...Uno en el zócalo como reto a derribarlos
1. Aplaudí con todas mis fuerzas, con gran alegría, cuando a principios de los años 60 estudiantes de la UNAM echaron abajo el monumento del expresidente Miguel Alemán construido por sus fieles seguidores frente a la rectoría. Los lambiscones argumentaron que el presidente ordenó la construcción de esa bella ciudad universitaria (UNAM), pero no advirtieron que no lo hizo con su dinero sino con el dinero de la población toda que paga impuestos. Los jóvenes conscientes de que todos los gobiernos hacen grandes obras –como está archidemostrado- para robar en grande y hacer demagogia con ellas, gritaron: "fuera esta basura del campo universitario" y fue hecha añicos, desapareciéndola para siempre.
2. La realidad es que esos auto halagos nunca han sido bien vistos en la población y la prueba estuvo en Campeche cuando la estatua del expresidente López Portillo fue derribada en plena glorieta a la entrada de la ciudad. ¿Puede olvidarse que la estatua de Vicente Fox en Veracruz y la del presidente López Obrador (en funciones) fue tirada y descabezada, en 2022 en Atlacomulco, Estado de México?. La realidad es que esos monumentos son muy ofensivos porque se supone que los gobernantes son seres humanos igualitos a los vivientes, pero que aprovecharon sus cargos para hacer obras –muchas veces engañadoras, aparentemente en beneficio de la población, además de sus negocios millonarios.
3. Los políticos hacen mucha propaganda diciendo que están "al servicio del pueblo"; sin embargo, se ha demostrado durante más de un siglo, que sólo entran por tener poder y dinero, para saquear la riqueza del presupuesto nacional. Todos los homenajes que les hacen, como los votos que reciben en elecciones, son comprados muchas veces con dinero que reciben de los grandes empresarios y del narcotráfico. Además, preguntaba Marx: "¿Qué trampa me quieren jugar con la palabra "pueblo" que esconde la existencia de clases sociales muy concretas como campesinos, obreros, empleados, empresarios, explotadores, ricos, Incluso narcos"? En México cualquiera se dice representante del pueblo y por la cantidad de votos que compran, se autonombran sus representantes.
4. Así que hay que combatir el llamado "culto a la personalidad" que no es otra cosa que la ignorancia extrema de una parte de la población –particularmente pobre o miserable- hacia sus líderes, caudillo o dictadores que con mucha habilidad maneja a sus seguidores mediante el regalo de limosnas, ayudas económicas o becas. Espero que como hizo Batres al arrancar una placa de calles con nombre de Díaz Ordaz se arranquen todas con nombres de personas porque los políticos han sido todos ladrones, asesinos, mentirosos; (¿puede olvidarse que hasta el más famoso –Juárez, siendo presidente- reprimió y asesinó en Chalco, Estado de México, a campesinos dirigidos por López Chávez, que defendían sus tierras?) y se cambien por nombres de flores, animales, frutas y demás. Así, ¡Que muera "El culto a la personalidad y la ignorancia de la historia. (30/IX/24)
(Pararé mis artículos que vienen desde 1976 por operación de ojos)