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Tesla, bitcoin y las prisiones privadas son las grandes ganadoras con el triunfo de Trump en las elecciones. Algunas instituciones bancarias, ya hacen fiesta esperando, ahora, cobrar los beneficios por el apoyo prestado.
Dios los cría y el Diablo los junta, es un dicho my popular. Pero en este caso que vamos a comentar, no se trata de personas diferentes que luego se homologan, sino, de personas , de igual naturaleza, que se juntan con un solo propósito en sus vidas amasar fortunas inconmensurables, por cualquier medio, incluyendo los no debidos, que luego las usan caprichosamente en función de sus intereses económicos y políticos.
Muy lejos está la cohorte de ricachones que hoy rodea, al multimillonario Donald Trump, de poner sus acaudaladas fortunas para fines benéficos, solidarios o sociales dirigidos a las grandes masas empobrecidas de su propio país (miles de estadounidense viven carpas o duermen en las calles), y del mundo.
No señor, dice otro dicho, los burros se juntan para rascarse. Ellos se juntan y forman sus cofradías para sextuplicar y quizás me quedo corto, sus fortunas y no hay medio más expedido para ello, que acercarse al poder político. Allí están los reales y siempre estarán dispuestos a sacrificarse por ellos.
Uno que no oculta su efusividad por el triunfo de Trump, es Elon Musk, este se pegó a Trump, desde la campaña electoral como una sanguijuela. Se filtró que Musk, había "donado" a Trump, cien millones de dólares. El que se ponga a creer que esto fue una donación, si esto es cierto, se está chupando los dedos, porque estos multimillonarios no donan, sino que invierten, esperando que su fortuna crezca a futuro como la espuma. Por algún lado obtendrá la compensación.
Ya por ejemplo, ha obtenido parte de lo que buscaba, integrar el gabinete de Trump, desde donde expandirá sus redes para consolidar más su poder en la sociedad norteamericana a través de sus redes tecnológicas, no olvidemos que es dueño de (X), la antigua Twiter, y afianzar la influencia de sus homólogos de Silicon Valley.
Por supuesto, ahora irá, pero ya desde el poder político a influir, para establecer condiciones impositivas y de cualquier otro orden que favorezca la expansión de sus negociados y los de sus socios. Allí, no debe quedar la menor duda. El mismo lo ha dicho, que hará temblar el sistema, por supuesto, lo hará temblar a favor de sus intereses, de eso no tengan la menor duda.
Los súper millonarios de Silicón Valley, de gran poder en el área tecnológica, socios de Elon Musk, integraran, igualmente, la cohorte de millonarios en torno a Trump y también hicieron sus respectivas "donaciones", apostando al triunfo del candidato Republicano y ahora están prestos a recibir las prebendas por los favores prestados.
Estos entusiastas inversores, reportan los medios, celebraron en la modesta casita de uno de ellos, David Sacks, mansión situada en el corazón de la llamada "calle de los multimillonarios" de San Francisco un evento de recaudación de fondos a favor de Trump.
Según se informa, las entradas se vendieron por hasta US$300.000 por cabeza. Diría un maracucho en su jerga ¡Vergación!
Como observamos, entre estos supermillonarios, no hay ideologías, no hay sentimientos, son relaciones de mutua conveniencia. Ellos continuaran junto, como tortolitos hasta que sus propios intereses ególatras entren en contradicciones o como dice un refrán que usan muchos en Venezuela "El Amor y el Interés se fueron al campo un día, pero más pudo el interés que el amor que le tenía"
A ellos, a esta cohorte de multimillonarios que hoy se reúnen en torno a Trump, lo que les interesa es poder y el dinero. Tenerlo de sobra, para tirarlos hasta el techo, o usarlos para sus caprichos personales de toda índole. Cuando por alguna circunstancia este chorro de billetes se estanque, hasta allí llegará la alianza que han construido y de la cual hoy se ufanan. "Por la plata baila el Mono" y mire Ud. como bailan y saltan en una pata, por ahora.