"La vida, el sufrimiento, la soledad, el abandono, la pobreza,
son campos de batalla que tienen sus propios héroes;
héroes obscuros, a veces más grandes que los héroes ilustres"
Víctor Hugo
Apenas llegó a España el mercenario, Edmundo González, después de quitarse el disfraz de candidato por la voluntad de la inhabilitada, María Corina; fue recibido por el presidente español, Pedro Sánchez, y sin verle el rostro, lo condecoró, con la investidura de héroe, y el edmundito, que, de pendejo y tonto no tiene nada, pero, si, una risita en la cara, como pintada, que parece de un niño de pocos meses de nacido, cuando empieza a sonreír sin saber a quién. A partir de ese momento emprendió un paseo, por encima de cualquier ciudadano español, porque lo llevaron al nivel de rey y el que no sabía de sus andanzas, seguro, que se preguntaba, de dónde sacaron este superhombre de la noche a la mañana, el cual no aparece en los libros de la historia de España.
Nunca pensó, Pedro Sánchez, que, en poco tiempo se iba a conseguir a los eternos y verdaderos héroes de su país increpándolo, con todo la razón del mundo, por su actitud trasnochada, como si, estuviera llegando a España, y se encuentra con una tragedia, el cual los enluta, pero quiso darle un saludo en medio de escenas desesperantes, al lado del Rey y su esposa, quienes al ver el recibimiento, se dieron cuenta, que nada iba apaciguar a quienes se encuentra entre un cielo marcado por nubarrones amenazantes y el lodo, que solamente con maquinarias pesadas se puede transitar. Estos héroes enardecidos solamente reclaman la atención, que ha faltado, mientras ven pasar las horas, sin poder ocultar la frustración en medio del engaño.
La respuesta del presidente, Pedro Sánchez, parece de un adolescente encolerizado, ya que, en una reunión dejó una bomba comunicacional y se puede interpretar, como un despreció a los que reclaman sus derechos, cuando expreso ¡No nos vamos a desviar pese a lo que pueda suceder con algunos violentos absolutamente marginales! Pobrecito de Pedro, quien salió embarrado y totalmente encolerizado y no va olvidar este episodio mientras viva, ya que, ha reaccionado, como lo hacen los títeres o representantes de la burguesía y no sé por qué se me parece tanto a su héroe, Edmundo, quien se ha mantenido repitiendo la expresión de los aficionados a los toros ¡ole! Y, a lo mejor, Pedrito, quiso copiar la conducta de su ídolo.
Lo que no podemos dejar pasar por debajo de la mesa, y hacer una comparación, de la manera de proceder de este Pedro Sánchez y el presidente Nicolás Maduro, a quien no han dejado de criticar, ni siquiera, cuando el periodo de la pandemia del Covid-19, cuando le hizo frente por diferentes vías y nunca faltó la ayuda oportuna, a pesar del acoso de otros héroes de Pedro, como son Donald Trump, el payasito proclamado presidente en una calle caraqueña, el mismo Guaidó, pero, como si esto fuera poco, siempre ha estado aupando a la Comunidad Europea, la OEA y todo lo que vaya en contra del proceso liderizado por el presidente Maduro, ya que, son los mismos serviles, desde diferentes trincheras.
Este lamentable hecho de la Comunidad Valenciana, ha dejado al descubierto al Rey, al presidente Pedro Sánchez y al presidente del ejecutivo regional valenciano, Carlos Monzón, ya que, las palabras, cuando no tienen un soporte bien sustentado, el cual no son otros, que los hechos a la vista de todo el mundo, como es la ayuda rápido y oportuna, así cueste lo que cueste, se revierte antes cualquier pronunciamiento bofo, porque suena a provocación en medio del dolor muy profundo; ya que, no es poca cosa más de 200 muertos contabilizados y una cifra incalculable de los desaparecidos, que con solamente pensarlo mete miedo y a esto se le suman las inevitables trabas impuestas por la naturaleza, que a pesar de avisar, fue desatendida por las autoridades y ahí están las consecuencias narradas por los mismos habitantes, cuando les dieron las oportunidades para expresarse en medio del dolor.
Narciso Torrealba
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