Padre Joaquín López, uno de los sacerdotes mártires de El Salvador, víctima del fascismo y de la extrema derecha

Sábado, 07/09/2024 12:04 PM

Entre la autopista y la carretera Caracas – Guarenas, Km. 15, se ubica una Unidad Educativa que lleva el nombre de uno de los seis sacerdotes asesinados en el año 1989 en El Salvador. Lleva el nombre del Padre Jesuita, Joaquín López y López, a quien sus compañeros y su feligresía daban en llamar "Lolo". En Venezuela y otros países de Nuestra América, así como de África, Fe y Alegría, con el ímpetu del padre José María Vélaz (sacerdote de origen chileno), quien ya, el 5 de marzo de 1955, en una humilde casa cedida por el albañil Abraham Reyes y su esposa Patricia Reyes en la parroquia "23 de Enero", crea la primera escuela de Fe y Alegría en el país, posterior a ello, el 15 de septiembre del año 1990, con la benevolencia de los residentes de la Urbanización Araguaney inicia sus actividades la U. E. Padre Joaquín López. La mayoría de los pobladores de las comunidades cuyos hijos asisten a esta unidad educativa no saben quién fue en vida el padre Joaquín López y el contexto en que se desarrolló el horrendo crimen que acabó con su vida, donde además de él, asesinaron a cinco sacerdotes más y a dos humildes mujeres aquella lúgubre noche del 15 al 16 de noviembre de 1989 en los patios de la Universidad Centroamericana en un país bajo una férrea y criminal dictadura militar de la extrema derecha. De allí nuestra motivación para redactar este escrito.

El Padre Joaquín López y López nació el 16 de agosto de 1918 en Chalchuapa, 16 de agosto de 1918, una zona cafetalera de El Salvador, de familia acomodada con propiedades en el campo, eran tiempos en que la producción agrícola se transportaba en mula, sus estudios de secundaria apostólica las hizo en el preseminario de Santa Tecla y en 1938 entra de lleno a la formación sacerdotal en el centro que la Compañía de Jesús tenía en El Paso, Texas; allí su formación principalmente fue en las áreas de las Humanidades y la Filosofía, obteniendo las Licenciaturas en ambas especialidades (1943 y 1946) con estos jesuitas de origen mexicano. Sus primeros pasos en el área de la Teología los hizo en Saint Mary´s, Kansas y de allí va para Oña, España, donde se ordena de sacerdote en 1952, luego continúa estudios en la Universidad de Comillas, en el mismo país, donde obtuvo las Licenciaturas en Ascética y Mística. Su vida religiosa la pasó completamente en El Salvador, iniciándose como Padre Espiritual en el Externado de San José. En 1964 inicia la campaña para la creación de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA), de la cual, una vez cristalizada la idea, el Padre Joaquín López fue el primer Secretario General y Secretario de la Facultad de Ciencias del Hombre y la Naturaleza. De su trabajo pastoral tuvo la oportunidad de relacionarse directamente con el pueblo salvadoreño percatándose de la situación de indigencia en que vivía la mayoría de la población y que para finales de los años sesenta, la condición de la educación era altamente paupérrima, con altos niveles de desescolarización, deserción escolar, constató que la mitad de los salvadoreños eran analfabetos absolutos y otra significativa proporción solo sabía leer y escribir su nombre.

Esta desoladora situación le hizo comprender al padre Joaquín López que no era suficiente la enseñanza religiosa y que era importante la educación integral para superar la pobreza y avanzar en la educación, por ello acoge la propuesta del Padre José María Vélaz y fundó en 1969 Fe y Alegría en El Salvador con miras a desarrollar una educación popular integral, por lo cual, el objetivo "es la creación de Centros Educativos en diferentes partes de la República para enseñar y capacitar niños, jóvenes y adultos de las clases populares más necesitadas. Contempla la enseñanza primaria y media, artesanal y técnica, educación cooperativa y deportiva, asistencia médica y social". En 1970 arrancan los proyectos para constituir tres escuelas básicas, en Acajutla, otra en barrio El Campamento la otra en San Miguel, La Curruncha. En 1980, Fe y alegría cuenta con 12 escuelas básicas en El Salvador. El padre Joaquín López, además de la gran obra desarrollada en la educación salvadoreña por el gran impulso a los programas de Fe y Alegría y a la fundación de la Universidad Centroamericana, desempeñó un rol fundamental en el impulso a las cooperativas populares en el campo y a la creación, en 1980, de Hogares de Niños Desplazados para el asentamiento y reubicación de niños que perdieron sus casas, sus familias o incluso vieron morir a sus padres; el primero que comenzó a funcionar fue el de Santa Ana en 1981 y posteriormente el padre López, en 1985 organiza el Asentamiento de Desplazados por la Guerra en el departamento de La Libertad, que comenzó con el propósito de reubicar a 50 familias para cultivar la tierra, previo a ello la construcción de sus viviendas.

