Día de ballenas

Miércoles, 14/08/2024 01:24 PM

El activo más poderoso con el que contamos es nuestra mente.

Robert Kiyosaki.

El primer lunes de agosto del 2024 se proyectaba como problemático para las bolsas de valores del mundo. Aun cuando todo resultó en un gran fraude, fue la preparación para ir a la guerra esperada donde Irán es el objetivo. Pero en segundos la vía al quiebre de algunas bolsas se volvió como un disparó en respuesta a su caída.

Los dueños de aquel lunes pertenecen a grandes inversionistas y el acostumbrado movimiento donde orientaron las supuestas pérdidas es conocido como El Día de las Ballenas. Consiste en sumergir acciones, ahogarlas para luego venderlas en grandes cantidades después de haber estado en un inusitado pánico hacia la baja. Los precios de las acciones surgirán pues nunca estuvieron abajo y como de costumbre los grandes se comerán a los pequeños.

Cuando las acciones caen a precios muy bajos, entonces los grandes engullen, haciendo crecer en horas un nuevo mercado. En esta operación estuvieron involucrados varios magnates; el mexicano Carlos Slim, y dos más de Norteamérica los cuales todos conocen.

En Estados Unidos sus fortunas son manejadas por brókeres los cuales hacen función en los Mercados de Acciones. Son grandes grupos que ven crecer mientras manejan sus bajas con el objetivo de duplicar y hasta triplicar sus riquezas. Estos se identifican como Osos y Toros encargándose de manipular los grandes mercados.

Aquel lunes cinco de agosto ha quedado grabado como una de las caídas más raras en la historia de varias bolsas de valores del mundo. Solo algunas bolsas fueron el objetivo. Una de las más afectadas y luego extraídas de las noticias fue la Bolsa de Tokio la cual sonó como una de las más afectadas.

Pero al amanecer del seis de agosto, un día después su rescate llamó poderosamente la atención del mundo bursátil, se recuperaba abruptamente, como si nada hubiese pasado. Tokio se recuperó.

El índice de la Bolsa de Tokio el Nikkei subió más de 10% después de representar una espantosa corrida el día anterior. Después de desplomarse un 12,4%, la segunda mayor caída de su historia.

Esta bolsa agrupa los 225 títulos más representativos del mercado y la acumulación de su ascenso representó 10,34%, es decir 3.252,22 puntos. Por esto se califica de "histórico" su movimiento conocido como intrandía —Conjunto de operaciones bursátiles realizadas el mismo día—. En puntos esto se movió 34.710,64 enteros.

Pero esto no quedaba allí. El importante índice bursátil de la Bolsa de Tokio conocido como Topix, —Tokio stock Price Índex— en todas sus firmas subieron 10,56% o 235,28 puntos, para ubicarse en un ascenso de 2.462,43.

Ya en anteriores jornadas los números habían dado negativo generando tensión tras la fortaleza del Yen, moviendo fuertemente sus marcadores económicos. Los inversores japoneses aprovecharon la depreciación de su propia moneda el Yen y frente a sus dos principales competidores: dólar y euro, beneficiaron a sus grandes exportadores quienes no han perdido la enorme oportunidad de traer grandes beneficios que estuvieron colocados en el exterior.

El mercado accionario japonés llegó a un pico de 39.000 en el índice Nikkei —índice bursátil más popular del mercado japonés— en diciembre de 1989. Luego de haber experimentado un mercado bajista durante quince años, es decir hasta el año 2004. Así fueron creando una burbuja de precios con activos en Japón y esto reveló una enorme debilidad hacia el sector bancario.

En ese entonces en lugar de que las empresas con problemas quebraran, hicieron algo inusual; se extendieron préstamos de cumplimiento dudoso, proceso conocido como destrucción de creatividad, pero dicho proceso dejó de funcionar en Japón hacia la década de los noventa.

En base a estos antecedentes es probable que está situación puede presentarse de nuevo como en forma cíclica. A pesar de crear una ilusión de recuperación aparente en este mercado especial.

Podrían estar pensando en alimentar una burbuja especulativa del mercado con las posteriores consecuencias, por eso es necesario ser cauto y paciente, sobre todo cuando las finanzas muestran la dirección de ir a la destrucción de la República Islámica de Irán para ganar inmensas cantidades de dinero.

Interesante deducción la cual afirma sobre la base de la actual evidencia teórica de la politóloga alemana Elizabeth Noelle-Neumann en su obra El Espiral del Silencio. Si con esta autora confrontamos la sicología de las bolsas estudiada desde la revista académica Behavioral Finance dedicada al comportamiento financiero, revisando sus conceptos en cuanto a la representatividad. El resultado es exceso de confianza y la aversión a perder se contrasta con la teoría de la profesora alemana.

Probablemente esta sea una inmensa ilusión monetaria creada de la ficción de los grandes intereses del capital para generar conflictos militares los cuales guardan intereses a su favor. Por eso el objetivo deseado viene participando en la OPEP como el cuarto productor mundial de petróleo, y ahora con un gran liderazgo en los BRICS: Irán.

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