Las miserias de Lula Da silva en el contexto de la reciente cumbre de los BRIS+,
en Kazán, entre el 22 y 24 de octubre, presenta un trasfondo más allá de los
resultados del 28J, aunque este sea el argumento base para la jugada maestra para
vetar el ingreso de Venezuela a este bloque económico emergente, en el fondo del
asunto está la consolidación de un proyecto hegemónico liberal-capitalista, por
parte del gigante del sur.
1.- Como razón inmediata, fue la amenaza del capital con hacer caer en espiral a la
Bolsa de Valores de Sao Paulo, tomando en cuenta la apreciación del Dr. Alfredo
Jalife.
2.- La lucha por el control del mercado petrolero en el Sudamérica. Lula no podía
permitir una sombra de tal magnitud como lo es el potencial en reservas de crudo
venezolano, con una proyección en la producción de 5 millones de b/d, estando
Hugo Chávez con vida.
3.- Como consecuencia de una gran debilidad interna de su poder político, Las
últimas elecciones fueron las más reñidas de la historia de Brasil. Lula venció a la
ultraderecha de Bolsonaro por menos de dos puntos, pero a los venezolanos no le
pasó por la mente exigirle a Lula las "actas electorales” y colocarnos a favor de la
ultraderecha neoliberal; se le agrega, la importante derrota sufrida por Lula-PT en
las recientes elecciones municipales, lo colocan en una condición de vulnerabilidad.
4.- La pretensión, siempre presente, de Brasil de calzar la talla de subimperio, con
reconocimiento de los EEUU, por eso debe constituirse en capataz de los de los
pueblos de Sur del continente. Importante revisar la actual renovación de tecnología
y equipos militares para situarse a la estatura de una potencia mundial.
5.- Lula asume como estrategia para la consolidar su poder político y económico la
Cumbre del G20, en el 2025: El grupo “está integrado por 19 países y la Unión
Europea. Forman parte: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá,
China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón,
México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía”. Tanto los EEUU como la Unión
Europea, pusieron a Lula contra las cuerdas de cara al ingreso de Venezuela en los
BRICS, so pena de boicotearle la Cumbre. Era obligatorio el veto.
Ahora, en el Estado Plurinacional de Bolivia se presenta otro escenario,
contrapuesto al entreguismo de Lula al capital mundial, el acontecer político actual
sitúa a este pueblo en una posición de resistencia-insurgencia de cara a una clara
desviación del proyecto iniciado en el año 2003, cuando fue derrotada la derecha
liberal; queda claro, la lucha no es por Evo de nuevo como presidente, sino el
rescate de un horizonte existencial de luchas acumulado y planteado tanto en la
nueva Constitución, hoy en peligro, como en la activa participación del movimiento
indígena-popular con el acompañamiento de los campesinos, cocaleros, mineros y
parte de la clase media, en defensa de las reivindicaciones alcanzadas a través de
las luchas ancestrales.
La defensa de su proyecto de vida, aún con la vida misma, se hizo sentir la crisis
del 2019, con la defenestración del presidente Evo Morales y su Vicepresidente
García Linera por la vía del “golpe”, por parte de las elites “Cruceñas”; de inmediato,
el pueblo se movilizó y forzó unas elecciones presidenciales en corto tiempo, sin dar
el chance de consolidar la dictadura fascista de la ultraderechista Jeanine Áñez
cargada de abierta violencia, ultimando el genocidio de los compañeros indigenas
en el Ato-Bolivia, en las trincheras de Senkata. Hermanos asesinando hermanos.
El triunfo de Luis Arce Catacora el 19 de enero de 2020, con un 55,11 % de los
votos en primera vuelta, desbarató el plan imperial de continuidad colonial por parte
de EEUU. En este año 2024, de nuevo se complejiza el panorama político-
económico en el único Estado con un mundo de Naciones. Si tomamos en cuenta
las distintas manifestaciones de repudio de los movimientos indígenas-populares,
mineros, cocaleros y campesinos en su clamor frente al debilitamiento de las
condiciones de vida: soberanía alimentaria, combustible, inflación, incremento de
importaciones, déficit fiscal, esto en apenas tres años; le agregamos además, las
denuncias de corrupción y el nepotismo implantado por el gobierno de Luis Arce.
CONCLUSIONES
1. El mundo se divide entre los BRICS y el G7, quienes marcan pauta en lo
político, económico, tecnológico y militar, entonces sigue siendo bipolar
(globalistas y soberanistas) con orientación capitalista.
2. Con el no ingreso de Venezuela a los BRICS pierde nuestro pueblo y
Latinoamérica, nos alegramos por los países hermanos Cuba y Bolivia ya
como socios del bloque
3. Lula y su gobierno se quitan la máscara de “izquierda progresista” y muestran
quienes son, perfectamente definidas, como una derecha liberal a favor del
capital global. Juega a las dos bandas entre los BRICS y el G7 he allí el quid
de la decisión del veto en contra de Venezuela.
4. En Bolivia se lucha por la defensa de su Estado Plurinacional en contra del
globalismo imperial, el despojo y desposesión de materias primas,
incluyendo el Litio.
5. Nos toca a los venezolanos, como pueblo, aprender de estas lecciones dadas
por los dos polos antagónicos, para esto se requiere un “Movimiento de
Movimientos”, con la capacidad de organización, articulación y movilización
para evitar las desviaciones y asegurar el Proyecto contenido en el Plan de
la Patria 2013-2019, como eje fundamental de liberación.