Construir un Estado Multinacional, multicultural y multireligioso

Desmantelar el estado sionista de Israel

Lunes, 06/01/2025 01:47 PM

La presente propuesta no es revanchista, no está llena de odio. Todo lo contrario. Hablamos de desmantelar, no de destruir. Hablamos de vida, no de muerte. No se trata de destruir ninguna nación, raza, religión, sino toda ideología totalizante que amenace los derechos de los ciudadanos de la Tierra.

Pero basta ya. Ay que detener al sionismo.

Es una propuesta personal, que no compromete a los movimientos en los cuáles participo, hay otras opiniones.

El pensamiento fundamentalista (en lo religioso, cultural, político) es una de las más dañinas y difíciles trabas para el crecimiento y la supervivencia de la civilización humana. Vivimos en un mundo globalizado, estamos alcanzando una conciencia planetaria, en la que incluso los conceptos de Estado-nación, soberanía, progreso, desarrollo y democracia representativa están siendo cuestionados. Se requiere unidad en la diversidad.

Israel es un estado ficticio, creado por la ONU (Inglaterra). Alguna vez en la historia existió un estado con ese nombre. El Reino de Judea, también conocido como Reino de Judá, existió aproximadamente desde el siglo IX a.C. hasta el 586 a.C.; llegó a su fin cuando el rey Nabucodonosor II lo anexionó como provincia del Imperio Neobabilónico. El Reino de Israel, también conocido como Reino del Norte o Reino de Samaria, existió aproximadamente desde el 928 a.C. hasta el 722 a.C.; fue conquistado por el Imperio Asirio, lo que llevó al exilio de una porción de sus habitantes.

La mayoría de los habitantes actuales judíos de Israel no son realmente semitas. Provienen de diversas partes del mundo debido a la diáspora judía y las migraciones a lo largo de la historia. Muchos provienen de Europa Oriental y Central (Polonia, Rusia, Ucrania y Alemania), también de Oriente Medio y Norte de África (Irak, Irán, Yemen, Marruecos, Egipto y Libia), Etiopía (emigraron a Israel en varias olas, especialmente durante las operaciones Moisés de 1984 y Salomón de 1991), América del Norte y del Sur (sobre todo de Estados Unidos, Canadá y Argentina), así como de Europa Occidental (Francia, Reino Unido principalmente). La inmensa mayoría después de 1948.

Por eso no creo que la mayoría de los habitantes judíos de Israel puedan denominarse semitas. Aunque se puede considerar a los semitas son un grupo de pueblos y culturas que se caracterizan por hablar lenguas semíticas (el hebreo entre ellas), el término "semita" proviene de Sem, uno de los hijos de Noé según la tradición bíblica; los actuales judíos de Israel no descienden de esa rama. Los pueblos semitas incluyen a los acadios, arameos, árabes, fenicios, hebreos y etíopes. En todo caso, los Palestinos, por ejemplo, pueden llamarse semitas con más propiedad.

Antes de 1948, el territorio que hoy ocupan Israel y Palestina formaba parte del Mandato Británico de Palestina. Este mandato fue establecido por la Sociedad de Naciones en 1920 y estuvo bajo administración británica hasta 1948. El Mandato Británico de Palestina fue creado después de la Primera Guerra Mundial, cuando el Imperio Otomano, que había controlado la región durante siglos, fue derrotado y sus territorios fueron divididos entre las potencias aliadas. Su nombre era Palestina.

Pero en 1948, repentinamente, se convirtió en Israel. En los años anteriores, el sionismo había promovido la migración de judíos a Palestina e Inglaterra jugó un papel clave en la creación del Estado de Israel y la ONU aprobó un Plan de Partición, origen de la inestabilidad que ha tenido la zona desde entonces.

Los estados que existieron en el pasado, ¿tienen derecho a ser reactivados? ¿Qué hacemos con Asiria (2600 a.C – 609 a.C), el Imperio Romano (27 a.C - 476), el Imperio Bizantino (330 – 1453), el Imperio Inca (1200 – 1533), el Imperio de Mali (1235 – 1460), el Imperio Otomano (1299 – 1922), el Sultanato de Sulú (1405 – 1915), Prusia (1525 – 1871), la Gran - Colombia (1819 – 1830), el Imperio Austro-Húngaro (1867–1918), Checoeslovaquia (1918–1993), Yugoeslavia (1918 – 1992), la URSS (1922 – 1991), por nombrar unos pocos)? ¿Tienen los supuestos descendientes de esas naciones el derecho a reivindicar su reactivación?

Por eso, el reconocimiento de un estado en el ámbito internacional se basa en varios principios fundamentales, como son el tener un territorio definido claramente delimitado ("uti possidetis": "como posees, poseerás"), una población permanente que reside en el territorio del estado, un gobierno que ejerza control efectivo sobre su territorio y población y capacidad de entrar en relaciones internacionales. En general también se consideran otros factores, como contar con el reconocimiento internacional, ser soberano (no estar sujeto a la autoridad de otro estado) y tener legalidad (estar en conformidad con el derecho internacional, incluyendo la Carta de las Naciones Unidas).

