Este 11 de septiembre, me hace recordar lo ocurrido en Chile hace 51 años. Evoco la tarde cuando a pesar de mi corta edad, 9 años, pude contemplar el ataque al Palacio de la Moneda y luego el asesinato del mártir por las hordas fascistas de Agusto Pinochet, que trataron de encubrir como un suicidio.
En estos tiempos que renace el fascismo y el autoritarismo, siendo nuestra Patria asolada por hordas tan parecidas a las que llenaron la Moneda de sangre y destrucción, hoy que el heredero de Augusto Pinochet, Boric, mueve su cola para complacer a sus amos del Norte, debemos recordar aquel gran hombre que fue Salvador Allende.
Con la amistad que me unió al recordado Ramón Alarcón y al Profesor Ramón Troncoso y el Círculo Bolivariano Salvador Allende y tantas conversaciones que estos dos amigos, que nos hicieron profundizar en el pensamiento del Revolucionario chileno, hoy más que nunca debemos conocer su vida y sus ideas, de ese conductor de la primera revolución socialista que llegó por la via de los votos.necesidad
Allende aquel hombre que desde las Universidades reclamaba por una sociedad más junta y señaló la de luchar contra la opresión capitalista, es una gran referencia revolucionaria para Nuestra América.
Por desgracia Chile sigue siendo la Chile de Pinochet, tiene por tragedia de los chilenos un presidente genuflexo de los que llevaron a Pinochet al poder, los autores intelectuales del crimen de Allende.
En Chile no se abren "las grandes alamedas", al contrario se cierra el paso del "Hombre Nuevo", para la construcción de una sociedad mejor, en una América que resurge el fascismo en sus máximas expresiones.
El imperio yankee utiliza el mismo libreto que utilizo en Chile entre 1970- 1973 cuando trata de arrodillar a nuestra Patria , los manuales imperiales siguen ejecutándose y la auto determinación de los pueblos siguen en riesgo.
Debemos entender que cuando un movimiento revolucionario llega electoralmente al Poder, como llegó la Unidad Popular en Chile y la Revolución Bolivariana en Venezuela, se enfrenta al viejo orden enquistado, que utilizará la misma metodología para acabar con el nuevo orden establecido.
La lección que nos deja la experiencia chilena, es que al llegar el Fascismo, tardarán "las grandes alamedas en abrirse" y no se triunfa sin la unidad, la organización del pueblo y su participación en la construcción de una nueva sociedad.
No defallezcamos, el poder del pueblo no es otra cosa que una forma de construir el Estado, pero entendiendo que no se puede llevar la participación popular y democrática, dejándonos conducir por el fascismo y sus engaños.
Recordemos como Allende pago con su vida su lealtad al pueblo, pueblo defiende tu participación para que como "hombre libre pases por las grandes alamedas para construir una sociedad mejor".