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La estrategia jurídica para enmendar a Juan Carlos I, está cocinándose, porque el rey sólo puede ser juzgado por Dios.
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Lavó dinero sucio, pagando impuestos sobre remesas multimillonarias que le entregaba a su testaferro, mexicano, el multimillonario Allen Sangines-Krause. (por cierto con un nombre muy mexicano).
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El baño de charco y abucheos, que la Comunidad Valenciana, luego de la Dana, acaba de hacer contra el rey Felipe VI y la reina Letizia, es un justo reclamo a una Monarquía que no sólo ha depredado a España, sino, que no atiende las necesidades del pueblo cuando con urgencia la necesitan.
¿Monarquía Corrupta o Rey Indigno?. Ambas dos, diría mi amigo Melquiades, cuando se le colocaba en una disyuntiva y se veía obligado a contestar. Aquí no se puede meter la mano por nadie y la fuga en Re Mayor del rey emérito, Juan Carlos I, ha destapado la olla putrefacta de una monarquía parasitaria en España.
Pobre pueblo español, que se ha calado ese vara palo, monárquico de los Borbones que tienen una historia de escándalos y de corrupción, la cual todavía se desconoce a fondo, porque son tratados con guantes de seda por el gobierno "socialista" actual. La trama de esta podredumbre se conocerá poco a poco, cuando la verdad aflore ante tanta basura acumulada en el Reino de España.
Investigaciones realizadas pero poco conocidas porque la censura lo impide, revelan que la gran mayoría los Reyes de España han vivido en exilio, y habría que escudriñar con lupa para ver cuál de ellos, no ha sido salpicado por la corrupción, negocios sucios y escándalos, ocultados por la mediática española y de cuyo silencio, la Revista Hola, lleva la batuta, hábilmente, camuflando la basura entre la moda, la belleza y la farándula.
La gama de negocios sucios de la dinastía de los Borbones, que serán borbones, pero no güevones, es un arco iris de corruptelas y componendas de principio a fin. Desde María Cristina, quien sucedió a su esposo fallecido Fernando VII, (María Cristina me quiere gobernar), quien junto a la camarilla religiosa que siempre acompaña a estos aristócratas para bendecirlos, se empantanó con comisiones por la venta de esclavos, pasando otros, por depósitos a espaldas del pueblo español de billones de euros y dólares en paraísos fiscales, comisiones por petróleo importado, hasta escándalos por infidelidad y relaciones con actrices del mundo porno, pareciera que no hay suciedad social donde estos monarcas no hayan estado embarrados.
Ahora le tocó Juan Carlos continuar con la saga de corrupción. Develados sus negocios ilegales con depósitos de dinero sucio en la Banca Suiza, venta de bienes de la nación, comisiones, infidelidad y regalos a sus amantes en millones de euros que empalidecen al más pintado. Ya arrinconado por la denuncias tan fétidas, que no podían ocultarse y se filtraban por las fronteras de España y ya la Revista Hola y los programas panegíricos de la TV española no podían ocultar, se fugo, dejando en España una línea amarilla y mal oliente difícil de borrar ni con cloro, agua oxigenada u otros desinfectantes químicos.
Pero óigase bien, no crean que fue una fuga como la de Antonio Ledesma hoy residenciado en España. No, Antonio, mejor conocido por sus amigos adecos como el vampiro, tuvo que vencer miles de dificultades, evadiendo los peligrosos espías del régimen que le seguían, cada segundo, los pasos, saltando y escalando muros, metiéndose por los caminos verdes colombianos infestados de voraces caimanes, dispuesto a enfrentarse con para militares y narco traficantes, nadar en aguas infestadas por pirañas y luego en una curiara endeble llegar hasta las aguas del Reino de España, donde es protegido del gobierno "socialista" de Pedro Sánchez.
No, la de Juan Carlos, que llamaremos por cariño, Juancho, fue convenida. Contó con la anuencia del gobierno social-comunista de España, que se hizo el loco, cuando debería más bien investigar y contó con el beneplácito de su hijo, el rey actual Felipe VI, que prefirió aceptar la huída de su padre, renunciando, supuestamente, hasta su herencia, antes que sufrir el escarnio público, que significaba tenerlo en España, sometido a un proceso judicial por corrupción y con la mediática internacional pendiente del proceso. También y que le quitó, eso está por verse, a su padre, los recursos que recibía Juan Carlos (Para limpiar su propia imagen) cargados al presupuesto de la Casa Real, lo que resulta una bagatela, porque este es un hombre que amasó, con todo el ánimo de decir robó, una fortuna incalculable.
La fama de los reyes españoles, como depredadores del dinero del pueblo y hábiles negociantes con jugosas comisiones de por medio, es tan bien ganada, que hasta Ramón María del Valle-Inclán (dramaturgo, poeta y novelista español), al respecto y tras la proclamación de la II República, dijo: "no echamos a Alfonzo XIII por anti constitucional, sino, por ladrón". Para muestra basta ese botón.
¿Y dónde está Juan Carlos? Buena pregunta. Se encontraba en una Jaula de Oro, en los Emiratos Árabes, en el Emiratos Palace, uno de los hoteles más lujosos del mundo, disfrutando de lo mal habido en España y de los servicios prestados, otrora, quizás jugosas comisiones, entre la monarquía española y los tales emiratos.
Según otras fuentes: El rey emérito (Ahora demeritado ante la opinión pública internacional), Juan Carlos I de Borbón reside en Abu Dabi, aunque en los últimos meses ha viajado con frecuencia a Ginebra, Suiza, donde vive su hija la infanta Cristina. Como vemos, pasando mucho trabajo y con grandes sacrificios.
Luego de esa huída, consentida por el actual gobierno presidido por Sánchez, y de mantenerse en un exilio dorado por más de dos años, mientras los alcahuetas del gobierno, la corona y sus amigos personales le preparaban una cama de impunidad absoluta, regresó y fue recibido con bombos y platillos por su hijo, actual Rey, quien meses atrás incluso, llegó a decir para congraciarse con la duras críticas que se le hacían en España, que renunciaba a su herencia. ¡Vaya hipocresía!
De nuevo en España, pensando que ya le habían preparado la cama jurídica para inmunizarlo contra la justicia terrenal, tiene que volver a su Jaula de Oro. ¿Cómo sería el malestar en España por su regreso?. ¿Cuánta presión harían los españoles decentes?, para que con el rabo entre las piernas, el señor Juan Carlos, rey por la Gracia de Franco, volviera a su exilio dorado.
Provoca decirle, como lo que él le espetó a Chávez, (y el que se mete con Chávez se seca), mejor ¡CALLATE! JUAN CARLOS, QUE CALLADITO TE VEZ MEJOR