Nada de eso existía para Israel antes de 1948.

Por supuesto que el principio de "uti possidetis" establece que las fronteras territoriales existentes en el momento de la independencia de un estado deben ser respetadas y mantenidas. Este principio no justifica ni legitima la adquisición de territorio por la fuerza. El derecho internacional prohíbe la adquisición de territorio mediante el uso de la fuerza, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y otras normas internacionales.

Necesitamos un marco mundial de gobernabilidad para dar respuesta a situaciones como la de Israel – Palestina (y demás países del Medio Oriente), Ucrania (OTAN) – Rusia, Estados Unidos – Pueblos del mundo.

Definitivamente la ONU es incapaz de enfrentar tales problemas: es parte de ellos. Fue diseñada para mantener el reparto del mundo post Segunda Guerra Mundial. Es anti democrática e ineficaz. No hay forma de reformar a la ONU, desde su raíz está dañada.

La solución a la situación que ha originado el régimen sionista de Israel sólo puede lograrse a través de una nueva plataforma de gobernabilidad. Un Parlamento Mundial federado, democrático (sin vetos), que tenga poder de decisión (leyes vinculantes), desmilitarizado. Ratificando la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra se podrá aspirar a ello (https://constitucionmundial.com/texto-completo).

No se trata de un asunto local o regional, sino mundial. El sionismo es una ideología que sustentan grupos poderosos que dominan el estado de Israel y el "Estado Profundo" que decide las acciones del Imperio Occidental.

La solución pasa por:

  • Desmantelar el Estado sionista de Israel. Sólo un Parlamento Mundial con fuerza vinculante puede lograr esto. No hay conversaciones de paz posibles en las actuales condiciones, sólo el uso de la fuerza internacional puede poner fin a esta alocada carrera armamentista. Un Parlamento Mundial está en la potestad y tiene el poder para decretar un bloqueo general a Israel, de someter a la (nueva) justicia internacional a los transgresores, de proteger a los pueblos.

  • Construir un Estado Plurinacional pluricultural, plurireligioso, en el que toda forma de pensamiento esté permitida, más no oficialmente respaldada por el Estado. La Constitución Mundial para la Federación de la Tierra establece la libertad de religión o no religión, por lo que el fundamentalismo religioso (o de cualquiera otra índole) no se contempla, sino que hay una absoluta separación entre estado y religión.

Los actuales habitantes de Israel y Palestina no perderán nada con esta solución. Al contrario, ganarán paz. Ganarán la posibilidad de disfrutar de una nación próspera, con libertad de religión, de pensamiento.

De mantener dos estados, cuyos límites se han ido haciendo cada vez más complejos y difíciles de establecer, se mantendría la tensión y el conflicto en las fronteras. Pensemos en casos como la India y Pakistán.

Pero sin el uso de la fuerza multinacional, este asunto no puede resolverse. Pero cuando hablamos de fuerza, nos referimos al nuevo paradigma de democracia global, bajo un Parlamento Mundial vinculante en el que cada país tiene igual poder de voto, sin veto, con autoridad plena, vinculante. Y las gentes la participación debida. Un Parlamento que, por supuesto, tiene poderes limitados a los definidos en el texto constitucional (artículo 1), dejando a los gobiernos nacionales la jurisdicción sobre sus actividades internas. El Parlamento Mundial se atiene a la prevención de la guerra, asegurar el desarme, resolver disputas territoriales y de otra clase que ponga en peligro la paz y los derechos humanos; proteger los derechos humanos universales; obtener para todos condiciones para el desarrollo económico y social; proteger el ambiente; y en general, resolver aquéllos problemas que estén más allá de la capacidad de los gobiernos nacionales. La soberanía nacional se mantiene, pero bajo un nuevo paradigma, muy diferente al de la modernidad, que ha traído guerras, crisis ambiental y miseria.

La Constitución de la Tierra contempla, en su artículo 12, los derechos de los Ciudadanos de la Tierra, derechos iguales para todos, sin discriminación sobre la base de la raza, color, casta, nacionalidad, sexo, religión, afiliación política, propiedad o estado social. Establece, entre otros, la libertad de pensamiento y de conciencia, libertad para profesar, practicar y promover las creencias religiosas o no-religiosas, las creencias políticas o no-políticas.

Para las naciones, en el artículo 14, se garantiza que se les de crédito y fe plena a sus actos públicos, y la libertad de selección de su sistema político, económico y social interno, consistente con las garantías y protecciones dadas en la Constitución Mundial.

En diciembre de este año se llevará a cabo la sesión 16 del Parlamento Mundial Provisional. Allí se elegirá el Presidium del Parlamento y se tomarán decisiones importantes, entre las cuáles está convocar una Asamblea Mundial Constituyente para considerar la actualización de la Constitución de la Tierra, de modo de hacerla lo más fuerte y universal posible, permitiendo hacer avanzar nuestro planeta hacia una democracia global federada en la que casi todo el mundo esté de acuerdo, dirigida a resolver nuestros problemas globales más fundamentales, como la destrucción del clima, el militarismo, la guerra nuclear y la pobreza planetaria masiva.

Te invitamos a participar.

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