¡Qué digo! que gobiernen en España siempre los franquistas, los que desde tiempo inmemorial vienen dirigiendo los destinos semisalvajes de este país, con sus absolutismos monárquicos y sus dictaduras como correa de transmisión de una política que lo es de muy bajo nivel. Una política que se supone es deseable se parezca a una competición deportiva limpia, en la que, por ejemplo, el tenis, se saludan los contrincantes al principio del partido y se despiden saludándose al final dando la mano ambos al juez de silla. Pero no.
En España las diferencias de las que se pavonean tantos y tantas con respecto al mundo, son muy parecidas a las que ha habido y hay entre naciones africanas, sobre todo, y la Europa milenaria. La ambición, la agresividad, las maniobras, las falseadas argumentaciones de la ideología ultra catolicista fundidas en la franquista…
La organización desde 1978 del país para la "nueva democracia", bajo los auspicios de una Constitución redactada por ellos mismos, sin participación significativa de algún redactor que representase a sectores de izquierda, republicanos; la imposición de la monarquía a través del texto y las condiciones psicológicas preñadas de temor de los votantes a un nuevo golpe de estado, traen estos constantes lodos. No hay tranquilidad nunca, la política es un hervidero de chanchullos, de maquinaciones, de agresividad constante… Cualquier cosa menos vocación de servir a las necesidades del pueblo, tanto materiales como morales y cívicas…
España sólo se soporta cuando los franquistas, los fascistas y la Conferencia Episcopal reinan y gobiernan, aunque sus leyes y sus formas sean primitivas y solo dignas de una nación a medio hacer… Para ellos el pastel entero. Ya habrá tiempo, si el mundo no salta por los aires o no se acaba, como al parecer dicen algunos científicos últimamente, de que se civilicen y entren en razón para situar en conjunto a esta España que me duele, en el nivel que debiera estar hace mucho tiempo, cercano al que tiene la política interior de los países de la Europa Vieja y preferentemente de la Europa nórdica.