Zulia, por Un Nuevo Tiempo, y de Edmundo González Urrutia por la MUD (este último como preservador de los derechos que da la tarjeta) abrió un encarnizado debate que se prolongará hasta el 20 de abril, fecha tope para hacer las modificaciones a que hubiere lugar en las candidaturas presentadas. Sobre ese debate y para incidir en él de la manera más positiva y productiva posible, expresaremos más adelante algunas ideas, pero antes nos queremos pronunciar contra la provocación abstencionista que expresa la conducta del gobierno/PSUV a través del CNE.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro y el PSUV están haciendo todo lo posible para lograr una abstención multitudinaria, y el fenómeno político del momento, que se palpa en todas partes, es la profundización de la intención por salir a votar el próximo 28 de julio que manifiesta el electorado. Se tiene una clara comprensión de que el gobierno/PSUV preferiría que nos abstuviéramos, y por eso precisamente, con mayor razón hay que salir a votar, porque cada abstención se convierte en un voto por Maduro.
El próximo 28 de julio sigue siendo posible decirle que NO a la voluntad de Maduro y el PSUV de quedarse en el gobierno. El que sea posible no hace obligatorio que sea así. Para lograr que, de posible pase a cierto, a ocurrir en los hechos, va a ser necesaria toda nuestra astucia, toda nuestra inteligencia, nuestra información y todo nuestro saber. El que se impone es un duelo de ciudadanía, no una guerra de maquinarias. Opinamos que quienes estén contra la participación electoral del modo que sea, quienes a pesar de todo lo ocurrido en el pasado reciente, especialmente en las elecciones presidenciales del año 2018, levanten de nuevo a la abstención como medida de presión, de hecho se están colocando al lado del gobierno y el PSUV y, mucho peor, facilitando también la continuidad del calamitoso y lamentable estado de las cosas. Contribuye a promover la abstención el tono descalificador en el que se ha dado el debate candidatural tanto en los medios de comunicación social como en las redes. Con el chantaje de que quien fuera aceptado por el CNE era automáticamente declarado traidor, disminuyendo así las posibilidades de la oposición.
Reconocemos a las del próximo 28 de julio como unas elecciones posibles, no como las deseables. Su carácter de elecciones radicará en que, con una multitudinaria participación en el acto de votación, y una actitud vigilante en el conteo de los votos en las urnas, sea posible rechazar la continuidad de este gobierno. Como la única verdadera oposición a este gobierno será aquella que resulte del esfuerzo conjunto de todos los sectores políticos, de todos los espacios y ámbitos de la sociedad venezolana, no importa tanto que termine ganando una persona que no sea nuestro candidato o candidata, pero que sí signifique que el 29 de julio haya un presidente electo que no sea Nicolás Maduro y se inicie un proceso hacia el restablecimiento de la vigencia de la Constitución y la soberanía popular y nacional, la atención de la emergencia social compleja y la construcción, a través de un gobierno de Unidad Nacional, de una Venezuela enrumbada a la superación de la crisis.
Reconocemos que, a falta de mejor información desde el presente momento hasta el 20 de abril, es muy probable que entren a la campaña electoral más de una candidatura que represente, para los distintos sectores del electorado, formas de decirle NO al gobierno del presidente Maduro. Pero que, precisamente, si el electorado opositor a Maduro se divide entre varias opciones el que sale ganando es Nicolás Maduro. Que nuestra sabiduría como pueblo debe encontrar la manera de concentrar su fuerza en la candidatura que, representando al proyecto constitucional, tenga una opción ganadora más clara, más confiablemente reflejada en las diferentes mediciones de opinión. Y también que las candidaturas que reconozcan no tener la capacidad de convocatoria mínimamente necesaria, vayan confluyendo en otras, y que esto permita a la población votante que desea salir de la pesadilla que vivimos, una más clara visión de las distintas posiciones de modo que sea posible decantarse por la que registre la mejor condición para concentrar al conjunto de las fuerzas y obtener una victoria con la contundencia necesaria para imponerse y obligar a su reconocimiento. Esa es la tarea en la presente coyuntura: Coadyuvar a que ese proceso de discernimiento se produzca lo más rápida y sólidamente posible.
Las candidaturas en liza deben aprovechar estos días hasta el 28 de julio para demostrar su verdadero talante unitario. Para explicar cuán de unidad nacional van a ser sus respectivos eventuales ejercicios de gobierno. Cuánto desprendimiento pueden demostrar para definir, sin traumas ni descalificaciones, la mejor opción para que confluya y se concentre la fuerza del pueblo opositor al gobierno del presidente Maduro. Necesitamos un cambio y éste es posible.
Alrededor de esta conducta política, buscar la concentración del voto opositor en la candidatura mejor posicionada para derrotar a Nicolás Maduro, es muy posible que se desarrolle una iniciativa de participación ciudadana en la protección del proceso de conteo de los votos. Es bueno que confluya y se concentre con anticipación a fin de darse lineamientos organizativos que, a nivel nacional, posibiliten una coordinación que permita minimizar cualquier pretensión de fraude que intente trampear o desconocer la anticipada voluntad de cambio del pueblo venezolano.
Nuestra palabra de aliento y solidaridad al pueblo venezolano en la diáspora, que está haciendo sus mejores esfuerzos para poder votar el 28 de julio desde todo el mundo.
Santiago Arconada, Gustavo Márquez, Héctor Navarro, Roberto López, Luis Mogollón,
Ana Viloria, Edgardo Lander, Juan García y Oly Millán.
Caracas 11 de abril 2024