Cómo entender y sacar de la crisis al Gobierno de Colombia-ELN en 6 pasos

Sábado, 11/05/2024 01:08 PM

Foto: Delegación de Paz del Gobierno de Colombia.

En esta crisis de la solución política algunos elenólogos y pazólogos redundan en los clichés del conflicto con análisis que desconocen las idiosincrasias de la periferia, la actualidad de los acuerdos y la institucionalidad de la Mesa de Diálogos con el ELN. Propongo para el debate internacional estas capas desde donde se puede leer la crisis y algunos pasos para superarla:

  1. Crisis humanitaria en Nariño. Es reflejo de otras crisis en el territorio colombiano como laboratorio de injerencias de los Estados Unidos, quien tienen en marcha genocidios y guerras en la región.

  2. Diálogos regionales y cese al fuego multilateral. Ambos son un clamor del pueblo nariñense que ha logrado articular procesos autónomos de diálogos por la transformación de su territorio.

  3. Federalismo del ELN. Fue profundizado por el gobierno nacional al pretender un diálogo con dos instancias de la misma organización. Dos consideraciones: a) el ejercicio federado puede ser alimentado con el prejuicio de presumir inmovilidad e incapacidad de tomar decisiones por su mismo carácter federado, b) la democracia interna que permite el disenso puede contribuir a consensos más fuertes a la hora de un acuerdo final, por ejemplo para el VI Congreso, de manera que el ELN no resulte tan fracturado como las FARC-EP.

  4. Falta de unidad de mando en Colombia. Mientras el presidente Gustavo Petro impulsa la paz total Otty Patiño desconoce a Vera Grave, quien lidera la Delegación de Paz del gobierno, al acordar un desminado humanitario que le otorga estatus internacional al Frente Guerrillero Comuneros del Sur, liderado por Gabriel Yépez o HH, así como cuando promovió mediáticamente un decreto que incumpliría los protocolos del CFBTN. Yépez fue denunciado por Antonio García, primer comandante del ELN, por participar con el Estado en un plan de exterminio del COCE. Este Frente Guerrillero pertenece al Frente de Guerra Suroccidental, el cual se mantiene con el ELN. Vera Grabe junto a su Delegación de Paz solicitaron al presidente a través de una carta abierta tomar una decisión al considerar "jurídica y políticamente inviable" mantener diálogos políticos en mesas paralelas.

  5. Manipulación de la territorialización de la paz. Territorializar la paz no puede ser dividir ni poner en crisis a la Mesa. Esto puede ser manipulado para afirmar sin contexto que la paz no llegó a los territorios porque el ELN no aceptó las condiciones para los diálogos regionales, cuando en realidad se requiere una articulación nacional-regional para que la territorialización no resulte en el desmembramiento de la solución política. En diciembre de 2022 se pactó en Caracas el Acuerdo de Institucionalización de la Mesa, el cual define que los representantes de cada delegación los designa cada parte. Decirle al ELN desde los medios "traigan a tal comandante de Arauca y a tal del Chocó" sería incentivar la desinstitucionalización e incumplimiento de los acuerdos..

  6. Secuestros o retenciones económicas. La dirección nacional del ELN decidió reanudar esta práctica ampliamente rechazada por la sociedad colombiana incumpliendo el Acuerdo 16, contradiciendo el punto 2 del Comunicado Conjunto N° 20 y violando el DIH.

Pasos para impulsar la paz

  1. Transversalizar el enfoque de género. Lita Rubiano Tamayo de Lucecitas de Maíz considera indispensable poner en primer orden de la agenda la multiplicación de las afectaciones a las mujeres, sus cuerpos, familias y territorios como consecuencia de los incumplimientos, la suspensión de la Mesa y ahora de los secuestros o retenciones económicas. Después del secuestro "por error" de Mande Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, sobre esto agrego: ¿cuáles garantías ofrece el ELN a las mujeres comunicadoras alternativas, defensoras de derechos humanos, lideresas sociales y constructoras de paz presentes en su territorio, quienes no son hijas de figuras famosas? Considero que la transversalización del enfoque de género debe tener como foco de atención las zonas críticas acordadas, varias de ellas paramilitarizadas por la expansión del Ejército Gaitanista de Colombia.

  2. Definir el carácter de la paz territorial. La ruptura del Frente Comuneros del Sur con el ELN puede ser leída como la consumación de la operación de inteligencia y la perfidia. Colombia y la comunidad internacional espera que la decisión de Petro saque de la suspensión a la Mesa para que sea jurídica y políticamente viable el clamor del pueblo nariñense, de modo que este ejemplo sirva para definir qué va a ser ahora la paz territorial.

  3. Articular un lenguaje de paz. Los medios de comunicación tienen el deber ético de:

a) Actualizar sus políticas editoriales al escenario de solución política.

b) Contrastar fuentes en los análisis con todas las voces vinculadas a la crisis.

c) Abrir el micrófono a las voces de los territorios.

d) Priorizar a las voces constructoras de paz en las zonas críticas.

       4. Abandonar el incumplimiento. El gobierno colombiano debe retomar el cumplimiento:

          a) Del Acuerdo de México, el cual construye una visión común de paz.

          b) De los protocolos pactados del CFBTN.

       5. Activación del Acuerdo 20 para Nariño como Zona Crítica. El diálogo regional se puede  articular con el Comité Nacional de Participación (CNP) y desde esta instancia pueden exigir que en el séptimo ciclo activen con urgencia la Comisión Humanitaria, el Mecanismo de Protección Humanitaria y se fortalezca la Veeduría Social para Nariño en cumplimiento del Acuerdo 20 para que:

a.) El diálogo regional se articule con la política nacional.

b.) El desminado humanitario y cualquier otra iniciativa de este tipo sea blindada.

c.) Sea la Mesa la que dirija la territorialización de la paz total bajo el clamor del pueblo nariñense de que el desminado no sea congelado por esta crisis.

Sin duda, el VI Congreso del ELN es una oportunidad para consolidar su unidad orgánica y en sus términos, actualizar y profundizar su política de género, finalizar la política de secuestros o retenciones económicas, caracterizar nuevamente al país y tomar decisiones sobre la solución política.

El clamor popular exige que el primer gobierno progresista de Colombia y la insurgencia más antigua del mundo impulsen la paz mediante la transversalización del enfoque de género, la definición de sus políticas de paz, el desescalamiento del lenguaje de las partes y sus simpatizantes, el cumplimiento de los acuerdos y la reanudación de la Mesa.

¿Qué podemos hacer desde el CNP y desde los países garantes como Venezuela? Impulsar y apoyar una gran campaña que contengan estos elementos para avanzar en la salida dialogada y que no se paren de la Mesa.

*@dannavenezolana Venezolana, feminista, periodista e investigadora del genocidio y la paz en Colombia y las nuevas guerras en la frontera colombo-venezolana. Cubre la Mesa de Diálogos con el ELN y sigue los procesos con el EMC y la Segunda Marquetalia. Actualmente es coordinadora de los Spaces en X de la Red Amassuru.

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