Después de los ciberataques, los asesinatos de líderes militares de Hezbolá y los bombardeos nucleares en Rusia y al sur del Líbano; los que están pendientes del rumbo de la seguridad mundial, se han dado cuenta al fin, que el imperialismo está impulsando una ofensiva real por salvar su hegemonía a coste de poner a Rusia y el Oriente Medio, como víctimas de su agresión nuclear y al mundo bajo una extrema tensión psicológica, frente a hechos consumados de detonaciones nucleares.
Explosiones hoy, en Tijoretsk, Oktyabrsk y ayer en Toropets, donde se han atacado arsenales de misiles portadores de cabezas atómicas. Cuyos almacenes estaban protegidos en bunkers anti nucleares.
Hoy, también el sur del Líbano, fue objeto de explosiones con características nucleares lanzadas por la aviación israelí sobre zonas habitadas por civiles, en la región controlada por Hizbolá.
Estos hechos ponen a rusos y al Eje Islámico frente a eventos trágicos que desafían las capacidades militares de respuesta de ambos ejércitos.
¿Que persigue el imperialismo al implicar los ataques a arsenales y el uso de munición nuclear?
Los blogueros, los investigadores, medios no oficiales y algunos medios oficiales de los países implicados, como principales fuentes informativas, ya están acercando la información a describir la preocupación por la elevación de los conflictos a niveles peligrosos para la vida.
Sin embargo, los líderes de la Oran, Washington e Israel son los que más celebran la ofensiva porque creen que Rusia y el Eje Islámico no son capaces de responder en ese mismo nivel de criminalidad. Y que por el momento los tienen aculados esperando las ofensivas criminales.
Saben que han destruido Gaza, controlan Cisjordania, que están derrotando a Hizbolá y si las cosas siguen así, van de nuevo por Siria, hasta aislar a Irán y rendirlo. Esa sería una estrepitosa caída del Eje Islámico y una extraordinaria victoria del imperialismo, en el control del Medio Oriente.
En cuanto a Rusia, creen, que el país eslavo también es incapaz de responder y si lo hace justifican el ingreso de Ucrania a la Otan y la formalización de su guerra contra Rusia.
Sin embargo, esa tenebrosa disuasión que están agudizando los imperialistas en estos últimos días, aunque les ha dado fuerza psicológica y confianza militar; todavía no ha experimentado la respuesta estratégica tanto de Rusia, como del Eje Islámico.
Los sucesos en las guerras, son así, cambiantes; los días no son iguales, un día una cosa, otro día, otra. Aunque parezca que el imperialismo lleva la iniciativa en este momento, la respuesta del otro, no se ha personificado. Ya lo veremos, no hay que entristecer los que creemos en el futuro de un mundo más justo y multilateral.