Entre los años 1969 a 1989 y con secuelas en los años siguientes, la República de El Salvador vive la ferocidad e irracionalidad de la extrema derecha que mediante la dictadura militar y la guerra contra la insurgencia, impone al país una situación de represión a las organizaciones populares y al aniquilamiento de sectores de la población que luchan por la participación y por el mejoramiento de las condiciones de vida. Las fuerzas represivas salvadoreñas desarrollan un proceso de persecución, hostigamiento y asesinatos de maestros y religiosos, y arremeten contra las iniciativas que van en pro de los sectores populares y más desasistidos del país. Es la época en que los factores de izquierda luchan a favor de las reivindicaciones del pueblo y sientan las bases para la paz en el país, se presenta la crisis en el gobierno militar de derecha con el derrocamiento de la Junta Militar y en el año 1989 se da la gran ofensiva de la guerrilla que va a sentar las bases para las negociaciones políticas que culminan en 1992 con la firma de los Acuerdos de Paz en Chapultepec, México. Como ya se conoce, en Nuestra América están en boga las ideas emanadas de la Teología de la Liberación en los años sesenta y setenta, y que se prolongan años después y en los Estados Unidos los sectores populares están en defensa de los derechos civiles y en contra de la guerra genocida de ese país contra Vietnam.

 

Procesos sistemáticos de asesinatos de maestros y religiosos en El Salvador

En un país sometido por las fuerzas del fascismo, que comprendía la persecución y el asesinato de maestros que llevaban la enseñanza al pueblo y de religiosos, que, siguiendo los lineamientos de la Teología de la Liberación en su opción por los pobres, fueron víctimas de la más feroz represión que ya recibía el pueblo y todos aquellos que las fuerzas gubernamentales consideraban simpatizantes y colaboradores de la guerrilla. El 12 de marzo de 1977 es asesinado el padre Rutilio Grande, quien había establecido las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) en El Salvador; el 12 de mayo de ese año fueron asesinados también, el padre Alfonso Navarro y el adolescente Luis Torres.​ El 14 de junio de 1977, dos pistoleros asesinan al padre de origen italiano, Cosme Spessoto. El 6 de octubre, sujetos uniformados allanaron la casa del padre Antonio Reyes y lo asesinaron. El 28 de noviembre de ese año detienen al padre Marcial Serrano, sus verdugos lanzaron su cadáver al lago Ilopango, nunca pudieron recuperar su cuerpo. El 24 de marzo de 1980 fue asesinado Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, quien se preocupaba mucho por los pobres, por la justicia, por los derechos humanos. Es asesinado mientras celebraba la misa. El 2 de diciembre de 1980, agentes del gobierno salvadoreño violaron y asesinaron a cuatro religiosas estadounidenses de la orden Maryknoll de quienes sospechaban que colaboraban con la insurgencia, eran las monjas Ita Ford, Dorothy Kazel, Maura Clarke y Jean Donovan. En cuanto a los maestros se tienen los siguientes datos: en 1979 fueron detenidos y asesinados al menos 30 maestros,

Asesinato de los sacerdotes en el campus de la Universidad Centroamericana

En la noche del 15 al 16 de noviembre de 1989, como ya lo hemos señalado se produjo el cobarde y despiadado asesinato de los seis padres jesuitas: el salvadoreño Joaquín López y López y sus compañeros provenientes de España, Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno, quienes ejercían funciones docentes en la Universidad, además de ser sus autoridades, Junto con ellos también fueron asesinadas Elba Julia Ramos, persona al servicio de la Residencia, y su hija Celina, de 15 años, por un pelotón del batallón Atlácatl de la Fuerza Armada de El Salvador. Estas personas son consideradas como Mártires de la Universidad y del pueblo salvadoreño. Fueron sacados a la fuerza de la residencia universitaria y asesinadas sin ningún remordimiento. Era la acción irracional, criminal de elementos que consideraban a estos religiosos como una peligrosa fuerza contraria a los intereses gubernamentales por haberse puesto al servicio de los más pobres y excluidos de El Salvador. La extrema derecha hacía de las suyas sobre personas indefensas en un acto practicado con alevosía, ventaja y de manera cobarde y terrible.

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