Las tristezas no se hicieron para las bestias,
sino para los hombres;
pero si los hombres las sienten demasiado,
se vuelven bestias"
Miguel de Cervantes, en el Quijote
El miedo y tristeza, que sienten las clases dominantes y sus títeres de oficio, tratan de trasmitírselo a los que han pisoteado toda la vida, como una manera de defenderse de la inevitable reacción de los de abajo, por quitarse el yugo de encima. La muestra más ridícula, como para no perderse un detalle, lo acaba de dar el representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien, desde, su cómodo aposento en Europa, se refirió, como si aquí en Venezuela, todavía dependemos de la mano colonizadora de los españoles y hay que hacer lo que ellos ordenen al expresar, como buen peón: "Hoy domingo es un día triste para la democracia en Venezuela"
La escabullida, asilo o como quieran llamarlo del emergente de la inhabilitada, es una noticia, conocida de antemano por el común del venezolano, así, se encuentre en cualquiera de las dos trincheras de la lucha política en nuestro país. Ya, sabemos el rumbo y paradero de los que atentan contra la democracia y después se dan el calificativo de defensores. En España hay un grupito de estos "mártires" y no es raro, que el señor Borrell, haya degustado algunas botellas de vino, con algunos de estos sacrificados a quienes les están construyendo un asilo de ancianos exclusivo para ellos y ahora le llega Edmundo muy asustado y lo primero que tienen que hacer es hacerlo ver con un psiquiatra, no vaya a tener algún problemita mental.
Lo que no dice, el hablachento de la Unión Europea, Josep Borrell, es la arrechera, que por lógica deben estar experimentando los familiares de las 23 personas vilmente asesinadas y casi 200 heridos por los "comanditos" organizados y preparados por la María Corina Machado y el ex agente de la CIA, Edmundo González Urrutia, con un prontuario denunciado por la misma iglesia del Salvador, donde hizo una dupla con Leopoldo Castillo, quien se ganó el apoyo del "matacuras" y existen las pruebas, donde están comprometidos y no están presos porque son unos protegidos de los gobiernos de los Estados Unidos, que es, como decir el imperialismo.
La noticia de la huida de este mercenario, a quien no se le puede dar otro calificativo, porque así, actúan los que andan atrás de los dólares sin ningún sentido de patria, pero comprometidos, hasta los tuétanos con el imperialismo, es una candela después de apagada: puro humo. Ahora, sale el Borrell, defendiendo a capa y espada a otro tan parecido a Guaidó, con la diferencia, que ha sido engrandecido, hasta calificarlo de "héroe" por Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, quien, ahora, tiene un trabajito adicionar: agarrar a su superhombre para pasearlo por toda España, como un ejemplo de valentía, pero dentro de poco tiene que buscarle su refugió, porque los designios de la vida le va marcando los pasos a cualquiera persona, pero llegar despreciado por sus propios coterráneos, es como pedirle la bendición al diablo.
Los venezolanos en estos momentos están sacando al ruedo miles de comentarios, por la partida a suelo español de un traidor en grado insuperable, porque al comienzo de sus andanzas era un candidato desconocido para el común del pueblo, pero después de haber dado unos pasos y le empezaron a sacar los trapitos al sol, lo que se oye es ¡De lo que nos salvamos! y no es para menos, porque con el poder mediático lo hicieron parecer un santo de iglesia. Por lo tanto, aquí lo que hay es alegría y entusiasmo para seguir por el camino trazado por el Libertador Simón Bolívar y uno de sus máximos discípulos el comandante Chávez, al derrotar a la inhabilitada y su muñeco utilizado en funciones de payaso, ya que, gallo huido, lo recoge el dueño por vergüenza en la gallera.
La tristeza es de los mismos, que han querido empantanar el suelo venezolano y no han podido, a pesar del todo poderoso poder mediático, el cual vienen utilizando para adormecer pueblos enteros. Ni multiplicando ese poder van a poder con la dignidad y gallardía del pueblo venezolano, cuando está defendiendo su soberanía, porque es la vida y la libertad de vivir en paz, pero enfrentando todas estas alimañas que se presentan, como los salvadores. Ni llevando a las instancias celestiales van ocultar una derrota, que los entristece y casi llegan al llanto. ¿Qué le queda a la inhabilitada? Agarrar un saquito y echar las actas y emprender un peregrinar, como imitando al supuesto San Nicolás, para terminar de ganarse el nombramiento de heroína, el cual le han dado para llenarle el ego; porque ya, la asomaron al premio Nobel de la paz, a pesar de implorar por una invasión y de haber participado en las guarimbas promovidas por Capriles Radonsky. Pero de ilusiones también se vive, porque Antonio Ledezma, se olvidó de Guaidó, y ahora, con más pena que gloria, pero con la misma tristeza en el alma, acaba de anunciar: qué dónde esté Edmundo González, es el presidente de Venezuela.