Los taoístas propugnan un ideal de vida autónoma y libre en paz, tranquilidad y silencio, método y modelo para el hombre como naturaleza, donde ella no prolonga indefinidamente la tormenta o el huracán.
Es una filosofía y religión originada en China en el siglo VI a.n.e. y está íntimamente ligada a las costumbres de una cosmovisión de la época. El Tao conceptualmente significa camino o vía, como un principio fundamental que rige la búsqueda de la existencia en el universo todo. Se le atribuye a Lao Tzu, El Tao Te Ching, entre las más importantes obras del taoísmo, un pilar de esta filosofía. Lao Tzu o Viejo Maestro, sigue siendo objeto de debate histórico, pues hay quien considera que es un mito, no una persona real, y data del siglo VI a.n.e. quien estableció los principios del Tao y una ética de vida. Sin duda su influencia es profunda como filosofía y como religión en la cultura china. Parafraseando a René Guénon, se entiende por religión una actividad trascendente que une tres elementos: un dogma -intrínseco al intelecto teológico-, ideas que se entienden desde su carácter occidental, que atraviesa el racionalismo, estructurando y aglutinando razón y pensamiento. Siendo un conocimiento metafísico, y la gnosis como elemento extra intelectual, y por lo general con tendencia a lo sentimental, como en el caso de las creencias, la fe, la moral, en lo social del culto, y lo simbólico en que todas estas propuestas participan. El equilibrio de tales experiencias y su configuración es el elemento de la religión, relis, lo que une; conexiones hechas desde el plano del pensamiento, los sentimientos grupales, órdenes y sectas. Una existencia que combina lo moral, en detrimento del dogma o del culto, para evitar caer en un moralismo puro, como en el protestantismo, y otros aspectos católicos, que evolucionaron en ámbitos más cerrados, una diferencia marcada en las provincias y áreas rurales.
El Tao introduce la idea de cómo el principio universal fluye a través de todas las cosas, promoviendo la armonía con la naturaleza y el cosmos, desde una ética y la virtud, con énfasis en la simplicidad, la humildad y la compasión; siendo las propuestas desde la vía del Tao, plena y equilibrada. Este pensamiento permea otras corrientes filosóficas y religiosas de Asia, como el Budismo y el Confucianismo, con un impacto duradero, legado a través de las enseñanzas de Lao Tzu, que se estudia y practica en la actualidad, incluyendo meditación, espiritualidad y filosofías modernas, es reconocida globalmente su obra, traducida a múltiples idiomas y convertida en el símbolo de la sabiduría oriental. Sus principios fundamentales forman la base de la práctica taoísta, con gran influencia en la cultura, el arte y la espiritualidad en Asia, extensiva al resto de la humanidad, desde los siete principios en la práctica.
El Tao, centrado en el camino que subyace a toda existencia y naturaleza es inefable, no se puede explicar en palabras, ya que su descripción se vuelve ambigua. El Wu Wei o acción sin esfuerzo, se refiere a la no-acción o acción espontánea, donde la armonía y el flujo natural de las cosas, evitan las resistencias de cuanto hemos creado como cosas. Yin y Yang, la dualidad complementaria que representa la interdependencia de fuerzas opuestas en el universo en equilibrio entre yin pasivo y oscuro, y yang, activo y luminoso, como fundamento de la armonía. Conectarse con la naturaleza y la relación que refleja la armonía en El Tao. La vida valorando lo simple, y la humildad sin complicaciones, es la búsqueda sin excesos y en paz con uno mismo y los demás. La inmortalidad y la transformación como ideales en la búsqueda a través del Tao, aspectos que incluye prácticas para prolongar la experiencia de vida, mientras se transforma espiritualmente; a menudo a través de la meditación y la alquimia interna. La perspectiva flexible ante la relatividad de las cosas, enfocando el énfasis en la percepción y el juicio, ambos relativos, es fomentar una visión abierta y que se adapte a la vida.
En el taoísmo no hay componente social importante, el elemento moral está ausente, y llega a definirse como un modo de vida, el confucianismo está más cerca a dicha concepción. En China también se profesan varios credos, pero los principales son el taoísmo y el confucianismo. El Budismo penetró en los albores de esta era, en el siglo I, con mayor expansión al finalizar el siglo V, al construirse los primeros monasterios Shaolin. Dos formas de vida y pensamiento a los cuales se adhieren las personas más abiertas a aceptar que otros profesen o sigan otra religión, creencia o filosofía de vida, desde la propia contemplación. El Taoísmo ha llegado a practicarse de diversas maneras, adaptándose a las necesidades y contextos actuales, donde se incluyen la meditación y prácticas espirituales, con el enfoque en la quietud mental y su conexión al Tao. El Tai Chi y Qigong, son combinaciones de ejercicios físicos y meditación, la respiración promueve la salud y el bienestar. Los rituales comunitarios y ceremonias se incluyen entre muchos taoístas, en templos donde se incluyen ofrendas y celebraciones en festividades tradicionales, como el Año Nuevo Lunar y el Festival de Qingming. La lectura y el estudio de los textos clásicos, el Tao Te Ching y el Zhuangzi, son fundamentales para ir comprendiendo la filosofía taoísta, así como la ética y una filosofía de vida en la simplicidad de la naturaleza, como prácticas del buen vivir de manera armónica con el universo. Hay terapias alternativas integradas a las prácticas en la medicina tradicional china, acupuntura y fitoterapia, para mantenerse saludables, física y espiritualmente. Participar en grupos o comunidades taoístas, compartiendo las enseñanzas y prácticas, fomentando el sentido de pertenencia a través del apoyo mutuo. Estas prácticas y sus variaciones en el tiempo, dependen de las regiones y la interpretación personal en la búsqueda y conexión profunda con el Tao y la naturaleza.
Las diferencias entre el Taoísmo (Lao Tse) y Confucianismo (Kung Fu Tse), entre el Taoísmo y el Budismo Zen, (Buda), que con frecuencia se ha dicho son las tres religiones una sola, y que sus maestros tienen un mismo objetivo, el perfeccionamiento del hombre. Comentario aparte hay cierta referencia que el chino medio dispone de una cruz taoísta, un traje confuciano y unas sandalias budistas y otro aspecto sería hasta qué punto se puede hablar de taoísmo como otra manera de entender la tradición de la sophia del mundo occidental, donde el atisbo de tales ideas o conocimientos se sacrificó en aras del materialismo y avances tecnológicos. Será que la única forma de salvar a Occidente de sí mismo sea precisamente importando las ideas del Extremo Oriente. Téngase en cuenta que del mismo modo que ha desaparecido o se ha convertido la tradición occidental, ha ocurrido en la lenta e inexorable manera que se nota en el mercadeo de creencias, fe y espectáculos rituales y variopintos, con los amuletos, que pudieran llegar a darle al Taoísmo en el mundo, donde el New Age hizo su aparición, afectando al Budismo Zen, en China y Japón; y banalizando al Taoísmo como una corriente filosófico sectaria, lejana y ajena, fuera de toda consideración en la práctica del Tai Chi y extensivamente a cualquier práctica cotidiana al respecto.